¿Cuánto tiempo dura el duelo por una ruptura? Las claves para gestionarlo y superarlo
Después de una ruptura, es inevitable una reconstrucción emocional que llevará a nuevos hábitos y a una nueva rutina
Las rupturas amorosas son uno de los desafíos emocionales más intensos que puede atravesar una persona. Ya sea por mutuo acuerdo, abandono o cualquier otra circunstancia, el final de una relación lleva a un proceso de duelo que puede implicar diferentes fases y una duración variable.
¿Qué fases tiene un duelo en una ruptura amorosa?
La psicóloga Tania Soria explica que, aunque cada persona vive este proceso de forma única, existen ciertas etapas emocionales comunes:
- Shock y negación: una etapa inicial en la que cuesta asimilar la separación. Puede haber una especie de parálisis emocional, especialmente en los casos de ruptura inesperada.
- Ira y negociación: a medida que se va asimilando la situación, es común experimentar enojo y cuestionarse las razones. En esta fase pueden surgir pensamientos de negociación o intentos de cambiar la situación.
- Depresión y tristeza profunda: este es el momento en que la realidad comienza a asentarse. Se siente la ausencia y el vacío, y puede haber una profunda tristeza.
- Aceptación y superación: al final de este proceso, la persona empieza a encontrar un equilibrio y a aceptar la nueva realidad, abriendo espacio para nuevos vínculos y proyectos.
¿Cuánto tiempo dura el duelo por una ruptura?
El tiempo necesario para superar una ruptura varía enormemente. La Asociación Norteamericana de Psicología establece un rango promedio de entre seis meses y dos años, dependiendo de factores como la duración de la relación, la dependencia emocional, y el contexto de la ruptura.
En este proceso, es importante no presionarse ni invalidar los propios sentimientos. Forzar la salida del duelo o evitar confrontar el dolor puede dificultar la recuperación y prolongar el proceso.
Durante el duelo es común experimentar una sensación de desorientación y vacío. En lugar de rellenar ese espacio de inmediato, Soria sugiere aceptar y sanar primero la herida.
Después de una ruptura, es inevitable una reconstrucción emocional que llevará a nuevos hábitos y a una nueva rutina personal.
Actividades como comenzar un nuevo deporte o practicar el contacto cero, evitando seguir las redes sociales de la expareja, pueden ayudar a cerrar el ciclo y mitigar el dolor.
Claves para superar el duelo de pareja
La psicóloga Tania Soria recomienda ciertas pautas para transitar el duelo de manera saludable y evitar el estancamiento emocional:
- Autocuidado: evitar el aislamiento y cuidar de uno mismo, prestando atención a la salud física y emocional (hacer ejercicio, descansar bien, mantener una alimentación equilibrada).
- Paciencia y auto-compasión: reconocer el derecho a sentir tristeza, enojo y confusión sin apresurarse a sentirse bien. Ser amable y paciente con el propio proceso ayuda a sanar de forma genuina.
- Expresar las emociones: conversar con amigos de confianza puede ser un desahogo necesario. No abandonar relaciones de amistad que han estado presentes desde antes de la ruptura.
- Terapia profesional: la ayuda de un terapeuta puede proporcionar una perspectiva sin juicio y un espacio seguro para navegar por el dolor de la separación.
- Recuperar actividades personales: volver a actividades que quedaron en pausa durante la relación, como viajar solo o retomar aficiones, permite reconectar con la independencia.
- Mantener la mente activa: aprender algo nuevo, como un idioma o una habilidad, ayuda a evitar pensamientos negativos y a reconstruir una identidad propia.
- Establecer contacto cero (si es posible): evitar el contacto con la expareja y no ver sus redes sociales reduce el riesgo de reabrir heridas y contribuye a la estabilidad emocional.
Reconstrucción y nuevas oportunidades
Superar una ruptura permite redescubrirse y recobrar la conexión con uno mismo. Y es que las relaciones, aunque en muchos casos implican ajustes y renuncias, también aportan crecimiento personal y experiencias valiosas.
Al concluir el proceso de duelo, es posible abrirse a nuevas experiencias y vínculos sin cargar con el peso de las heridas pasadas.
Aceptar el fin de una relación y aprender a gestionar el duelo ayuda a sentar una base sólida para el bienestar emocional y la resiliencia, permitiéndonos encontrar en el futuro nuevas relaciones, más sanas y conscientes.