Cómo excitar a una mujer a través de sus pezones: una guía esencial (en 7 pasos)
Son una de las zonas erógenas principales de las mujeres, pero muchas personas no saben cómo tocarlos. Te enseñamos a continuación
A la hora de jugar en la cama, toda idea –siempre que le guste a los participantes– es buena. Hoy en THE OBJECTIVE nos vamos a centrar en los pezones femeninos, un lugar del cuerpo muy atractivo pero comúnmente mal excitado. La mayoría de hombres se lían y no saben por dónde empezar. ¿Los toco directamente? ¿Los absorbo? ¿Y si le duele? ¿Pellizco los dos a la vez?
Lamentablemente –para algunos–, a cada mujer le gusta una cosa diferente en horizontal, por eso las reglas no siempre son comunes de una fémina a otra. Las hay que tienen los pezones más sensibles, las que les gusta ser sumisas y que se los muerdas, las que únicamente quieren un beso casto… Lo suyo, lector, es que te lances a hacer lo que vamos a decirte a continuación pero que, pasados unos minutos, le preguntes si le gusta lo que estás haciendo o no.
Hay mujeres que no se cortan y te dicen claramente que pares, que así no o que sigas. Pero –lamentablemente, otra vez– la mayoría se calla por pudor o vergüenza, sobre todo si no tiene confianza con el otro ser humano que hay al lado y que está intentando Dios-sabe-qué con sus pezones.
Cómo excitar los pezones de una mujer: una guía básica para acertar seguro
La finalidad de los pezones, como suponemos que sabrás, es la de producir leche para abastecer al bebé que ha nacido. Además de esto, son una de las principales zonas erógenas de la mujer, sobre todo por los cientos de terminaciones nerviosas que tienen, lo que los hace tan sensibles al tacto. Asimismo, revelan si una mujer está excitada o no, ya que en caso afirmativo sus pezones se endurecerán, volviéndose más sensibles aún.
Una vez hechas las presentaciones, vamos al tema que nos ocupa y por el que estás aquí: ¿cómo debo excitar los pezones de mi compañera sexual? Sigue leyendo, es muy sencillo.
1) Empieza tocando por encima de la ropa
No hay nada más antimorbo que un tío que va directamente a las zonas erógenas. Si eres así, deja de hacerlo. Da igual que lleves con tu pareja años o que ya sepas lo que funciona: hay que empezar a palpar siempre con una tela de por medio. Es mucho más excitante, y aumentará la sensibilidad de las zonas erógenas cuando empieces a quitar capas de tela entre su piel y tu mano. Así pues, como los pezones es el tema que nos ocupa, empieza a tocarle los pechos por encima de la ropa. Es muy excitante hacerlo desde atrás, cogerlos bien con la mano y apretar y soltar, suavemente.
2) Mete la mano por debajo de la camisa
Una vez allanado el terreno, toca comenzar a echar el abono. Debes introducir tu mano, o manos, por debajo de su ropa. Llegado a este punto, puedes quitarle la camiseta y el sujetador, si lo lleva, o apañarte con las prendas puestas. Ya rozando la piel del pezón con tu propia piel, comienza a tocar el pecho en su conjunto. No te centres aún en el pezón.
3) Comienza a tocar suavemente alrededor del pezón
Ya pasamos a tocar el tema que nos ocupa. Para empezar a acariciar el pezón, lo mejor es utilizar un dedo o dos, y nunca la mano entera. Rodea con tu dedo su areola, muévelo con dulzura y dale pequeños toques. Todo esto de forma suave.
4) Frota los pezones suavemente
En el punto 3 no te puedes extender mucho, ya que si repites el mismo movimiento sobre la zona durante bastante rato comienza a ser molesto. Una vez que ya le has dado mimos al pezón, pasamos a darle un poco de caña. Debes frotar los pezones lentamente, aumentando paulatinamente la velocidad y la presión a medida que la mujer se excita. Si ves que no le gusta, retrocede y hazlo más lento.
5) Pellizca
Ya hemos entrado en faena, y ahora toca pellizcar los pezones. Si lo haces suavemente, se excitará muchísimo. Este es un buen momento para usar tu mano libre, bajarla al clítoris y comenzar a trabajar los bajos fondos para intensificar las sensaciones.
6) Lámelos, muérdelos y succiona
Ya debería estar muy excitada, así que es la hora de utilizar tu boca y tu lengua. Lame los pezones y muérdelos (con cuidado) mientras le coges el pecho entero con tu mano. Juega con tu lengua como bien sabes hacerlo: cambia movimientos y presión, y succiona con cariño, sin emocionarte demasiado, no vayas a hacerle daño.
7) Pregunta: «¿Te gusta?»
Como te decíamos al principio, es fundamental preguntar. La comunicación en materia sexual no suele ser buena ni en parejas ni en compañeros íntimos casuales, lo que lleva a actuar torpemente, a cometer errores y a no disfrutar todo lo que pudiéramos haberlo hecho. Al final, un encuentro íntimo es para pasarlo bien, para conectar contigo mismo y con la otra persona, y sólo tiene sentido si recibimos lo que nos gusta y cómo nos gusta. Si nos hace sentir bien. Por eso, si ella no te da feedcback, pregunta: ¿te está gustando? ¿Te hago daño? ¿Más rápido? ¿Quieres más fuerte? ¿Quieres que te los muerda? Etcétera.
¡Suerte!