Así se beneficia España de la crisis del petróleo y del pánico terrorista

España va camino de batir un nuevo hito. El sector turístico se frota las manos con las cifras actuales y las que presagian que van a producirse. Entre enero y abril de este año llegaron 18,1 millones de turistas extranjeros, un 13% más que en el mismo periodo de 2015. Diversos factores se han aliado a favor para que esa tendencia sea ascendente, por lo que los empresarios estiman que en temporada alta (de junio a septiembre) podrían llegar hasta 36 millones de viajeros, cuatro más que el año pasado. Esto supondría que 2016 podría ser el año de los 72 millones de turistas. Máximo histórico.

Si los pronósticos se cumplen, España pelearía con EEUU para arrebatarle la segunda posición en el ranking mundial de destinos turísticos. Según datos del Ministerio de Industria, los ingleses serán los turistas más numerosos este verano. De Reino Unido procederán el 23% de las llegadas, que junto con Francia y Alemania, suman el 53% de las reservas. En cuanto a las causas de este incremento, varios factores han confluido para que España se posicione entre los destinos preferidos de los turistas. Los principales son: la inestabilidad generada por el terrorismo yihadista en Túnez, Egipto y Turquía, los atentados de París, la crisis de refugiados que afecta especialmente a Grecia, la depreciación del euro frente a otras divisas y la bajada de precio de los billetes de avión por el petróleo barato.

Estos buenos datos también se traducirán en puestos de trabajo. Según Adecco, entre los meses de junio a septiembre se crearán 1.131.700 contratos de trabajo, un 10% más que en el mismo periodo de 2015.