Estos son los factores que aumentan el deterioro cognitivo a partir de los 55 años
Diversos factores pueden influir en el funcionamiento del cerebro y su capacidad para procesar información
A medida que avanzamos en edad, nuestra salud cognitiva se convierte en un aspecto crucial para mantener una buena calidad de vida.
Diversos factores pueden influir en el funcionamiento del cerebro y su capacidad para procesar información, memorizar y razonar con claridad.
En este contexto, resulta fundamental conocer qué elementos pueden jugar un papel importante para prevenir posibles desafíos en la etapa de madurez.
¿Qué factores son los que más influyen?
Un estudio del Departamento de Ciencias del Cerebro del Imperial College London ha arrojado nueva luz sobre cómo los factores de riesgo cardiovasculares afectan la salud cerebral y predisponen a la neurodegeneración.
Los hallazgos, publicados en el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry, sugieren que los hombres comienzan a experimentar estos efectos nocivos una década antes que las mujeres.
Los factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes tipo 2, la hipertensión, el tabaquismo y la obesidad, están bien documentados como contribuyentes al deterioro cognitivo y la demencia.
Sin embargo, este estudio a largo plazo revela que los efectos varían según el sexo y la edad, con los hombres siendo más vulnerables entre los 55 y los 74 años, mientras que las mujeres experimentan un mayor impacto entre los 65 y los 74 años.
Regiones del cerebro afectadas
El deterioro cerebral relacionado con el riesgo cardiovascular se observa principalmente en los lóbulos temporales, responsables del procesamiento auditivo, visual, emocional y de la memoria.
No obstante, los efectos no se limitan a estas áreas, ya que el daño también se extiende a todas las regiones corticales, comprometiendo funciones cognitivas más amplias.
La investigación utilizó neuroimágenes avanzadas para medir el volumen de materia gris cerebral en 34,425 participantes del Biobanco del Reino Unido, con una edad media de 63 años.
Los cambios más significativos en la estructura cerebral se asociaron con el tejido adiposo visceral (grasa abdominal profunda), un indicador clave de obesidad y riesgo cardiovascular.
Por qué los hombres son más vulnerables
El estudio encontró que los hombres enfrentan un mayor y más temprano riesgo de neurodegeneración asociado con la obesidad y el riesgo cardiovascular. Este deterioro sigue una curva en forma de campana:
- Menor susceptibilidad antes de los 55 años.
- Mayor vulnerabilidad entre los 55 y 74 años.
- Disminución de los efectos perjudiciales después de los 75 años.
En contraste, las mujeres muestran una susceptibilidad similar, pero comienza aproximadamente una década después, destacando posibles diferencias biológicas, hormonales y metabólicas entre los sexos.
Prevención antes de los 55 años
Los investigadores enfatizan la importancia de atacar agresivamente los factores de riesgo cardiovascular desde edades tempranas, especialmente en los hombres:
- Prevención y manejo de la obesidad: controlar el tejido adiposo visceral no solo reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino que también protege la salud cerebral.
- Uso de medicamentos existentes: algunos fármacos desarrollados para la obesidad y la diabetes tipo 2 han mostrado potencial para tratar o prevenir la enfermedad de Alzheimer, sugiriendo un doble beneficio.
- Promoción de estilos de vida saludables: mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y dejar de fumar son intervenciones esenciales para reducir el riesgo cardiovascular y, en consecuencia, el deterioro cognitivo.
Limitaciones y áreas de estudio futuro
Aunque este estudio observacional ofrece importantes insights, tiene ciertas limitaciones:
- No se evaluaron biomarcadores específicos de la enfermedad de Alzheimer, lo que dificulta diferenciar entre el envejecimiento normal y la neurodegeneración específica.
- La influencia del gen APOE e4, asociado con un mayor riesgo de Alzheimer, no pareció modificar significativamente los hallazgos, pero aún requiere más investigación.
- Las explicaciones biológicas incluyen inflamación, resistencia a la leptina e insulina, y ruptura de la barrera hematoencefálica, pero estos mecanismos necesitan ser explorados más a fondo.