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¿Por qué cambia el cerebro de las mujeres después del embarazo? Esto dicen los estudios

La maternidad, un proceso de transformación a todo los niveles y no solo afecta el cuerpo, sino que va más allá

¿Por qué cambia el cerebro de las mujeres después del embarazo? Esto dicen los estudios

Mujer embarazada | Canva

El embarazo no solo transforma el cuerpo de una mujer, sino que también provoca cambios significativos en su cerebro.

A medida que la gestación avanza, el cerebro experimenta una serie de adaptaciones neurobiológicas que reflejan la complejidad del proceso de convertirse en madre.

Estos cambios, aunque poco comprendidos hasta hace poco, están comenzando a revelarse gracias a estudios recientes que han analizado la estructura y función cerebral durante y después del embarazo.

Comprender por qué y cómo ocurre esta metamorfosis cerebral no solo ofrece una visión más profunda sobre la maternidad, sino que también destaca la capacidad del cerebro humano para adaptarse a nuevas y exigentes circunstancias.

¿Por qué ocurre esto?

La maternidad, un proceso de transformación a todo los niveles y no solo afecta el cuerpo, sino que va más allá. Un reciente estudio realizado por el laboratorio de la profesora Emily Jacobs en la Universidad de California en Santa Bárbara ha desvelado detalles inéditos sobre cómo el cerebro cambia durante el embarazo.

Publicado en Nature Neuroscience, este trabajo ofrece el primer mapa detallado del cerebro humano a lo largo de la gestación, revelando una metamorfosis cerebral significativa.

Utilizando resonancias magnéticas de una mujer sana antes, durante y después del embarazo, el estudio ha detectado una serie de cambios notables en la estructura cerebral.

En la novena semana de embarazo, se observó una disminución en el volumen y grosor cortical, especialmente en áreas vinculadas con la cognición social.

Este cambio no debe interpretarse negativamente, ya que podría reflejar un proceso de especialización de los circuitos cerebrales, similar a la maduración que ocurre durante la pubertad.

Esto es lo que dice el estudio

Además, se identificó un aumento en la microestructura de la sustancia blanca, el volumen ventricular y el líquido cefalorraquídeo, fenómenos que se correlacionan con los elevados niveles hormonales de estradiol y progesterona.

Mujer embarazada

Contrario a la idea preconcebida de que el embarazo deteriora la función cerebral, estos hallazgos sugieren que el cerebro no solo se adapta, sino que experimenta una significativa neuroplasticidad.

El incremento en la materia blanca durante el embarazo facilitó la comunicación entre regiones cerebrales, aunque estos niveles retornaron a lo normal hacia el final del parto.

El estudio subraya la capacidad del cerebro adulto para experimentar cambios profundos durante el embarazo, posiblemente relacionados con las adaptaciones necesarias para la crianza.

Aunque el estudio se basa en un solo sujeto, su enfoque innovador y metodología avanzada proporcionan una base sólida para futuras investigaciones.

Estas podrían explorar cómo estos cambios varían entre diferentes mujeres y qué implicaciones prácticas pueden derivarse de ellos.

El trabajo de Jacobs y su equipo representa un avance crucial en la comprensión de la neuroplasticidad durante la maternidad, abriendo nuevas perspectivas sobre cómo el cerebro se adapta a las demandas del embarazo y la crianza.

Este estudio no solo amplía nuestro conocimiento sobre el impacto del embarazo en el cerebro, sino que también allana el camino para futuras exploraciones en el campo de la neurociencia materna.

Durante el embarazo priorizar esto alimentos

Durante el embarazo, una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para el desarrollo saludable del cerebro tanto de la madre como del bebé.

  1. Agua: la hidratación adecuada es esencial para mantener el funcionamiento óptimo del cerebro. Asegúrate de beber suficiente agua durante el embarazo.
  2. Ácidos grasos omega-3: estos nutrientes son fundamentales para el desarrollo del cerebro del bebé y para la salud cognitiva de la madre. Los pescados grasos como el salmón, las sardinas y el atún son excelentes fuentes de omega-3. También puedes optar por fuentes vegetales como las semillas de chía, las nueces y el aceite de linaza.
  3. Ácido fólico: es crucial para el desarrollo del sistema nervioso del bebé y para prevenir defectos del tubo neural. Alimentos ricos en ácido fólico incluyen vegetales de hojas verdes (como espinacas y col rizada), legumbres (como lentejas y garbanzos), y cítricos.
  4. Vitaminas del complejo B: apoyan la función cerebral y la producción de energía. Puedes encontrar vitaminas B en granos enteros, carnes magras, huevos y productos lácteos.
  5. Antioxidantes: ayudan a proteger las células cerebrales del estrés oxidativo. Los frutos rojos (como fresas y arándanos), las verduras (como el brócoli y los pimientos rojos) y las nueces son buenas opciones.
  6. Proteínas de alta calidad: son esenciales para la reparación y el mantenimiento de los tejidos del cerebro. Incluye en tu dieta carnes magras, pescado, huevos, productos lácteos, y fuentes vegetales de proteínas como legumbres y tofu.
  7. Hierro:es necesario para la oxigenación adecuada del cerebro. Puedes obtener hierro de carnes rojas, pollo, pescado, legumbres y espinacas. La vitamina C también ayuda a mejorar la absorción del hierro, por lo que combinar estos alimentos con frutas cítricas es una buena estrategia.
  8. Yodo: este mineral es crucial para el desarrollo del cerebro fetal. Los productos del mar y los alimentos fortificados con yodo (como algunos tipos de sal) son buenas fuentes.
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