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Las singularidades de las elecciones del 4 de mayo en Madrid

Las singularidades de las elecciones del 4 de mayo en Madrid

Kiko Huesca | EFE

La Comunidad de Madrid afronta el primer adelanto electoral de su historia en las autonómicas del martes 4 de mayo, unos comicios que además serán singulares por celebrarse en un día laborable, en plena pandemia, con un clima político muy polarizado y muchos intereses nacionales en juego.

Por qué te lo contamos: este domingo comienza la campaña para estas atípicas elecciones madrileñas, con cinco claves que las diferencian de otros comicios autonómicos.

Adelanto electoral

En la Comunidad de Madrid no ha habido hasta ahora elecciones anticipadas pero sí un caso de repetición electoral tras el ‘tamayazo’ del 10 de junio de 2003, nombre con el que se conoce a la ausencia de los diputados socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez durante la votación para elegir presidente de la Asamblea de Madrid, que acabó en manos del PP, lo que provocó un bloqueo institucional.

En esta ocasión, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso (PP), decretó un adelanto electoral tras romper con su socio de Gobierno de Ciudadanos ante el temor de que estos presentaran junto al PSOE una moción de censura contra ella, como había ocurrido en Murcia contra los populares.

A continuación, el PSOE y Más Madrid registraron sendas mociones de censura contra Ayuso al entender que aún no había sido disuelta la Asamblea de Madrid y el caso acabó en los Tribunales, que dieron el visto bueno a la convocatoria de elecciones anticipadas, con un coste estimado de 19,5 millones de euros.

Estas elecciones tendrán lugar justo dos años después de los anteriores comicios autonómicos, en mayo de 2019, y el mandato del Gobierno resultante tendrá una duración máxima de dos años, ya que habrá nuevas elecciones autonómicas como tarde en 2023 al tener que cumplir con los plazos de la legislatura originaria, según establece el Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid.

Cita con las urnas en día laborable

Los madrileños están llamados a votar el martes 4 de mayo, ya que, según la Ley Electoral de la Comunidad de Madrid de 1986, tienen que pasar 54 días desde la convocatoria.

Las elecciones serán por lo tanto en un día laborable, algo que sólo había ocurrido previamente en una ocasión, concretamente el 10 de junio de 1987 (miércoles), cuando el PSOE de Joaquín Leguina ganó por segunda vez en la Comunidad, aunque perdió la mayoría absoluta.

Además, el martes 4 de mayo cae justo después del puente de mayo: el sábado 1 es la fiesta internacional del Trabajo, y la festividad del Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid, se traslada este año al lunes 3.

Algunos partidos como Más Madrid solicitaron que el 4 de mayo también fuera festivo para facilitar el derecho al voto, pero el Gobierno regional descartó esta posibilidad y estableció permisos retribuidos de entre dos y cuatro horas en función del horario laboral para que los trabajadores puedan acercarse a su colegio electoral a votar.

Elecciones en pandemia

La pandemia[contexto id=»460724″] obligó a retrasar las elecciones autonómicas gallegas y vascas, que originalmente estaban previstas en abril de 2020, cuando todo el país estaba confinado, pero las madrileñas tendrán lugar en la fecha prevista, al igual que ocurrió con las catalanas de febrero de 2021.

El hecho de que las elecciones madrileñas sean en día laborable sumado a la celebración de unos comicios en pandemia puede favorecer el voto por correo, debido en este último caso al temor o la imposibilidad de acercarse al colegio electoral.

Por ello, la Comunidad de Madrid habilitará horarios especiales para que puedan votar presencialmente personas mayores de 65 años o con discapacidad, en cuarentena, así como ciudadanos con coronavirus o sospecha de tenerlo.

Además, se intensificará la limpieza de los colegios electorales, que tendrán controles de acceso y medidas especiales de seguridad, y los miembros de las mesas electorales llevarán guantes y mascarillas FFP2.

Fuerte división

El clima de tensión política en la Comunidad de Madrid ha ido a más tras el decreto de adelanto electoral, especialmente entre Ayuso y el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, con críticas cruzadas sobre la gestión de la pandemia y la vacunación.

Frente al mensaje de «socialismo, comunismo o libertad» que ha enarbolado Ayuso, Podemos ha respondido con la disyuntiva «fascismo o antifascismo», mientras que otros partidos como PSOE y Ciudadanos se afanan en mostrarse fuera de los extremos.

La crispación dio paso a la violencia en el mitin de Vox celebrado el 7 de abril en Vallecas, donde hubo enfrentamientos entre manifestantes contrarios al acto y la Policía Nacional que acabaron con 35 personas heridas y trece detenidos.

Repercusión nacional

Las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid siempre tienen repercusión a nivel nacional por los intereses en juego, pero en este caso aún más.

La importancia de estos comicios en el tablero político español se hizo evidente cuando el entonces vicepresidente de Gobierno, Pablo Iglesias, anunció que dejaba el cargo para presentarse como candidato de Unidas Podemos.

Por su parte, Ayuso, está dispuesta a hacer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su contrincante real en las elecciones y La Moncloa está participando activamente en este cuerpo a cuerpo.

Vox aspira a ser más decisivo en el futuro Gobierno de la mano de Ayuso, favorita en todas las encuestas, mientras que Ciudadanos lucha por sobrevivir y no perder su grupo parlamentario, lo que supondría una herida de muerte tras los desastres electorales en Cataluña y las últimas elecciones generales de noviembre de 2019.

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