El caimán Muja se ha convertido en el más viejo del mundo en cautividad tras la muerte, en mayo, del famoso Saturn del zoo de Moscú, que nació en 1936. Según la prensa de la época, Muja tenía dos años cuando llegó al zoo de Belgrado en 1937, procedente de un zoo de Alemania.
En contexto: Muja ha sobrevivido a bombardeos y cambiado de país pero nunca, desde que llegó al zoo de Belgrado hace 83 años, ha dejado su pequeña piscina, hasta convertirse en el caimán en cautividad más viejo del mundo.
El zoo no sabe qué edad tiene exactamente, pero una campaña de publicidad marca esta semana su llegada a Belgrado en 1937, proveniente de un zoo de Alemania. Sin embargo, los empleados del zoo estiman que el reptil tiene más de 90 años.
«Es un viejo señor y respetamos su edad», explica sonriendo Jozef Edvedj, veterinario principal del zoo, mientras un grupo de empleados empujan una rata muerta hacia las mandíbulas del reptil, lentamente. Muja tiene «buena salud para su edad», según el veterinario. La única vez en la que les dio un susto fue en 2012, cuando una gangrena les obligó a amputarle su pata delantera derecha.
Muja no se mueve mucho a causa de su edad, pero a veces recobra un poco de viveza cuando le dan de comer, una o dos veces al mes. En los últimos tiempos, suele necesitar que lo ayuden para encontrar a su «presa», y los empleados se la colocan justo delante de la boca. Su menú se compone de ratas despellejadas, conejos, pájaros, carne de caballo o de ternera, minerales y vitaminas, precisa Edvedj.
Sin haber abandonado nunca sus dominios, una piscina de 12 x 7 metros, Muja sobrevivió a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, que devastaron el zoo y mataron a la mayor parte de los animales y a seis empleados. El caimán llegó a Belgrado cuando esta era la capital del reino de Yugoslavia. Vivió la era socialista, luego la sangrienta disolución de la ex-Yugoslavia, que terminó en 1999 con más bombardeos, de la OTAN esta vez.
El hecho de ser un animal de sangre fría ralentiza el metabolismo de Muja y prolonga su vida, según el veterinario. «Espero que podamos celebrar su centésimo cumpleaños, creo que puede vivir cómodamente otros 15 o 20 años».