Tendencia 'Boyish': la mujer adopta definitivamente las reglas de vestir del hombre
La moda ha decidido eliminar la separación de géneros y cada vez es más habitual encontrarse con propuestas unisex
La moda ha añadido un nuevo término a nuestro vocabulario fashionista: Boyish. Con este anglicismo se denomina a una forma de vestir que, hasta ahora, se solía denominar tomboy. Ya sea una palabra o la otra, ambos términos describen la tendencia en moda de mujer de vestir con una estética de aire masculino. Este estilo desenfadado, y con una cierta nostalgia hacia los años 70, triunfó primero en la pasarela para ser ahora una de las claves en el streetstyle. Una tendencia ineludible para el armario femenino de esta temporada.
Robarle la sudadera a tu novio, hermano o amigo es una constante entre las mujeres. Jugar con las proporciones, llevar prendas anchas y disfrazarnos con un aspecto masculino puede resultar tanto elegante como sexy. Iconos como Hailey Bieber nos han demostrado que la tendencia Boyish, aquella que juega con la dualidad de géneros, se ha convertido en todo un referente en la moda actual.
Desde THE OBJECTIVE te vamos a explicar todo lo que debes de conocer sobre esta fórmula masculina que arrasa entre las mujeres. Descubriremos que no es algo tan novedoso como parece y, sobre todo, cuáles son las prendas y complementos con los que se puede jugar para añadir ese toque Boyish a nuestro estilismo sin perder un ápice de feminidad.
Los responsables de la tendencia
Nada es espontáneo, se trata de una tendencia que viene impulsada desde lo más alto de las pasarelas con firmas como Balenciaga o Fendi, por dar simplemente algunos nombres. «No hay que confundir ‘tomboy’ con marimacho, sino con un estilo puramente masculino», explicaba a EFE Manuel García Madrid, director de la firma García Madrid que es todo un referente de la nueva sastrería española.
Este patrón de estilo también está a la orden del día en las redes sociales donde se recrean los estilismos que ha popularizado Tom Ford. Este diseñador estadounidense ha sabido convertir estos rasgos masculinos en uno de los sellos más característicos de sus creaciones.
La tendencia Boyish no solo viene aupada por firmas y diseñadores. Las modelos también han decidido sumarse a esta forma tan masculina de vestirse una vez que se bajan de las pasarelas. Supermodelos como Gigi Hadid, Hailey Bieber o Kendall Jenner han dejado atrás las formas ceñidas y ajustadas para sustituirlas por prendas livianas, holgadas y de aire sumamente masculino. Recrean de esta forma la icónica estética de Julia Roberts en los años 90 con amplios trajes masculinos, mocasines oscuros y calcetines blanco.
Esta apuesta de los expertos en moda ya se está viendo reflejada en la clienta de a pie. Desde García Madrid reconocen haber notado como se han incrementado las peticiones de trajes de aire masculino con patrones más holgados y sin unas formas definidas. Eso sí, el público español va poco a poco y aún le cuesta un poco sumarse de lleno a la tendencia. Los primeros pasos pasan por pedir trajes con pantalones amplios o acampanados y americanas con solapas más anchas.
La estética Boyish
Gafas amarillas de estilo aviador, trajes con grandes hombreras y patrones fluidos, pañuelos coloridos al cuello o la fiebre por los zapatos y mocasines acompañados de calcetines blancos son algunos de los rasgos que perfilan la tendencia Boyish que arrasa durante esta primavera – verano.
La firma ERL, capitaneada por Eli Russell Linnetz, ha presentado camisas coloridas de grandes solapas que se engloban dentro de la tendencia Boyish. Además, en las colecciones de mitad de temporada de Nueva York, nombres como Gabriela Hearst, Proenza Schouler y Brandon Maxwell también optaban por trajes amplios para mujer combinados con camisas en color blanco.
Los accesorios que tienes que fichar
Entre los accesorios, la corbata es uno de los complementos de aires masculinos que mejor representan la tendencia Tomboy. Para adaptarlas a los armarios femeninos, los diseñadores las realizan en tejidos entramados y en tonos llamativos. Otro de los accesorios ineludibles son las gafas de sol. La mujer puede optar el estilo retro de los años 70 o por las míticas monturas aviador. En ambos casos, se llenan en tonalidades claras o en print de carey.
