Las claves que convierten la doble limpieza en el primer paso de la mejor rutina 'beauty'
Si hasta ahora solo utilizas un limpiador facial, debes saber que no consigues eliminar completamente toda la suciedad e impurezas que tu piel necesita
Al realizar nuestra rutina facial de belleza diaria, muchas veces tendemos a darle más importancia a los productos que contienen algún tratamiento específico, como el sérum o la crema hidratante, y prestamos menos atención a uno de los pasos más importantes: la limpieza en profundidad de nuestro rostro.
Para el cuidado de la piel, la limpieza es un paso fundamental que algunos expertos llegan a calificar como el más importante de todos. Para que sea perfecta, es necesario cumplirla y realizarla estrictamente y emplear los productos específicos, sobre todo si nos encontramos con algunas patologías de la piel como el acné, la rosácea o la dermatitis seborréica, entre otras.
En el caso de las mujeres, no solo hay que purificar la piel de forma profunda, sino que también hay que eliminar todo rastro de maquillaje. Por ello, es recomendable recurrir a lo que denominamos la doble limpieza que es un sencillo ritual que consiste en la utilización de dos cosméticos. El primero contiene una textura oleosa para eliminar los residuos como el maquillaje, el exceso de sebo o los filtros de la protección solar. El segundo es otro limpiador espumoso que limpiará en profundidad el poro, eliminando la suciedad, las partículas de polvo y las células muertas.
Desde THE OBJECTIVE te presentamos todos lo que necesitas saber para llevar a cabo una doble limpieza digna de manual. Para ello te explicamos cada fase, los productos ideales y recurrimos a expertos para que nos den los mejores trucos y consejos. ¡Prepárate para estrenar una nueva cara!
En qué consiste la doble limpieza
Debemos tener en cuenta que durante el día se depositan sobre la piel sustancias provenientes de la contaminación ambiental, células muertas que se desprenden de manera natural, sebo y sudor. Además, a todo ello debemos de sumar el uso de maquillaje. Si acumulamos estas impurezas en la piel, se debilitará la función de la barrera cutánea. Para remediarlo, es clave realizar antes de acostarse una limpieza óptima y profunda con productos específicos. Además, este paso favorece la penetración de los tratamientos faciales que apliquemos a continuación.
De la misma forma, por la mañana hay que repetir la operación de limpieza. Aunque no lo creas, durante la noche se acumulan en la piel bacterias, suciedad y partículas de sudor que taponan los poros, haciendo que el rostro pierda luminosidad y su aspecto saludable.
Mariela Leonardelli, experta naturópata holística del centro mud de Barcelona, nos explica en qué consiste la doble limpieza: «Como su nombre indica, la doble limpieza tiene una doble función: eliminar el maquillaje y las impurezas propias de la piel. Mediante la aplicación de los productos, respetamos el equilibrio de la piel, devolviendo a la tez un aspecto sano y generando una sensación de frescor».
Son muchos los factores que influyen en que nuestra piel necesite una doble limpieza. Quizás aún no sepas que el alcohol, las comidas copiosas o el maquillaje afectan de manera directa en nuestra piel haciendo que tenga un aspecto más deshidratado, sensible e, incluso, puede producir algún brote de acné. Para evitarlo, no es suficiente con una buena limpieza, hay que ir un paso más allá con productos que, además de limpiar, aporten un tratamiento antioxidante, calmante y nutritivo.
Sus dos pasos
En una doble limpieza correcta, el primer paso siempre tiene que ser de base oleosa que proporcionará ácidos grasos que limpian a la vez que nutren en profundidad. Este primer paso servirá para eliminar fácilmente las impurezas relacionadas con la grasa, como el exceso de sebo o restos de cremas, protector solar y maquillaje.
Para llevar a cabo este primer paso, la firma Dafna’s nos propone Recovery Cleanser, un bálsamo limpiador formulado con aceites puros muy respetuoso e hidratante. Se aplica sobre la piel seca y se masajea en profundidad. Después de unos minutos, se emulsiona con agua tibia con un masaje delicado. Finalmente, se retira con una muselina humedecida en agua tibia.
En el segundo paso, nos aplicaremos siempre un limpiador de base acuosa para retirar todas aquellas impurezas afines al agua como los restos de polvo, las partículas de contaminación y las células muertas. Además, nos ayudará a eliminar cualquier resto del primer limpiador dejando la piel completamente limpia.
Esta segunda fase la podemos realizar con Purify Cleanser, un gel-loción que limpia profundamente la piel. En su formulación destacan los aceites y extractos antioxidantes que también ayudan a igualar el tono, atenuar las manchas y reducir el acné hormonal. Se aplica sobre el rostro y el cuello secos, se masajea, y se termina aclarando con agua.
A tener en cuenta
La doble limpieza no debe ser igual en todos los casos ya que influye mucho el tipo de piel. En las pieles con tendencia grasa, o pieles que lleven demasiado maquillaje, es necesario hacer la doble limpieza completa. En pieles finas no es recomendable hacer una doble limpieza porque podemos irritarla y causar rojeces así que, en estos casos, solo aplicaríamos la segunda fase. Sin embargo, para pieles más secas sería todo lo contrario, solo habría que realizar la primera fase y después aplicar mist.
