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Cómo elegir una buena crema solar, según la OCU

Actúa como barrera protectora que bloquea o refleja los rayos UV, minimizando así sus efectos nocivos sobre la piel

Cómo elegir una buena crema solar, según la OCU

Cómo elegir la crema solar adecuada para tu piel. | Freepik

El sol, fuente de vida y energía, también puede ser un riesgo para nuestra salud si no nos protegemos adecuadamente. La exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) del sol puede provocar quemaduras solares, envejecimiento prematuro y, en casos graves, incluso cáncer de piel.

Por ello, la crema solar se convierte en un elemento indispensable para disfrutar del sol de forma segura. Este producto actúa como una barrera protectora que bloquea o refleja los rayos UV, minimizando así sus efectos nocivos sobre la piel. El factor de protección solar (SPF o FPS) indica el número de veces por el que se multiplica el tiempo que se puede permanecer al sol sin quemarse. Pero aunque no se queme, la piel sufre. Incluso las cremas que ofrecen un índice de protección solar más elevado no bloquean el paso de las radiaciones ultravioletas, por lo que no protegen al 100%

Diferentes factores solares:

  • Factores 15 a 25 son de protección media.
  • Los factores del 30 al 50 ofrecen alta protección.
  • Con SPF más de 50 (o 50+) son cremas de protección muy alta.

Sea cual sea tu tipo de piel, debes usar un protector solar. Como mínimo, un producto con índice de protección 15.

Crema solar. Foto: Freepik

Rayos UVA vs UVB

Es importante que la crema bloquee tanto los rayos UVB, responsables de las quemaduras solares, como los UVA, que causan el envejecimiento prematuro y son un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de piel. Asegúrate de que la crema solar ofrece protección de amplio espectro, es decir, que protege contra tanto los rayos UVA como los UVB. Esto se indicará en el envase de la crema.

¿Qué significa el factor de protección solar (FPS)?

El FPS te indica el porcentaje de rayos UVB que la crema solar bloquea. Por ejemplo, un FPS 30 significa que la crema bloquea el 97% de los rayos UVB, mientras que un FPS 50 bloquea el 98%. Es importante elegir un FPS adecuado para tu tipo de piel y la intensidad de la exposición solar a la que te vas a someter.

Cómo elegir una buena crema solar

La piel de los niños es más fina, delicada y sensible que la de los adultos, lo que la hace más vulnerable a los daños causados por los rayos ultravioleta (UV) del sol. De hecho, se estima que la exposición excesiva al sol durante la infancia puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la edad adulta.

La OCU ha realizado un análisis de cremas solares en el que comprobaron, entre otras cosas, si realmente los productos solares dan la protección que anuncian en sus etiquetas, frente a los UVB y UVA. Hay que embadurnarse bien de crema y repetir la operación tantas veces como sea necesario (como mínimo cada 2 horas y siempre tras salir del agua después del secado) para estar bien protegido. Algunos de los mejores productos presentan un precio asequible. Elegir bien donde lo compras puede traducirse también en un significativo ahorro.

Ingredientes que debes evitar

Algunos ingredientes presentes en protectores solares pueden representar riesgos para la salud o el medio ambiente. Te recomendamos evitar aquellos que contengan:

Conservantes:

  • Propylparaben y butylparaben: estos conservantes, considerados disruptores endocrinos, pueden alterar el funcionamiento de nuestro sistema hormonal.

Filtros UV:

  • OMC (Ethylhexyl methoxycinnamate): este filtro UV también es sospechoso de ser un disruptor endocrino y se desaconseja en productos que permanecen en contacto con la piel por largos periodos.
  • Homosalate y octocrylene: estos filtros UV, comúnmente utilizados, han sido penalizados recientemente debido a las sospechas de su potencial disruptivo endocrino.
Aplicarse la crema solar. Foto: Freepik

Fragancias:

  • Fragancias de la lista UE: es importante verificar si el protector solar contiene alguna de las 26 fragancias que figuran en la lista de la UE con potencial de causar alergias o irritación de la piel, como citral, geraniol o citronellol.

Ingredientes nocivos para el medio ambiente

Desafortunadamente, algunos de los ingredientes utilizados en las cremas solares pueden tener efectos perjudiciales para el medio ambiente. Si bien no todos son fácilmente sustituibles, es importante que las marcas se esfuercen por desarrollar productos más respetuosos con el entorno natural.

Entre los filtros UV más comunes que generan mayor impacto ambiental encontramos:

  • Homosalate: considerado un disruptor endocrino potencial, tóxico para peces, algas y corales. Además, es bioacumulativo y poco biodegradable. No está permitido en la etiqueta ecológica nórdica y figura en la lista SIN.
  • Butyl methoxydibenzoylmethane: se sospecha que es tóxico y no es fácilmente biodegradable. Aunque su toxicidad acuática es baja, por su baja solubilidad en agua, no hay suficientes datos sobre su impacto en los corales y se está evaluando su persistencia en el medio ambiente.

Conservantes:

  • 2-bromo-2-nitropropane-1,3-diol y dmdm hydantoin: estos dos conservantes están presentes en pocos productos. No están permitidos en productos con la etiqueta ecológica EU ECOlabel ni en la certificación del cisne nórdico debido a que liberan formaldehído.

Antioxidantes:

  • BHT: un ingrediente antioxidante aún común en protectores solares, no admitido en la etiqueta ecológica EU ECOlabel ni en la certificación del cisne nórdico. Se sospecha que es un disruptor endocrino.

Quelantes:

  • Compuestos EDTA: muy comunes, actúan como quelantes y, una vez en el medio ambiente, concentran metales pesados y se vuelven muy difíciles de biodegradar.

Fragancias:

  • Limoneno: tiene toxicidad crónica para el sistema acuático y se bioacumula.
  • Hexyl cinnamal y benzyl salicylate: tienen toxicidad aguda para peces y algas y son bioacumulativos.

Microplásticos:

  • Partículas de plástico diminutas (menores de 5 mm): se utilizan como agentes emulsionantes, gelificantes o viscosizantes. Algunos ejemplos son: dimethicone, carbomer y polímeros de acrilatos. Estos microplásticos no son biodegradables y, una vez en el medio marino, son casi imposibles de eliminar, con el consiguiente riesgo para el ecosistema.
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