Las mariposas prefieren la noche
Dicen que ver una mariposa da suerte. Esto se debe a que no solemos ver numerosas durante el día, sobre todo si vivimos en ciudades. La verdadera causa de esto es que el 90% de las especies de mariposas que se conocen son nocturnas.
Dicen que ver una mariposa da suerte. Esto se debe a que no solemos ver numerosas durante el día, sobre todo si vivimos en ciudades. La verdadera causa de su ausencia durante las horas de sol es que el 90% de las especies de mariposas que se conocen son nocturnas.
Aunque comúnmente se llama polillas a todas la nocturnas, en realidad, las polillas (heteróceros) son sólo algunas familias de mariposas cuyas larvas se alimentan de fibras textiles o alimentos almacenados.
Las mariposas de día (ropalóceros) constituyen tan solo del 6 al 11% del grupo de los lepidópteros, mientras que los heteróceros representan entre el 84 y el 94% del mismo grupo de insectos con alas.
Tanto las mariposas como las polillas son holometabólicas, lo que significa que experimentan una metamorfosis completa desde el huevo hasta la oruga y desde la crisálida hasta el adulto. Se dice que si tocas la ala de una mariposa su “polvo” se cae y esta no podrá volar, pero eso es una falsa leyenda. Las mariposas producirán ese polvo, que en realidad se llaman escamas, a lo largo de su vida.
Las escamas cumplen con diferentes funciones que pueden variar según las especies como desprender perfumes para atraer al sexo opuesto o también para camuflajearse de los depredadores.
Las mariposas más grandes conocidas en el mundo son las Alas de Pájaro que tienen una envergadura de hasta 30 cm de ancho y provienen originalmente de Nueva Guinea.