Es un error hacernos siempre la rutina de doble limpieza. Debemos llevarla a cabo solo por la noche o si usamos mucho maquillaje. Por la mañana no es necesario, abusaríamos de la piel y terminaríamos irritándola.
Es muy importante el uso de una muselina. Cumplen el papel de intensificar la limpieza y nos ayudarán a retirar hasta el maquillaje más cubriente y graso de forma suave y delicada. «Nuestra recomendación es humedecer la muselina previamente con agua tibia y escurrirla bien. Una vez la hayas utilizado, solo tendrás que lavarla en agua templada y dejarla secar para que esté lista para usar la próxima vez», recomiendan desde Dafna’s.
Consejos de experto
La doble limpieza es la primera fase de la rutina facial y, tengamos o no un problema en la piel, no debemos de pasarla por alto. Según Iván Lorenzo, director científico de Olyan Farma, «esta fase evita que se acumulen residuos en el poro, evitando así la formación de puntos negros y posibles focos de infección que pueden provocar la aparición de granitos». Si ya se tiene acné o rosácea, la importancia de este ritual se incrementa. Algunos consejos a seguir son los siguientes:
- Antes de realizar la limpieza hay que lavarse las manos.
- No usar agua muy caliente.
- Aplicar con un suave masaje, tanto el primer paso como el segundo. En esta última fase se realizaría durante al menos un minutos para purificar el poro y arrastrar bien toda la suciedad depositada en la piel.
- Utilizar limpiadores que no sean agresivos, así evitaremos irritar aún más la zona y debilitar la barrera cutánea.
- Secar el rostro a toquecitos, sin arrastrar ni realizar fricción, utilizando una toalla específica para esta rutina.
Con todos estos tips realizaremos una rutina de limpieza correcta, segura y efectiva, evitando agredir la piel y potenciando los resultados de la rutina beauty diaria.
Una alternativa a la doble limpieza
La doble limpieza facial es una de las formas de realizar una limpieza completa de la piel, pero hay otras opciones. Lo importante es elegir productos que no dañen la barrera protectora y que estén adaptados a cada tipo de piel y sus necesidades.
Ana Torrens, responsable científica de HD Cosmetic Efficiency, también recomienda recurrir al agua micelar para las pieles normales, secas o incluso sensibles, y una espuma para las mixtas o grasas. Ambos productos se encargarán de limpiar la piel de impurezas, toxinas, etc. Si queremos ir más allá, podemos recurrir a una mascarilla con triple acción: oxigenante, detoxificante y exfoliante. Ayudará a limpiar en profundidad y estimulará la regeneración celular. Es suficiente aplicarla de una a tres veces por semana. «Este doble paso garantiza una limpieza eficaz y nos ayudará a mejorar la salud de nuestra piel», asegura la experta.
Además nos advierten de la importancia de no olvidarnos del cuello. Es una zona que casi siempre pasamos por alto y que necesita los mismos cuidados que el rostro.
Productos para limpiar la piel
Ahora que conoces la teoría, solo necesitas llevarla a cabo. El primer paso será saber elegir los productos adecuados. Olyan farma nos propone su dúo de limpiador y jabón líquido para llevar a cabo el ritual de limpieza completo. La fórmula del limpiador incluye extracto de té blanco, un tipo de té poco común debido a su especial pureza. Se recolecta sólo unos pocos días al año y tiene un alto poder antioxidante y antiedad. Como limpia la piel en profundidad sin agredir ni irritar la piel, se puede llegar a utilizar en el contorno de ojos.
El jabón líquido es perfecto como tratamiento preventivo del acné y tiene un efecto cicatrizante y antibacteriano, al mismo tiempo que hidrata y protege la piel.
El gel limpiador de uso diario de Saluvital cuenta con carbón de bambú y deja la piel limpia, fresca y libre de contaminación. Además, elimina en profundidad suciedad, impurezas, exceso de grasa y maquillaje. Es apto para todo tipo de pieles y, especialmente, para las grasas o con tendencia a sufrir acné.
La firma reveel cuenta con RESET, una suave espuma facial que limpia, hidrata y cuida la piel. Con una textura cremosa y muy agradable, consigue liberar de la suciedad y las células muertas, manteniendo la piel hidratada y preparada para los siguientes pasos de la rutina de belleza. Está recomendada para todo tipo de pieles y se puede usar tras la realización de tratamientos estéticos como peelings químicos o láser.
La leche micelar desmaquillante de Valquer limpia con suavidad el rostro de forma rápida y eficaz. También es apta para todo tipo de pieles y está enriquecida con agua de bambú y extracto de algas para conseguir un rostro fresco. La marca también cuenta con el exfoliante facial Clean, Shine & Juicy que elimina las células muertas e impurezas gracias a los microgránulos de bambú presentes en su formulación.
Formulado para afinar la textura de la piel, el exfoliante de All Sins favorece la renovación celular afinando los poros y dando uniformidad a la piel del rostro. Su formulación contiene polvo de diamante que refleja la luz en la superficie de la piel y proporciona un efecto de brillo. Así, las áreas sombreadas se iluminan y las imperfecciones se difuminan.
Después de aprender lo importante que es realizar una doble limpieza en tu rutina facial diaria, pásate a esta práctica coreana para comprobar la diferencia.