Detienen durante seis meses el famoso Reloj Astronómico de Praga
El célebre Reloj Astronómico de Praga, construido a principios del siglo XV y una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, ha dejado de funcionar este lunes con motivo de su restauración, ha anunciado el ayuntamiento de la capital checa. Esta será la mayor restauración del reloj tras la Segunda Guerra Mundial, por la cual será desmontado por completo.
El célebre Reloj Astronómico de Praga, construido a principios del siglo XV y una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, ha dejado de funcionar este lunes con motivo de su restauración, ha anunciado el ayuntamiento de la capital checa. Esta será la mayor restauración del reloj tras la Segunda Guerra Mundial, por la cual será desmontado por completo.
El motivo de esta decisión es el de «salvaguardarlo para las próximas generaciones», ha declarado el consejero del ayuntamiento para Asuntos Culturales, Jan Wolf, que ha indicado que el trabajo de restauración durará seis meses. «El reloj de la ciudad vieja es uno de los símbolos de Praga y su restauración constituye una decisión necesaria y responsable», ha agregado Wolf.
Este aparato está ubicado en la fachada del ayuntamiento de la ciudad vieja. Cada hora desfilan las figuras animadas de los doce apóstoles, sobre un astrolabio que muestra el movimiento de los astros entre los signos del zodíaco. El desfile de los apóstoles termina al cabo de un minuto con el cacareo de una figura dorada, que representa un gallo agitando sus alas.
Construido antes del nacimiento de Nicolas Copérnico, el aparato, que conserva tres cuartos de sus piezas originales, fue concebido a partir de la hipótesis según la cual la Tierra se situaba en el centro del Universo. Son muchas las leyendas que han circulado con respecto a este reloj, cuyas manecillas se detuvieron en 2002, a causa de una inundación.
Praga es una ciudad muy visitada durante las navidades, en especial en la noche del 31 de diciembre. En concreto, unas 5.700.000 personas visitaron la capital checa en 2017, según datos aportados por la Oficina de Turismo de Praga. Entre los lugares más emblemáticos de la ciudad se encuentran el puente de Carlos, el monte Petrín, el barrio judío o el Reloj Astrológico.