«Este verano volvemos a los 70 con gafas de sol boho. Se buscan monturas extragrandes, formas cuadradas y colores cálidos que ayudan a canalizar esta popular década», dice Vânia Marques, responsable de estilo y producto en Sunglass Hut Iberia. Esta firma especializada ha notado un importante incremento en la demanda de este tipo de piezas.
Respecto al calzado, cobran protagonismo los zapatos de corte masculino combinados con calcetín blanco. Prueba de ello son las últimas apuestas que podemos ver en marcas icónicas como Doctor Martens o la española Camper. Ambas han decidido mantener el estilo masculino muy presente en sus propuestas para mujer con referencias en sus catálogos que llegan a ser unisex.
Esta fórmula de presentar diseños que son tan válidos para hombre como para mujer es la culminación del estilo boyish. Es una tendencia por la que siguen apostando en pasarela firmas como Miu Miu o Valentino tras varias temporadas y que todos los expertos coinciden en señalar como uno de los rasgos que va a definir la moda de esta década.
Una tendencia no tan moderna
Desde que la moda es moda, diseñadores consagrados como Yves Saint Lauren, Coco Chanel o Jean Paul Gaultier han apostado por acabar con la sexualización del armario femenino. En esta lucha se busca conseguir un estilismo andrógino y unisex que demuestra que, al final, la moda solo es un juego.
Los peluqueros de la firma Llongueras confirman que las mujeres llevan décadas cortándose el pelo con peinados pixies buscando ese aire masculino y desenfadado que se ha convertido en todo un símbolo del empoderamiento femenino. La estética no se reduce únicamente al peinado, también han hecho suyos prendas como los pantalones vaqueros o los monos. Los armarios se han democratizado y la línea entre lo masculino y lo femenino cada vez es más confusa. Con septiembre y su vuelta al cole a la vuelta de la esquina, el estilo preppy es otro ejemplo de cómo la mujer ha adaptado prendas y complementos masculinos a su propio estilo.
A día de hoy, las prendas oversize, tanto en estilismos informales como en los formales, se han convertido en una de las favoritas a la hora de vestir. Son más cómodas, dan más libertad de movimiento y pueden sentar igual de bien.
Las piezas claves del estilo Boyish
Poder lucir la tendencia como toda una profesional es muy sencillo si sabes cuáles son los ingredientes necesarios para crear un estilismo Boyish. Desde sudaderas anchas hasta camisas masculinas y toda clase de accesorios como gorras, sombreros o cinturones deben de encontrarse en tu radar. Una de las mayores ventajas es que son piezas atemporales y súper versátiles que podrás encajar a la perfección en cualquiera de tus looks.
No hay mejor prenda que represente el estilo tomboy que la camisa. Son un diseño 100% masculino pero ahora, más que nunca, también forman parte del universo de la mujer. A rayas, a cuadros o lisas… no importa el estilo, son todo un imprescindible del fondo de armario que no deben de faltarte, sobre todo si tu trabajo te obliga a vestir con traje.
La gorra es uno de los elementos estrella de los estilismos de la temporada. Han llegado definitivamente para coronar el streetstyle, sea cuál sea tu forma de vestir. Si tienes un bad hair day, o si quieres vestir sporty con un toque chic, la gorra juega un papel fundamental.
En la moda, los convencionalismos se han dejado atrás y prima cada vez más la comodidad. Prueba de ello es el estatus que han alcanzado las sudaderas que, lejos de verse como una prenda deportiva, ahora pueden formar parte de cualquier tipo de look. Para que respiren la tendencia Boyish deben de tener un corte ancho y ser holgadas. Se pueden llevar con un total look deportivo, en modo casual con vaqueros o, cuando llegue el otoño, combinando con una blazer.
Ya lo sabes, en tu próxima ruta de shopping no dejes de visitar las secciones de moda masculina porque quizás sea en estos espacios donde encuentres tu próxima prenda fetiche.