Las olas de calor marinas aumentan un 50 por ciento en el último siglo
Las olas de calor marinas se han incrementado en un 50% durante el último siglo, según ha divulgado este miércoles un estudio de la Universidad de Australia Occidental. Estos fenómenos climáticos extremos, en los que se producen largos periodos con temperaturas anormalmente altas en la superficie de los océanos, sumados al cambio climático, pueden comportar efectos devastadores para los ecosistemas.
Las olas de calor marinas se han incrementado en un 50% durante el último siglo, según ha divulgado este miércoles un estudio de la Universidad de Australia Occidental. Estos fenómenos climáticos extremos, en los que se producen largos periodos con temperaturas anormalmente altas en la superficie de los océanos, sumados al cambio climático, pueden comportar efectos devastadores para los ecosistemas.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, se basa en la observación vía satélite de las temperaturas oceánicas y los registros históricos durante los últimos 100 años. De esta manera, los autores han podido apreciar que a principios del siglo XX los ecosistemas marinos solían experimentar 30 días de calores extremos al año, mientras que ahora soportan 45 jornadas. Además, los expertos creen que «debido a la probabilidad de que continúe el calentamiento de la superficie oceánica a lo largo del siglo XXI y el incremento de la tendencia en las últimas décadas, podemos esperar un aumento en el futuro de las olas de calor marinas con un impacto económico y ecológico sustancial para nuestro océanos».
La sobreexposición a un calentamiento extremo tiene un «impacto en la biodiversidad, así como en las actividades económicas, incluyendo la pesca y la agricultura», ha apuntado Wernberg, doctor del Instituto Oceánico de la universidad australiana, que ha explicado que las olas de calor marinas pueden suponer una pérdida prolongada de los bosques de algas, blanqueo de los corales, la muerte de invertebrados marinos y variaciones en las rutas de los peces. Wernberg ha puesto el ejemplo de la situación actual en la costa de Australia Occidental, donde la muerte de corales y algas, y la posterior migración de los peces ha supuesto el cierre de importantes caladeros para la economía local, informa Efe.