La compañía japonesa de videojuegos Nintendo incrementó en un 243,6% sus beneficios durante el primer semestre de su año fiscal, un aumento espectacular favorecido por las ventas de la videoconsola Nintendo Switch durante el confinamiento por la COVID-19. Así lo ha anunciado la empresa este jueves.
En contexto: el sector de los videojuegos fue uno de los más favorecidos por los meses de cuarentena, en los que la gente tuvo que encerrarse en sus casas y encontró en estos productos una forma de entretenerse y abstraerse de ese periodo difícil.
Entre marzo y septiembre, Nintendo obtuvo unos beneficios de 213.100 millones de yenes (1.695 millones de euros). Sus ventas, por otra parte, aumentaron un 73,3%, por un total de 769.500 millones de yenes (unos 6.251 millones de euros).
Tras estos excelentes resultados semestrales, Nintendo ha mejorado sus previsiones para su año fiscal, que concluye en marzo de 2021, y espera obtener un beneficio neto de 300.000 millones de yenes (unos 2.439 millones de euros). También confía en cerrar el ejercicio con unas ventas de 1,4 billones de yenes (más de 11.370 millones euros), en lugar de 1,2 billones de yenes (cerca de 9.749 millones de euros), cifra que había previsto inicialmente.
La buena salud económica de la conocida como «Gran N» se vio propulsada por las ventas de la Switch y del popular videojuego Animal Crossing. El juego estrella de Nintendo en 2021 llegó a las tiendas en marzo y permite disfrutar de un mundo de interacción virtual en un pueblo de animales. El videojuego —que es parte de una serie que ya había tenido entregas en consolas anteriores, como la Wii o la 3DS— simula una vida social en la que muchos jugadores encontraron un refugio durante el confinamiento.
Nintendo deberá competir en los últimos meses de su año fiscal con el lanzamiento en noviembre de las nuevas videoconsolas de sus rivales: la PlayStation 5, de Sony, y la Xbox Series X, de Microsoft.