Consigue la exfoliación perfecta siguiendo los trucos de los expertos en belleza

Todos queremos tener una piel saludable, luminosa y joven. Para conseguirlo, hay un paso de la rutina de belleza que no podemos olvidar: la exfoliación. Este proceso fundamental en el cuidado de la piel se debe realizar tanto a nivel facial como corporal para retirar las células muertas. Sin embargo, lo que marcará la diferencia en los resultados es saber realizarla correctamente… y no todo el mundo puede presumir de ello.

A medida que vamos cumpliendo años, la renovación celular se ralentiza y las células muertas pueden ocasionar acné, falta de iluminación y una textura irregular. La buena noticia es que, con una rutina de exfoliación adecuada,  podemos eliminar de manera segura y efectiva todas esas impurezas y restaurar el aspecto impecable de la piel.

Además, una buena exfoliación no sirve únicamente para renovar la piel sino que activa la microcirculación, lo que permitirá que los activos de los cosmético que apliquemos a continuación penetrarán mejor y mostrarán resultados más rápidos y efectivos. También es un buen sistema para mantener a rayo el acné ya que desobstruye los poros y los limpia en profundidad.

Para saber realizar una exfoliación perfecta, desde THE OBJECTIVE nos hemos puesto en contacto con expertos en la materia que nos darán todos los trucos que necesitamos saber para exfoliar el cuerpo y la cara. Prepárate para convertirte en toda una experta en el primer paso de la rutina de belleza para conseguir una piel bonita y sin imperfecciones.

Precauciones y beneficios de la exfoliación

La exfoliación ayuda a iluminar el cutis, mejorar la textura de la piel y a prevenir la obstrucción de los poros, las manchas de acné, los puntos negros y los puntos blancos. Además, «ayuda a estimular la síntesis de colágeno para mejorar la integridad de la piel y mantenerla con un aspecto terso y joven», asegura la farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermocosmética y nutrición.

Lo primero que debes de tener en cuenta es saber elegir los productos adecuados, así como los principios activos de su formulación. No todos los exfoliantes son adecuados para cualquier tipo de piel. «Un exfoliante demasiado agresivo puede causar lesiones en la superficie de la piel. De este modo, comprometemos la barrera protectora cutánea permitiendo entrar bacterias en ella y, como resultado, la aparición de irritación, enrojecimiento, inflamación e, incluso, cicatrices», advierte la especialista.

Para conocer la frecuencia con la que debes exfoliar la piel y la cantidad de productos que se puede usar a la vez, también tienes que tener en cuenta el tipo de piel así como los otros principios activos que incluyes en tu rutina de belleza. Para los novatos, lo ideal sería comenzar con un producto más suave y utilizarlo una o dos veces por semana.

Por último, si te decantas por los exfoliantes químicos, tendrás que tener en cuenta que solo deben dejarse actuar durante el tiempo que recomiende el envase. Por su parte, «los exfoliantes físicos no deben usarse más de un par de minutos», recomienda la farmacéutica Belén Acero.

Realizar una exfoliación deja expuesta y más vulnerable la piel, así que los cuidados posteriores son indispensables. El farmacéutico Iván Lorenzo, especialista de Olyan Farma, nos da algunas claves:

• Elegir bien el exfoliante. Si eliges uno químico, consulta siempre a un profesional.
• Realizar la exfoliación por las noches para evitar la exposición solar.
• Una vez realizada la exfoliación, utiliza un producto hidratante y calmante rico en antioxidantes y ácidos grasos.
• Utiliza siempre un protector solar con un factor solar SPF 50.

Consejos para la exfoliación del rostro

A día de hoy todavía existen confusiones a la hora de saber realizar una buena exfoliación facial. El momento correcto de usar los exfoliantes es después de limpiarnos la piel con un desmaquillante y un gel limpiador. Se utilizan sobre la piel húmeda y con movimientos circulares para reactivar la microcirculación de la piel y así facilitar la eliminación de impurezas.

En primer lugar, debes saber cuál es tu tipo de piel para escoger el producto adecuado. Es crucial para no dañar el rostro. «En caso de tener una piel sensible, lo ideal es optar por exfoliantes suaves con un bajo porcentaje de AHA o BHA. Por su parte, para las pieles secas la mejor opción es el exfoliante químico para evitar la fricción en la piel. En el caso de las pieles acneicas, nunca recomendamos exfoliar con un exfoliante físico, ya que podría empeorar la patología», recomienda la farmacéutica Belén Acero.

Candy García Arias, facialista de AC DermaStudio, también recomienda distintos exfoliantes en función del tipo de piel: «En pieles secas, los exfoliantes deben ser muy superficiales y suaves, ya que tienden a irritarse con facilidad por la falta de protección lipídica. En pieles mixtas y grasas se pueden hacer peeling con función equilibrante que nos ayude a seborregular y a cerrar los poros, para dar un aspecto más uniforme liso».

