Darío Fernández, doctor: ¿por qué estornudar fuerte provoca infección de oído?
Expulsar con demasiada fuerza los mocos puede desencadenar una serie de reacciones negativas en el organismo

Una mujer estornudando | Canva
El estornudo es una respuesta natural y común del cuerpo ante la irritación de las vías respiratorias, pero, ¿sabías que estornudar de manera demasiado fuerte podría tener efectos inesperados en nuestra salud?
En este contexto, el Dr. Darío Fernández, destacado especialista, nos explica los riesgos y las razones detrás de cómo un simple estornudo puede provocar una infección de oído, un problema de salud más común de lo que parece.
¿Por qué estornudar fuerte puede provocar una infección de oído?
La nasofaringe es una parte del cuerpo que está detrás de la nariz y la garganta, donde se acumulan los mocos. Ayuda a mantener las vías respiratorias limpias y protegidas.
Sin embargo, cuando hay una infección o congestión nasal, las bacterias y virus pueden moverse hacia otras áreas cercanas, como el oído.
Una parte importante de esta conexión es la trompa de Eustaquio, que une la nasofaringe con el oído medio. Su función es equilibrar la presión entre ambos.
Cuando hay una infección, las bacterias pueden pasar a través de esta trompa y llegar al oído, causando una infección llamada otitis media.
El Dr. Darío Fernández explica que un estornudo fuerte puede empujar las secreciones de la nasofaringe hacia el oído medio, lo que puede causar una infección con dolor, fiebre y, a veces, pérdida temporal de la audición.
Los problemas de estornudar fuerte
Un estornudo fuerte, aunque a menudo se considera inofensivo, puede generar presiones internas en el cuerpo que, en ocasiones, son demasiado altas para que las estructuras delicadas del oído las soporten.
Durante un estornudo, especialmente si se está experimentando congestión nasal o infecciones respiratorias como un resfriado o sinusitis, la presión dentro de la cavidad nasal y de la nasofaringe aumenta considerablemente.

El Dr. Darío Fernández destaca que, bajo estas condiciones, el estornudo puede producir un desbalance de presión entre la nasofaringe y el oído medio, lo que puede generar la propagación de bacterias a través de la trompa de Eustaquio.
La acumulación de secreciones y bacterias en el oído medio es la causa principal de la otitis media, una condición dolorosa que puede requerir tratamiento médico para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.
¿Cómo hay que expulsar los mocos adecuadamente?
Para evitar que el estornudo se convierta en un factor de riesgo para la infección del oído, es fundamental saber cómo manejar la mucosidad que se acumula en la nasofaringe. La clave está en expulsar el moco de manera controlada, no en expandirlo hacia otras partes del cuerpo.
El Dr. Fernández recomienda evitar estornudos muy fuertes que puedan crear una presión excesiva en las vías respiratorias superiores y comprometer el oído medio.
En lugar de ello, sugiere que cuando se tenga congestión nasal, se realicen sonoros, pero suaves estornudos para evitar que la mucosidad sea forzada hacia el oído.
Además, es recomendable realizar un limpiado nasal suave usando un pañuelo desechable o un aspirador nasal, especialmente en niños, para evitar que la mucosidad se quede en las vías respiratorias.
El uso de descongestionantes nasales también puede ser útil para mantener despejadas las vías nasales, lo que reduce el riesgo de presión acumulada durante el estornudo.
Consecuencias de no tratar la infección de oído
Si la infección de oído no se trata adecuadamente, puede dar lugar a complicaciones como la pérdida de audición temporal o crónica, daño al oído medio, e incluso infecciones más graves que pueden extenderse a otras áreas cercanas, como los senos paranasales o la mastoiditis. Por lo tanto, la prevención de la otitis, especialmente relacionada con estornudos fuertes, debe ser una prioridad.
Consejos para evitar infecciones del oído
El Dr. Darío Fernández recomienda una serie de precauciones para minimizar el riesgo de infección en el oído tras estornudar:
- Evitar estornudar con fuerza: si es posible, trate de estornudar de manera suave, cubriéndose la nariz y la boca con un pañuelo o el codo.
- Limpieza nasal adecuada: use un pañuelo o un aspirador nasal para liberar las fosas nasales de cualquier secreción.
- Mantenerse hidratado: beber suficientes líquidos puede ayudar a diluir la mucosidad, facilitando su expulsión sin forzarla hacia el oído.
- Consultar a un médico: si experimenta dolor de oído, fiebre o pérdida de audición después de un resfriado o infección nasal, es fundamental consultar a un profesional de la salud para recibir el tratamiento adecuado.