El cambio de hora esta primavera será en la madrugada del sábado al domingo 28 de marzo, cuando a las 02:00 serán las 03:00, por lo que esa noche dormiremos una hora menos. Esta modificación se aplica en todos los países de la Unión Europea (UE), con la intención de ajustar las horas de luz natural a la jornada laboral, por lo que a partir del domingo va a amanecer y atardecer más tarde.
En contexto: el cambio de hora se remonta a la década de los 70, con la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz natural del sol y consumir menos electricidad. En el caso de España el cambio se introdujo en 1974. En 1980, la Comunidad Económica Europea -de la que España aún no formaba parte- publicó la primera directiva para poner orden sobre el tema en los diferentes países.
Pero no todo es positivo en el cambio de hora y es que suele tener efectos secundarios como insomnio, somnolencia, irritabilidad o mareos, especialmente en niños y ancianos. Y a pesar de que se han realizado muchos estudios acerca de sus consecuencias, ninguno de ellos ha aportado resultados concluyentes.
Lo que sí que es un hecho es que se produce una alteración del sueño debido al cambio de hora, ya que el horario de trabajo sigue siendo el mismo aunque se haya dormido una hora menos. Por eso, puede provocar efectos como el jet-lag o un aumento de migrañas.
Además, los humanos no somos los únicos que sufrimos por el cambio de hora. Se está investigando también los efectos que puede provocar a los animales. Y es que puede alterar las horas de alimentación o las del sueño de los animales.
El año pasado, el Parlamento Europeo solicitó a todos los países miembros que pusieran fin a esta alteración de cambio de horario a partir del año 2021 y cada país podía elegir libremente si desea mantener el horario de verano o el de invierno.
El debate sobre este ajuste lleva vigente durante varios años y finalmente en 2018 se aprobó con 410 votos a favor, 197 en contra y 51 abstenciones tras una propuesta de la Comisión Europea por una consulta pública.
En el caso de España, se creó un comité de expertos para que evaluaran cuál sería el impacto que tendría para el país suprimir el cambio de horario. Debido a que el plazo para suprimir los cambios en la Unión Europea se mantiene hasta el 1 de abril de 2021, el Gobierno ha decidido mantener el cambio estacional hasta esa fecha y después decidir qué va a hacer.