Esta es la razón por la que debes comer albahaca
Esta especia con el nombre científico ‘ocimum basilicum’ pertenece a la familia de las lamiaceae
La albahaca es una de las hierbas más queridas, conocida por dar sabor y vitalidad a las comidas diarias. Su aroma irresistible, su sabor distintivo y sus múltiples usos en la cocina la han convertido en un ingrediente clave en diversas culturas culinarias.
Desde los tradicionales platos italianos, como la clásica pizza Margherita y la salsa pesto, hasta las exquisitas recetas asiáticas, como el curry tailandés y los rollos de primavera vietnamitas, esta versátil hierba aporta un toque fresco y fragante a cualquier plato.
¿Por qué incluir albahaca a tus comidas?
Además de su delicioso sabor, la albahaca ofrece varios beneficios nutricionales. Rica en vitamina K, solo dos cucharadas de albahaca fresca picada cubren casi el 100% de la cantidad diaria recomendada.
La vitamina K es importante para la salud ósea, cognitiva y cardiovascular. Esta hierba también contiene aceites esenciales, antioxidantes, hierro, calcio y magnesio, los cuales están asociados con propiedades antiinflamatorias, mejor digestión y salud del corazón.
Un antioxidante destacado en la albahaca es el ácido rosmarínico, conocido por sus efectos antiinflamatorios y su potencial para proteger contra enfermedades crónicas como problemas cardíacos y ciertos tipos de cáncer.
Además, la albahaca es rica en betacaroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A. Y es que este actúa como un potente antioxidante que ayuda a proteger las células de los daños causados por los radicales libres.
¿Cómo mantenerla?
La albahaca es una hierba de la familia de la menta que tiene sus orígenes en África Central y el Sudeste Asiático. En Estados Unidos, crece bien en estados cálidos como California y Florida.
Es fácil de cultivar en casa en una maceta, ya que le gusta recibir mucha luz solar. Puedes plantarla al aire libre o ponerla cerca de una ventana soleada si la mantienes en interiores.
Al comprar albahaca, elige hojas frescas y brillantes de un verde intenso. Evita las hojas marchitas o descoloridas, ya que indican que la albahaca está pasada o mal almacenada.
Esta especia puede encontrarse en plantas enteras o en hojas sueltas. Las plantas enteras tienen una vida útil más larga y te permiten recoger las hojas según lo necesites.
Para mantener la frescura de la albahaca en casa, corta los tallos y pon la hierba en un vaso con agua. También puedes envolver los tallos en una toalla de papel húmeda y guardarlos en una bolsa de plástico en el refrigerador.
¿Diferencias entre albahaca fresca y seca?
Hoy en día, la albahaca, una hierba aromática con el nombre científico Ocimum basilicum y que pertenece a la familia de las Lamiaceae (la misma familia que el orégano, la menta y el tomillo), es una de las más utilizadas globalmente.
Aunque la albahaca dulce es especialmente conocida y popular en Italia, existen muchas variedades de albahaca, cada una con sus propias características y aromas, y muchas de ellas se encuentran en Asia.
La albahaca fresca y la albahaca seca tienen características distintas y se adaptan a diferentes usos en la cocina. La albahaca fresca proporciona un sabor vibrante, un aroma delicioso y un color verde intenso.
Es ideal para platos que necesitan su esencia fresca, como la ensalada caprese, la salsa pesto y la bruschetta. Las hojas tiernas se pueden agregar al final de la cocción para preservar su sabor delicado.
Por otro lado, la albahaca seca tiene un sabor más concentrado. Es ideal para recetas de cocción prolongada, como guisos, sopas y salsas, donde las hojas secas tienen tiempo para liberar su esencia en el plato.
Aunque no tiene el mismo atractivo visual que la albahaca fresca, es un ingrediente esencial en la despensa que ofrece el característico sabor de la albahaca.