El motivo por el que debes beber agua con miel por las mañanas
Empezar el día con esta bebida te proporcionará la energía necesaria para comenzar la jornada con buen ánimo
Tomar un vaso de agua tibia con miel cada mañana es un remedio natural que puede ayudarte a mantener un estilo de vida más saludable y activo.
Al levantarnos, solemos tener poco tiempo y todo lo hacemos con prisa. Tomamos cualquier cosa junto con una taza de café y salimos de casa sin preparar nuestro cuerpo para las demandas del día.
Empezar el día con un vaso de agua tibia con miel te proporcionará la energía necesaria para comenzar la jornada con buen ánimo. Además, contribuirá a la pérdida de peso.
¿Por qué es bueno beber agua con miel?
La combinación de agua tibia y miel va más allá de ser una simple bebida reconfortante. Al mezclar miel con agua caliente, aprovechas las propiedades beneficiosas de ambos ingredientes.
La miel, conocida por sus propiedades antibacterianas y antioxidantes, se convierte en un elixir aún más poderoso cuando se combina con agua caliente.
Esta mezcla no solo proporciona una sensación reconfortante y nutritiva, sino que también puede ayudar a aliviar la tos, la irritación de garganta y fortalecer el sistema inmunológico.
Además, adoptar el hábito de consumir agua con miel en ayunas puede ofrecerte numerosos beneficios para la salud y ayudar a prevenir algunas infecciones.
1. Harás mejores digestiones
Se sugiere tomar el vaso de agua tibia con miel justo después de despertar, cuando el estómago está vacío y tanto la mucosa estomacal como intestinal están más receptivas a los beneficios de la miel, incluyendo sus enzimas y bioelementos.
Mientras la miel realiza su aporte, el agua caliente ayuda a suavizar los desechos adheridos a los intestinos, facilitando su eliminación del cuerpo y promoviendo la purificación de lo que no es necesario. Esto puede mejorar la digestión y optimizar la absorción de nutrientes después de las comidas.
Además, es importante recordar que la miel actúa como un antibiótico natural, ayudando a combatir bacterias que podrían causar infecciones estomacales.
2. Desintoxica el organismo
Se piensa que puedes desintoxicar tu cuerpo bebiendo un vaso de agua tibia con miel y un poco de limón. Esto se debe a que se cree que los antioxidantes de ambos ingredientes ayudan a combatir las toxinas acumuladas y facilitar su eliminación.
La combinación de limón y miel con agua caliente promueve la hidratación y aumenta la frecuencia urinaria, proporcionando una bebida natural con un sabor agradable.
3. Combate alergias
La miel no cura las alergias, pero puede aliviar algunos de sus síntomas como la irritación de garganta y la tos seca al hidratar la zona. Por eso, los remedios caseros con miel para la garganta han sido recomendados durante generaciones por las abuelas.
4. Estimula el sistema inmunitario
Además, se dice que beber un vaso de agua tibia con miel puede ayudar a fortalecer el sistema inmunitario y a prevenir resfriados e infecciones. Esto se debe principalmente a la fuerte propiedad antimicrobiana atribuida a la miel.
5. Reducción del colesterol
Se ha comprobado que beber regularmente agua caliente con miel puede contribuir a reducir los niveles de colesterol en la sangre.
La miel, cuando se combina con una dieta balanceada y ejercicio habitual, puede ser una herramienta eficaz para mantener el colesterol en niveles saludables.
Recetas de como prepararlo
Puedes tomar esta bebida de diferentes maneras según tus gustos:
- Infusión de miel y canela: hierve una taza de agua con una pizca de canela en polvo. Retira del fuego, deja reposar unos minutos y agrega una cucharada de miel. Revuelve bien y disfruta de esta deliciosa y reconfortante infusión.
- Agua Caliente con miel y limón: exprime medio limón en una taza de agua caliente y añade una cucharada de miel. Mezcla bien y disfruta de esta bebida revitalizante.
- Agua tibia con miel y jengibre: agrega una rodaja de jengibre fresco a una taza de agua tibia y mezcla con una cucharada de miel. Esta bebida es excelente para calmar el estómago y mejorar la digestión.