Doce meses en doce tendencias: las modas que han triunfado en 2021
El fin de año es la ocasión ideal para echar la vista atrás y repasar las tendencias que han marcado estos meses para confirmar su influencia en nuestros armarios
Un año parece poco tiempo pero la verdad es que es un periodo que da para mucho… al menos en cuanto a moda se refiere. En apenas doce meses vivimos tres temporadas distintas, inauguramos el año en invierno para, más tarde, darle la bienvenida a la primavera-verano y, finalmente, volver a una nueva época otoñal. Por supuesto, todo ello acompañado de sus respectivas tendencias, periodos de rebajas, desfiles internacionales y cambios de armario.
Este año pasará a la historia como un año de tránsito en el mundo de la moda. Partíamos de un 2020 marcado por la pandemia así que ha sido el momento en que hemos recuperado parte de la normalidad, lo que ha tenido una traducción directa en nuestra forma de vestir. Volvieron los eventos sociales, como las bodas y otras celebraciones, reabrió el ocio nocturno y, para muchos, se terminó el teletrabajo. Sin embargo, nos negamos a decir adiós a otras tendencias que fueron fruto de la situación sanitaria como el auge de la moda sporty y los looks comfy para ir más allá del umbral de nuestras casas.
En diciembre se suceden todo tipo de repasos del año que está a punto de terminar y en THE OBJECTIVE no vamos a ser menos y vamos a poner nuestro foco en la moda. Para ello, vamos a hacer un viaje retrospectivo para volver a revivir los últimos doce meses y repasar cuáles fueron las tendencias imperantes que se fueron sucediendo. Un tránsito en el que podrás comprobar en cuantas de las doce tendencias que han reinado durante este año has sucumbido.
Enero: los ‘total looks’ en punto
El año arrancaba con un tejido como protagonista absoluto: el punto. La moda se abrigaba al máximo y para ello te invitaba a vestir de este material de la cabeza a los pies. Podíamos elegir entre un momento comfy, con vestidos largos o jerseys en su versión más oversize, pero el punto daba una nueva imagen de pura elegancia gracias a los ceñidos vestidos columna.
Cualquier prenda de punto era bienvenida a nuestro armario así que hacíamos huecos a rebecas, ponchos o faldas entubadas. Eso sí, la tendencia también nos indicaba que este tipo de diseños iban mucho mejor en parejas, o incluso en tríos, convirtiendo el total look en una decisión estilística súper acertada.
Febrero: los complementos guateados
Superada una tormenta histórica como Filomena, el frío se había instalado en nuestras vidas y los tejidos más abrigados campaban a sus anchas por nuestros outfits diarios. Uno de los favoritos era el guateado, ese tejido acolchado que todos conocíamos por los plumíferos y que de repente podíamos ver en todo tipo de prendas y accesorios.
Los complementos sucumbieron rápidamente a este moda guateada. Bolsos y zapatillas adoptaron sus tamaños más oversize… ¡y no fueron los únicos accesorios!. Los recién llegados bucket hat, las bufandas y hasta los relojes también se disfrazaban al más puro estilo Michelín.
Marzo: las joyas de eslabones
El tránsito de una temporada a otra es el momento idóneo para fijarse en otros detalles como los accesorios. En marzo llegaba la confirmación absoluta de que el reinado de la joyería minimal había tocado a su fin destronados por las grandes piezas metálicas formadas por eslabones. ¡Volvían las joyas XXL!
Las cadenas lo invadían todo, incluso se trasladaron a otros accesorios como bolsos y calzado, pero se dejaban ver, sobre todo, en los collares. La tendencia nos obligaba a lucir collares de varios pisos o recurrir a más de uno para lograr el escote soñado. Además, los eslabones también tenían su traducción en largos pendientes y hasta los anillos debían de llevarse en familias.
Abril: gabardinas y saharianas
Con la llegada de la primavera también llegaba el momento de irse despidiendo de los abrigos más invernales para comenzar a utilizar prendas de entretiempo. Llegó la época de los trenchs y las gabardinas en tonos beiges o arena se convertían en imprescindibles. El estilo sahariana era lo imperante así que los grandes bolsillos invadían las prendas al más puro estilo safari.
El negro se quedaba en un segundo plano, el marrón llegaba a nuestras vidas como un vaticinio de lo que nos iba a tener reservada la próxima temporada. Toda la paleta de los tonos tierra era válida para esas prendas de entretiempo cargadas de estilo y que también aceptaban prendas como las sobrecamisas o las cazadoras.
Mayo: el denim en versión ‘patchwork’
Cuando pensábamos que el estilo de los vaqueros ya había dado un giro de 180 grados al dejar atrás el pitillo y poner de moda patrones oversize, como los balloon o las campanas, el terreno denim aún nos depara una vuelta de tuerca y era la llegada del patchwork. El vaquero ya no tenía la estética a la que nos habíamos acostumbrado y llevar sólo un tono de tejano ya no bastaba.
