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Sexo lésbico: consejos para la primera vez con una mujer

La vida da muchas vueltas y es habitual que una mujer acabe en la cama de otra aun sin ser homosexual o bisexual. Para ellas, y para todas, hemos elaborado una guía

Sexo lésbico: consejos para la primera vez con una mujer

Gtres

La primera vez que se tiene sexo lésbico –mujer con otra mujer–, puede ser bastante intimidante y extraño si anteriormente solo se ha estado con hombres. Pero, al final, el terreno de la sexualidad es tan amplio que una nunca sabe de qué agua va a beber, y es más que probable que una fémina acabe intimando con otra a lo largo de su vida, aun sin considerarse homosexual o bisexual.

Al respecto, la bisexualidad es un tema curioso, ya que no siempre nos gusta solo la carne o solo el pescado. Esto indicaría lo que afirma la Doctora Ruth Westheimer en su exitoso libro Sexo para dummies, publicado en España por la editorial Planeta. La experta considera así que la bisexualidad no es siempre permanente y que puede ir variando a lo largo de nuestra vida.

«En mi área de conocimiento hay varias cosas que aún no están del todo claras. Una de ellas es el punto G, y otra el tema de la bisexualidad. Indiscutiblemente, hay personas que tienen relaciones sexuales tanto con personas del mismo sexo como con las del sexo opuesto. La pregunta es si estas actividades responden a un estado permanente o transitorio», apunta.

«Quienes en algún momento se sienten bisexuales, generalmente piensan que van a serlo toda la vida. Sin embargo, algunas investigaciones indican que algunos bisexuales terminan siendo heterosexuales o bisexuales. Y no me estoy refiriendo a la pareja que tienen en cada momento, sino a cómo se sienten», aclara Westheimer en su libro.

Así pues, como vemos, no sería tan raro que alguna mujer se encuentra ante su primera vez con otra mujer a lo largo de su vida. Para todas ellas, y para algún que otro curioso que haya leyendo estas líneas, vamos a ver qué consejos se les pueden dar para que disfruten del momento lo máximo posible.

Es importante comunicarse con la otra mujer

En realidad, el sexo es similar entre un hombre y una mujer que entre dos mujeres o dos hombres. Al final, cada uno es diferente y tiene unos gustos determinados, una personalidad en horizontal, unas necesidades que requiere a la otra persona, una actitud pasiva o activa ante el acto…

Así pues, en el sexo lésbico ocurre lo mismo, lo único que no hay un pene –de carne y hueso– mediante. Todo dependerá de ti misma y de tu compañera sexual. Por eso, si es tu primera vez, debes decírselo a la fémina en cuestión para que ella te guíe, vaya más despacio o te tranquilice ante la nueva aventura que vais a vivir juntas.

Como siempre, no debes tener miedo, vergüenza o reparo en decir si algo no te gusta o en expresar cómo eres bajo las sábanas. No a todos nos gustan las mismas cosas y esta variedad hace del sexo algo mucho más interesante.

Masturbarte para practicar

Una mujer será mejor amante de otra mujer si conoce su cuerpo. Cada fémina es un mundo pero todas tenemos lo mismo bajo la ropa, por eso es importante saber dónde está cada cosa y cómo llegar a ellas. Obviamente, hablamos de autoexplorarse y masturbarse.

«Otra buena forma de aprender más sobre vulvas, vaginas y clítoris es colocando un espejo entre tus piernas y mirarte detenidamente. Las vulvas de las personas varían en apariencia (así que no te sorprendas si la de su pareja no se parece mucho a la tuya), pero profundiza un poco más y encontrarás que las partes importantes generalmente se encuentran en un área similar», matizan los expertos en sexualidad de Cosmopolitan UK.

Empezar con la masturbación ajena

Los tocamientos, besos y roces es lo más fácil cuando empiezas con una mujer, lo más complicado viene después, con el sexo oral, la masturbación y la penetración. Por norma general, las mujeres que han estado con hombres no han tenido que insertar nada en cuerpo ajeno (más allá del sexo anal con un varón, pero el porcentaje sigue siendo residual). Por eso no tienen ni idea de cómo hacer un dedo o introducir un juguete sexual en la vagina de su compañera.

Lo mejor es ir poco a poco. Empezar con un dedo y poco a poco ir introduciendo más. No te estreses, poco a poco, lo mejor es asegurarse de que a la otra persona le gusta y que no le haces daño. Ella ya sabe que no eres experta en masturbación femenina ajena, así que no te preocupes ni lo más mínimo.

Ella te puede indicar cómo proceder una vez dentro. Si estás animada y ves que la cosa va bien, puedes intentar estimular el punto G, que se ubica en la parte superior de la vagina, aproximadamente entre 6 y 12 centímetros directamente debajo de la uretra. Para que te hagas una idea: si la vagina fuera un reloj, este punto erógeno está a las doce en punto

Un truco muy eficaz para estimular esta zona es poner los dedos (dos o más) en forma de ‘C’ o gancho, e introducirlos en la vagina. La punta debe apuntar hacia donde está el punto G. Una vez dentro, mover la zona de las yemas de los dedos arriba y abajo, y también los dedos en sentido circular.

¿Juguetes sexuales?

Si es tu primera vez con una mujer y tú de por sí no eres dada a usar juguetes sexuales, es mejor que lo dejes para capítulos posteriores, a no ser que tu pareja te pida que los uses, claro, ahí te lo puedes pensar. Pero si no es así y ella los usa como complemento, es mejor que la primera vez sea únicamente piel con piel, así aprenderás y sentirás todo mucho más.

Si alguna de las dos sois vaginales, no obstante, sí que conviene echar mano a un juguete, si no puede ser difícil que alcancéis el orgasmo.

Acariciar y estimular los pechos

Una de las cosas que más llama la atención a una mujer que tiene sexo con otra mujer por primera vez es el hecho de tocar los pechos. Más de una de nosotras ha visto pechos femeninos ajenos a lo largo de nuestra vida, incluso los ha tocado, de medio broma, pero de ahí a tenerlos delante e intentar excitarlos y besarlos hay un mundo.

Como siempre, no te estreses. Sabes perfectamente cómo hay que hacerlo porque los hombres lo han hecho (mejor y peor) contigo a lo largo de muchos años. Aunque cada una somos un mundo, lo ideal es que sigas esta guía que te hicimos en THE OBJECTIVE al respecto y que consta de siete pasos muy útiles.

Sexo oral

Lo mejor es que sigas tu instinto: ella tiene lo mismo que tú ahí abajo. Empieza poco a poco, separando los labios mayores y lamiendo el clítoris suavemente. Tu compañera te indicará cómo le gusta, y si no se lo preguntas tú. Las hay a las que les gusta muy fuerte, muy rápido, a otras más lento y suave, las hay que requieren penetración mientras se les lame el clítoris… En fin, un mundo nuevo y húmedo que tendrás que descubrir.

En cuanto a las posturas, déjate guiar por tu compañera: ella sabrá enseñarte cómo es mejor. De todas formas, abordaremos este tema en otra entrega en THE OBJECTIVE. Estate atenta, si te interesa, y disfruta mucho esta nueva vertiente sexual que has comenzado.

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