¿Te sientes estresado? Esta es la trampa que nos hace nuestro cerebro para que estés así
Muchas personas dan por hecho que estar estresados es sinónimo de que las cosas están funcionando bien
En el no parar de la vida moderna, el estrés se ha convertido en un compañero fiel para muchos. Y una de las razones principales de este fenómeno radica en una creencia arraigada en nuestro cerebro: la idea de que estar preocupado es sinónimo de hacer las cosas bien.
El mito del estrés: una programación cerebral equivocada
Según Ana Ibáñez, neurocientífica, ingeniera, piloto de helicóptero y conferenciante, el concepto de que estar preocupados significa estar haciendo las cosas bien, se ha implantado tan firmemente en nuestra programación cerebral que llegamos a pensar que solo cuando sufrimos y nos esforzamos estamos realmente comprometidos con nuestras tareas y objetivos.
Desde pequeños, hemos aprendido que las cosas importantes deben hacerse con esfuerzo y un poco de sufrimiento. Esta enseñanza ha creado la falsa percepción de que si no estamos preocupados lo suficiente, no estamos dando la importancia debida a nuestras responsabilidades, explica Ibáñez.
Sin embargo, esta creencia no tiene ninguna base real, Ibáñez dice que «es simplemente una construcción mental que nos impide disfrutar del proceso y, en consecuencia, incrementa nuestros niveles de estrés».
¿Cómo hacer frente a este problema?
Es crucial entender que esta mentalidad es la raíz de mucho del estrés que padecemos hoy en día. Para combatirlo, la neurocientífica Ana Ibáñez aconseja que debemos reprogramar nuestro cerebro.
Es esencial reconocer que el esfuerzo es necesario, pero también lo es el disfrute. La clave para alcanzar nuestro máximo potencial reside en encontrar un equilibrio entre ambos.
Cuando nuestro cerebro está ilusionado y disfrutando de lo que hace, nuestra capacidad y rendimiento se elevan considerablemente, afirma Ibáñez.
Por lo tanto, es hora de cambiar nuestra percepción del esfuerzo y el sufrimiento. No se trata de abandonar el compromiso y la dedicación, sino de añadir el disfrute al proceso.
Al hacerlo, no solo reduciremos nuestro estrés, sino que también mejoraremos nuestra productividad y bienestar general.
Reprogramar nuestro cerebro para que entienda que el disfrute es tan importante como el esfuerzo es el primer paso hacia una vida más equilibrada y satisfactoria, confirma Ibáñez.
Consejos para evitar el estrés
Estar en un mood de serenidad y calma a día de hoy es todo un privilegio, por ello si quieres conseguirlo, tener en cuenta estas recomendaciones e intentar seguirlas a raja tabla te ayudará.
- Reconoce las cosas que no puedes cambiar: aceptar que no puedes cambiar ciertas situaciones te permite dejarlas ir y no alterarte.
- Aprende nuevas maneras para relajarte: la práctica de técnicas de relajación es una gran manera de lidiar con el estrés del día a día. Y es que te ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea.
- Duerme lo suficiente: descansar suficientemente durante la noche puede ayudarte a pensar con más claridad y a tener más energía. Esto hará que sea más fácil manejar cualquier problema que pueda surgir. Intenta dormir entre 7 y 9 horas todas las noches.
- Haz ejercicio: realizar actividades físicas todos los días es la mejor y más fácil manera de lidiar con el estrés. Al hacer ejercicio, tu cerebro libera químicos que te hacen sentir bien. También puede ayudarte con la energía reprimida o la frustración. Busca algo que disfrutes, ya sea caminar, montar en bicicleta, nadar o bailar, y hazlo por al menos 30 minutos la mayoría de los días.
- Mantén una dieta saludable: comer alimentos saludables ayuda a darle energía a tu cuerpo y mente. Evita los refrigerios con altos contenidos de azúcar y consume muchas verduras, frutas, granos integrales, lácteos reducidos o libres de grasas y proteínas magras.
- Aprende a decir que no: si tu estrés proviene de realizar demasiadas tareas en casa o en el trabajo, aprende a establecer límites.
- Cambia tu perspectiva: intenta desarrollar una actitud más positiva ante los desafíos. Puedes hacerlo reemplazando los pensamientos negativos con pensamientos más positivos.
- Haz algo que disfrutes: cuando el estrés te tenga decaído, haz algo que disfrutes para ayudarte a sentirte mejor. Puede ser algo tan simple como leer un buen libro, escuchar música, ver tu película favorita o salir a cenar con un amigo.
- Conéctate con tus seres queridos: no dejes que el estrés se interponga entre tú y tu vida social. Pasar tiempo con familiares y amigos puede ayudarte a sentirte mejor y olvidarte del estrés. Confiar tus problemas a un amigo también puede ayudarte a resolverlos.