Aunque la influencia se dejó ver sobre todo en los pantalones, la mezcla de distintos retales invadió todo tipo de prendas como cazadoras, camisas, vestidos y hasta accesorios. ¿Lo máximo? Lucir total looks con dos prendas del mismo estilo.
Junio: la era de los monos
El 2021 ha servido para definir el mono como una prenda con autonomía propia. Cualquier firma o colección ya tiene que incluir entre sus propuestas este tipo de piezas que, como los vestidos, pueden ofrecer mil caras distintas. Tan válidos para lucir perfecta en una ceremonia como para ir a la piscina. ¿Quién puede ofrecer tanto abanico de posibilidades?
Con la llegada del buen tiempo los habituales monos se fueron acortando dejando en libertad piernas y brazos. Los nuevos modelos de bermuda y tirantes causaban furor y empezaban a despuntar como un must para sobrellevar el verano.
Julio: bañadores en versión ‘deluxe’
El atípico verano del 2020 hacía que las vacaciones de este año fueran las más deseadas que recordábamos. Con menos restricciones, y la posibilidad de viajar con mayor libertad, ¿quién no tenía ganas de estrenar un bañador? Esas inmensas ganas convirtieron a la moda de baño en protagonista absoluta del verano y los diseños más originales y llamativos eran los más buscados.
Cualquier diseño que se saliera de lo normal, y que fuera digno de los mejores posados de las revistas de moda, era la compra deseada. De esta manera los, modelos con tirantes asimétricos, aberturas, tejidos metalizados o volantes no podían faltar en cualquier maleta. ¡Tocaba presumir de verano!
Agosto: clases de ‘cut out’
En pleno verano tuvimos que aprender un nuevo término fashionista: cut out. No era otra cosa que aberturas estratégicas en las prendas de ropa. Estos agujeros invadieron todo tipo de prendas, desde los bañadores hasta los pantalones, pero fueron los vestidos los que sufrieron más este recorte estilístico.
El cut out se podía ver en cualquier lugar de cuerpo: escote, espalda, caderas… aunque su zona favorita para hacer acto de presencia era la cintura. Ya sea en ambos lados, o de manera asimétrica, obligaba a tener un vientre plano perfecto para presumir de la nueva tendencia en moda.
Septiembre: el rejuvenecimiento de las perlas
Si la primavera estuvo marcada por los grandes eslabones, el otoño trajo consigo un nuevo descubrimiento: las perlas volvían a estar de moda. Las influencers se encargaban de gritarlo a los cuatro posts con versiones de joyas mucho más juveniles y actuales de lo que nos tenían acostumbradas este tipo de piedras.
En collares, pulseras o anillos, en su clásica versión en blanco impoluto o en otros tonos, en perfecta esfera o de manera irregular, da igual el aspecto que tengan, las perlas ha dejado de ser algo anticuado para convertirse en una tendencia absoluta para cualquier edad.
Octubre: calzado (muy) masculino
Otra de las sorpresas que no tenía deparada la llegada de la nueva temporada era la tendencia masculina en moda de mujer. Este otoño, más que nunca, las influencias del armario del hombre conquistaban el del sexo opuesto dando cabida a prendas como los trajes sastre, las camisas o los patrones oversizes. ¿Lo mejor? Atrás se quedaba el tacón para empezar a marcar el paso con zapatos planos.
Los mocasines han sido la estrella de la temporada, pero el robo del zapatero masculino no se quedaba ahí y otro tipo de calzado, como las zapatillas de estilo basket o los botines montañeros, se han convertido en un accesorio fundamental.
Noviembre: una tendencia con acento británico
Sin lugar a dudas, una de las tendencias clave de la actual temporada es la estética inglesa. Se deja ver, sobre todo, en los estampados de cuadros. Supongo que ya te habrás dado cuenta que el tartán lo invade todo durante estas semanas. Pero las Islas Británicas aún tienen mucho más que ofrecer como, por ejemplo, las faldas de tablas, los uniformes y colores de los atuendos para ir de caza o las capas.
El look british traía consigo la irrupción de un complemento que llevaba mucho tiempo aparcado de nuestros outfits. Hablamos de los pañuelos, un accesorio que se lleva atado en la cabeza y que se ha convertido en la forma más fashion de protegerse del frío y del viento esta temporada.
Diciembre: el momento de brillar
Sí, nuestro recorrido por el 2021 llega a su fin y la meta es este mes de diciembre. Como no, estas semanas están marcadas por la Navidad así que no podemos obviar los looks de fiesta y los tejidos que este año son la apuesta segura. Con el apodo bling bling hacemos mención a todos los materiales capaces de hacernos brillar más que la Navidad de Vigo.
Las lentejuelas son la opción favorita y podemos utilizarla en distintas prendas y accesorios, mucho más allá del habitual vestido. Además, podemos encontrar otras opciones como los tejidos metalizados o los iridiscentes, así como cualquier tipo de abalorio brillante que, en esta ocasión, o invaden por completo los diseños o dibujan caprichosos dibujos de estilo art decó.
A punto de estrenar nuevo año, nuevas tendencias asoman por el horizonte. ¿Qué nos tendrá reservado el 2022 para que actualicemos nuestros armarios?