Estas son las dos edades en las que el cuerpo envejece de forma drástica, según la ciencia
Hay dos edades en las que las personas damos el clásico bajón en lo que a envejecimiento se refiere
Un hombre a punto de cumplir los 44 años | Unsplash
Si has llegado a cierta edad igual te ha sucedido, o si has visto de pronto a un conocido que hacía años que no veías. Te preguntas: «¿Por qué de un año a otro he envejecido tanto si sigo siendo joven?». O piensas: «¡Madre mía! Qué bajón ha dado este, está mucho más viejo». Pues bien, puede que no sean imaginaciones tuyas, ya que la ciencia ha demostrado que hay dos edades exactas en las que el cuerpo envejece más rápidamente.
Así lo ha demostrado una nueva investigación de la Universidad de Stanford, la cual ha detallado que los humanos envejecemos rápidamente en dos etapas: una alrededor de los 44 años y otra alrededor de los 60.
A los 44 y a los 60 años damos un bajón: envejecemos de forma drástica
Así pues, sobre los 44 años y, después, sobre los 60 es cuando las personas, según este estudio, damos el clásico bajón en lo que a envejecimiento se refiere.
Para llegar a tal conclusión, los científicos recopilaron y analizaron más de 135.000 sustancias, como ARN, proteínas, metabolitos, lípidos y bacterias, de 108 participantes. Así, determinaron que alrededor de los 44 años, las personas tenían una combinación de moléculas radicalmente diferente a la de las personas unos años más jóvenes, lo que indica un aumento del riesgo cardiovascular, un metabolismo más lento del alcohol y la cafeína y un envejecimiento más rápido de la piel y los músculos.
Este proceso se repetía alrededor de los 60 años de edad, cuando se produce un nuevo envejecimiento drástico, ya que el entorno molecular también sugiere un debilitamiento del sistema inmunológico, una reducción de la función renal y una disminución del metabolismo de los carbohidratos que podrían provocar en el futuro diabetes tipo 2.
Como vemos, el envejecimiento no es lineal, sino que tiene picos en determinadas edades. «El tiempo del reloj es inmutable y lineal, pero el envejecimiento biológico está lejos de serlo. Pasamos nuestras primeras décadas en desarrollo, luego hay una fase de mantenimiento en la adultez joven en la que nos sentimos invulnerables al envejecimiento. Y luego se produce el declive no lineal de nuestros sistemas biológicos, que depende principalmente del estilo de vida y, en segundo lugar, de la genética y, por supuesto, de sus interacciones», afirma la Dra. Elissa Epel, profesora y vicepresidenta del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco.
¿Se puede evitar?
Curiosamente, estas dos edades (44 y 60 años) suelen coincidir con dos cambios en la vida de la mayoría de las personas, como la marcha de los hijos a la universidad o el divorcio, lo que podría influir en su dieta, en sus costumbres y en otros factores que al final acaben determinando la salubridad de esa persona en concreto.
De hecho, tal y como recoge Men’s Health Uk, se sabe que el estilo de vida y los factores ambientales influyen en el envejecimiento biológico. Por ejemplo, la investigación de Aiello sugiere que un nivel educativo más bajo, unos menores ingresos, la obesidad, la falta de ejercicio y el consumo de tabaco están asociados con un deterioro más rápido. Esta investigación ha observado cambios en los factores de riesgo cardíacos y cerebrales a partir de los 19 años, lo que implica que nunca es demasiado pronto para luchar contra el envejecimiento.
Así, aunque el envejecimiento puede seguir un camino no lineal, lo bueno es que podemos ‘frenar’ nuestro envejecimiento biológico, ya que nuestros hábitos diarios y nuestro bienestar emocional afectan nuestra composición bioquímica y el funcionamiento celular.
¿Y qué se puede hacer? Ya te lo puedes imaginar:
- Comer sano.
- Hacer ejercicio o mantenerse activo.
- No fumar ni beber alcohol.
- Hidratarse correctamente.
- Etc.
En definitiva, llevar un estilo de vida saludable. Quizá así podamos notar menos esos bajones que nos darán a los 44 y/o a los 60 años.
