¿Por qué se hinchan los tobillos en verano?
La clave está en reducir el consumo de sodio, este mineral atrae el agua y contribuye a la retención de líquidos
Las altas temperaturas del verano pueden provocar una serie de cambios en nuestro cuerpo, uno de los más comunes es la hinchazón de tobillos y pies. Este fenómeno, conocido médicamente como edema, se produce cuando se acumula un exceso de líquido en los tejidos.
Diversos factores como la dilatación de las venas por el calor, el aumento de la presión sanguínea en las piernas al estar mucho tiempo de pie o sentado, y la retención de líquidos pueden contribuir a esta incómoda situación. Entender los mecanismos que desencadenan la inflamación de los tobillos es fundamental para adoptar medidas preventivas y aliviar los síntomas.
¿A qué se debe?
Existen varias razones por las que los tobillos se hinchan con más frecuencia en verano:
- Calor: las altas temperaturas provocan que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que dificulta el retorno de la sangre al corazón y favorece la acumulación de líquido en las extremidades inferiores.
- Mayor tiempo de pie o sentado: durante el verano, solemos pasar más tiempo al aire libre, ya sea en la playa, la piscina o realizando actividades que nos mantienen de pie o sentados por períodos prolongados. Esto dificulta la circulación y aumenta la probabilidad de hinchazón.
- Calzado inadecuado: el uso de calzado cerrado, ajustado o con tacones altos puede empeorar la circulación y contribuir a la hinchazón de los tobillos.
- Cambios hormonales: en algunas mujeres, los cambios hormonales asociados al ciclo menstrual pueden aumentar la retención de líquidos y la hinchazón.
¿Cómo aliviar la hinchazón?
Existen varias medidas que puedes tomar para aliviar la hinchazón de los tobillos en verano:
- Eleva las piernas: al acostarte, coloca tus piernas sobre almohadas para favorecer el retorno venoso.
- Usa calzado cómodo: opta por calzado ligero, con buen soporte y que permita la transpiración de los pies.
- Evita el exceso de sal: la sal retiene líquidos, por lo que reducir su consumo puede ayudar a disminuir la hinchazón.
- Haz ejercicio regularmente: la actividad física moderada, como caminar o nadar, mejora la circulación y reduce la retención de líquidos.
- Aplica compresas frías: las compresas frías pueden ayudar a reducir la inflamación.
- Masajes: los masajes suaves en los tobillos pueden mejorar la circulación.
Síntomas del edema
- Hinchazón: es el signo más evidente. La piel de la zona afectada puede estar tensa y brillante.
- Sensación de pesadez: especialmente en las piernas.
- Dolor: puede variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso, dependiendo de la causa del edema.
- Piel estirada: la piel en la zona afectada puede sentirse tirante.
- Hoyuelos: al presionar la piel con el dedo, puede quedar una marca hundida (hoyuelo) que tarda en desaparecer.
- Rigidez: la zona afectada puede sentirse rígida y dificultar el movimiento.
- Cambios de color en la piel: en algunos casos, la piel puede enrojecerse o decolorarse.
¿Cómo se diagnostica?
Para diagnosticar el edema, el médico realizará una exploración física y te hará preguntas sobre tus síntomas y antecedentes médicos. También puede solicitar pruebas complementarias como:
- Análisis de sangre: evaluar la función de los riñones, el hígado y otros órganos.
- Ecografía: para evaluar el flujo sanguíneo en las venas.
- Radiografías: detectar fracturas u otras lesiones.
¿Que no debo comer si tengo retención de líquidos?
La retención de líquidos, o edema, puede ser muy incómoda y afectar la calidad de vida. Una de las formas de combatirla es a través de la alimentación.
Qué alimentos evitar
La clave está en reducir el consumo de sodio, ya que este mineral atrae el agua y contribuye a la retención de líquidos. Por lo tanto, es recomendable limitar o evitar:
- Alimentos procesados: embutidos, salchichas, sopas instantáneas, conservas, enlatados, snacks salados (patatas fritas, frutos secos salados, etc.), comida rápida.
- Alimentos ricos en sal añadida: quesos curados, aceitunas, encurtidos, salsas comerciales, adobos.
- Pan blanco y bollería industrial: estos productos suelen contener gran cantidad de sal.
- Bebidas azucaradas y alcohólicas: el exceso de azúcar puede contribuir a la retención de líquidos.
¿Qué alimentos son beneficiosos?
Para reducir la retención de líquidos, es recomendable incluir en tu dieta:
- Frutas y verduras: son diuréticas y bajas en sodio. Opta por sandía, melón, piña, pepino, calabacín, espárragos, alcachofas.
- Cereales integrales: proporcionan fibra, lo que favorece la digestión y ayuda a eliminar toxinas.
- Carnes magras: pollo, pavo, pescado blanco.
- Lácteos desnatados: yogurt natural, leche desnatada.
- Infusiones: el té verde, el té de diente de león y el de cola de caballo tienen propiedades diuréticas.