Leche materna: de qué se compone y qué beneficios aporta
Su composición perfecta y beneficios a corto y largo plazo hacen que amamantar sea una de las decisiones más positivas
La leche materna es considerada el alimento ideal para los recién nacidos, proporcionando una combinación única de nutrientes y compuestos que benefician tanto al bebé como a la madre.
Este acto natural no solo fomenta un vínculo emocional especial, sino que también ofrece protección contra diversas enfermedades y contribuye al desarrollo óptimo del recién nacido.
¿Qué es la leche materna?
Es el alimento producido por las glándulas mamarias de las mujeres, específicamente diseñado para satisfacer las necesidades nutricionales de los bebés en sus primeros meses de vida.
El alimento más natural y completo para los recién nacidos, ya que contiene todos los nutrientes esenciales como proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales en las proporciones adecuadas.
Además, tiene compuestos bioactivos como anticuerpos, enzimas y hormonas que protegen al bebé contra infecciones y ayudan en su desarrollo.
¿De qué está compuesta la leche materna?
La leche materna se adapta de manera constante a las necesidades del bebé en cada etapa de su desarrollo. Entre sus componentes principales destacan:
- Lactosa: aporta energía, favorece el desarrollo cerebral, mejora la absorción de calcio y promueve una microbiota intestinal saludable.
- Oligosacáridos: actúan como prebióticos, fomentando bacterias beneficiosas y bloqueando patógenos para prevenir infecciones.
- Proteínas: ofrecen nutrición equilibrada, mejoran la absorción de hierro, protegen contra infecciones y son fáciles de digerir.
- Grasas: representan el 50% de las calorías del bebé, incluyendo ácidos grasos esenciales como omega-3 y omega-6 para el desarrollo del cerebro y sistema nervioso.
- Vitaminas y Minerales: proveen hierro, calcio, y vitaminas clave (A, D, E y K), con alta biodisponibilidad para el crecimiento y fortalecimiento del bebé.
¿Qué beneficios tiene para el bebé?
La leche materna está diseñada para satisfacer las necesidades del recién nacido, y sus beneficios son innumerables:
- Protección inmunológica: los anticuerpos presentes ayudan a prevenir infecciones y fortalecen el sistema inmunitario.
- Fácil digestibilidad: su composición está adaptada para el sistema digestivo inmaduro del bebé, evitando problemas como el estreñimiento.
- Desarrollo cognitivo: los ácidos grasos esenciales favorecen el desarrollo cerebral y cognitivo.
- Reducción de riesgos: amamantar reduce la probabilidad de que el bebé desarrolle alergias, obesidad, diabetes tipo 1 y 2, y otras afecciones crónicas.
Y ¿para la madre?
La lactancia también aporta ventajas significativas para la salud de la madre:
- Recuperación posparto: la liberación de oxitocina durante la lactancia ayuda a que el útero recupere su tamaño normal más rápidamente y reduce el riesgo de hemorragias posparto.
- Prevención de enfermedades: amamantar está asociado con una menor incidencia de cáncer de mama y ovario, así como osteoporosis.
- Pérdida de peso: la producción de leche quema calorías adicionales, lo que puede ayudar a recuperar el peso previo al embarazo.
- Vínculo emocional: refuerza la conexión madre-hijo, promoviendo un apego saludable y beneficios psicológicos para ambos.
La leche materna frente a las fórmulas artificiales
Aunque las fórmulas artificiales han experimentado avances notables en las últimas décadas, las investigaciones continúan demostrando que ninguna fórmula puede replicar completamente la composición dinámica y los beneficios inmunológicos que ofrece la leche materna.
La leche materna no solo proporciona los nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo del bebé, sino que también tiene propiedades únicas que no se encuentran en las fórmulas comerciales, incluso en las más avanzadas
Recomendaciones y apoyo a la lactancia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y su continuidad, junto con alimentos complementarios, hasta al menos los dos años.
Para las madres que enfrentan dificultades, el apoyo de profesionales de la salud, grupos de lactancia y recursos educativos es clave.