El “Polaquito”, el coche que pone a prueba el ingenio cubano
Los turistas suelen tomarse fotografías con los “Polski” o “Polaquitos”, como son apodados estos coches de dos cilindros y con puerta trasera en Cuba, tan anacrónicos como los enormes clásicos estadounidenses de los años cincuenta llamados “Almendrones” o los Lada y los «Moscovitas» provenientes de la antigua Unión Soviética. «2016 ha sido el año del Fiat 126p», ha asegurado Hendy Coba, presidente de Amigos del Motor, un club de propietarios de coches de La Habana, según recoge la agencia de noticias AP.
Después de la caída del Muro de Berlín, los Fiat 126p pasaron a la retaguardia y muchos de estos pequeños coches polacos quedaron fuera de servicio, pero la situación por la que atraviesa Cuba ante los recortes del crudo subsidiado de Venezuela ha hecho que vuelvan a rodar gracias al ingenio de los mecánicos cubanos que los han dotado de motores más potentes, suspensiones más fuertes y mejores cajas de velocidades. Estos iconos de la Guerra Fría se pasean por las calles habaneras, aunque en ocasiones sus dueños tengan que abrir la puerta trasera en busca de dar escape al aire caliente de la máquina. Una solución en un país cuyo salario medio ronda los 22 euros.
Los turistas suelen tomarse fotografías con los “Polski” o “Polaquitos”, como son apodados estos coches de dos cilindros y con puerta trasera en Cuba, tan anacrónicos como los enormes clásicos estadounidenses de los años cincuenta llamados “Almendrones” o los Lada y los «Moscovitas» provenientes de la antigua Unión Soviética. «2016 ha sido el año del Fiat 126p», ha asegurado Hendy Coba, presidente de Amigos del Motor, un club de propietarios de coches de La Habana, según recoge la agencia de noticias AP.