Una vez elegido el producto, hay que aplicarlo correctamente. Si apuestas por un exfoliante químico, sigue al pie de la letra las instrucciones del envase. Normalmente se utiliza una pequeña cantidad de producto y se aplica sobre la piel limpia, con pequeños y suaves movimientos circulares. Déjalo actuar el tiempo indicado y retíralo con agua tibia.

Si, por el contrario, has optado por un exfoliante físico, «recomiendo aplicarlo en la ducha ya que el calor y la humedad del agua abre los poros ayudando al proceso de exfoliación y eliminación de las células muertas», recomienda Belén Acero. En estos casos, reparte el producto por todo el rostro con movimientos circulares, suaves y ascendentes.

Después de exfoliar el rostro, asegúrate de enjuagar bien el producto y seca la piel con una toalla limpia. Para terminar, aplica una crema hidratante para devolver la hidratación y el confort a tu rostro.

Consejos para la exfoliación corporal

Para llevar a cabo una exfoliación corporal podrás encontrar exfoliantes húmedos y alternativas secas. ¿Cuál usar? Todo depende del momento. Unos son perfectos para la ducha y los otros para utilizarlos previamente. Los exfoliantes húmedos son idóneos para pieles normales, secas o sensibles y los exfoliantes secos para pieles grasas, mixtas o con celulitis.

Sea del tipo que sea, para la exfoliación debes aplicarlos sobre la piel masajeando en círculos. Después, aclara con abundante agua muy fría. Esto es un truco de experto ya que la baja temperatura activará la circulación sanguínea, eliminando la grasa e impurezas de la piel.

La mayoría de las personas necesitan dos exfoliantes diferentes, uno para el rostro y otro para el cuerpo. Para el corporal, muestra especial atención a los talones, los codos y las rodillas ya que, generalmente, tienen una mayor acumulación de células muertas. Además, «tienen una piel más gruesa, por lo que pueden soportar una exfoliación mayor», finaliza la farmacéutica Belén Acero.

Hay otras zonas, como la espalda, los hombros o el pecho que pueden tener más desequilibrios grasos y producir acné, según detalla Candy García Arias de AC DermaStudio, «podemos exfoliar nuestra piel con peelings mecánicos de granulo fino que nos ayuden a desprender gradualmente las células muertas y a preparar las nuevas, siendo éstas más hidratadas y flexibles», recomienda la experta.

Los profesionales recomiendan realizar la exfoliación corporal una vez a la semana durante todo el año. Deberás de frenar si notas que tu piel padece dermatitis, quemaduras o heridas de cualquier tipo.

Un exfoliante para cada tipo de piel

Existen tres tipos de exfoliantes e Iván Lorenzo, farmacéutico y director científico de Olyan Farma, nos enseña cuáles son:

1. Exfoliantes mecánicos: se basan en microgránulos que actúan como peeling arrastrando la piel muerta y las impurezas.
2. Exfoliantes químicos: están basados en ácidos y son los más agresivos. Éstos se deben utilizar cuando es necesario un tratamiento intenso, como en la eliminación de manchas.
3. Exfoliantes enzimáticos: son los más respetuosos con la piel y hay que dejarlos actuar entre cinco y diez minutos antes de proceder a su retirada.

Lo ideal es realizar la exfoliación con productos mecánicos o enzimáticos una o dos veces a la semana. Abusar de estos productos no acelera resultados, puede incluso empeorar el estado de la piel o algunas patologías como el acné.

Hay que tener cuidado si se tiene piel sensible porque un exceso de exfoliación o un tipo de exfoliante agresivo puede provocar picor, quemazón, enrojecimiento o incluso producir manchas. Para estos casos, el exfoliante elegido debería ser enzimático y, en caso de querer utilizar un ácido, el láctico sería la mejor elección.

En una piel grasa o con tendencia acneica un exfoliante mecánico puede hacer maravillas, pero en este tipo de piel también puede usarse un producto químico en forma de sérum o realizar un peeling con ácido salicílico que desobstruye los poros y reduce su inflamación. Para pieles secas, el exfoliante ideal es químico y se trata del ácido glicólico que debería usarse una vez a la semana.

En pieles mixtas recomendamos la exfoliación con ácido glicólico en sérum una o dos veces a la semana. «El peeling ideal es a base de alfahidroxiácidos, ácido láctico o kójico, pero siempre en clínica», recomienda el experto.

Identifica tu tipo de piel y empieza a cuidarla con la exfoliación que merece para renovar completamente su aspecto.