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Estos son los siete hábitos silenciosos que te están envejeciendo, según el Dr. Olmos

El experto en epigenética Alexandre Olmos asegura que hay siete acciones cotidianas que «nos están haciendo envejecer»

Estos son los siete hábitos silenciosos que te están envejeciendo, según el Dr. Olmos

El Dr. Alexandre Olmos desvela cómo evitar el envejecimiento

Todos tememos al envejecimiento, peor más aún a llegar a viejos sin energía ni salud. Aunque evidentemente nunca nos sentiremos como cuando teníamos veinte años, sí que podemos ‘ralentizar‘ de alguna manera el paso del tiempo. En concreto, nos referimos a rutinas y hábitos diarios que, literalmente, pueden hacer que tu cuerpo ‘olvide’ en qué edad está. En este artículo te contamos cómo puedes empezar llevarlo a cabo desde hoy mismo.

Para ello, contamos con las declaraciones de un médico internista y experto en epigenética, el Dr. Alexandre Olmos, quien advierte en su perfil de Instagram de siete acciones cotidianas que «nos están haciendo envejecer sin que nos demos cuenta». Unos actos que, según él, «podemos revertir con pequeños cambios que te hacen ver y sentirte más joven». A continuación, te contamos lo que afirma este afanado doctor y los estudios científicos que avalan sus palabras.

1. Dormir menos de seis horas por noche

Los estimulantes pueden producir falta de sueño. (Fuente: Freepik)
El insomnio puede afectar al envejecimiento

Según el Dr. Olmos, la pérdida crónica de sueño eleva los niveles de cortisol, lo que destruye fibras de colágeno y afecta a la memoria. Al respecto, según el médico, cada hora adicional de descanso —hasta alcanzar las 7 a 9 horas recomendadas— ayuda a recuperar la función cerebral y frenar el envejecimiento cutáneo.

Esta afirmación la han respaldado diversos estudios, los cuales han asegurado que la privación crónica de sueño eleva de forma sostenida los niveles de cortisol, lo que no solo altera el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal y debilita el sistema inmunitario, sino que también interfiere en la reparación tisular de la piel. Así, se ha demostrado que la falta de sueño deteriora la función de barrera cutánea, incrementa la pérdida de agua transepidérmica y reduce la elasticidad, limitando la síntesis de colágeno y retardando la regeneración celular. En lo que se refiere a la memoria, esta investigación ha revelado que una sola noche sin dormir merma la actividad del hipocampo durante la codificación de nuevos recuerdos, con peores resultados de retención de memoria al día siguiente.

2. Consumir demasiada azúcar

El experto advierte de que el exceso de sacarosa y fructosa en nuestra dieta desencadena un proceso químico conocido como glicación, que forma productos finales capaces de dañar el colágeno y la elastina de la piel, y endurecer las arterias. Al respecto, un análisis en pacientes con diabetes tipo 1 demostró el vínculo directo entre azúcar elevada y deterioro de la matriz extracelular. Otras investigaciones han confirmado que estos compuestos aceleran la aparición de arrugas y manchas, y agravan la rigidez cutánea.

3. Vivir con estrés constante

«El estrés crónico acorta los telómeros, que son como el reloj de tus células; cuanto más cortos, más rápido envejeces», explica el Dr. Olmos. Los telómeros son regiones de ADN en los extremos de los cromosomas que van perdiendo longitud en cada división celular. Al respecto, los estudios realizados han demostrado que niveles elevados de cortisol aceleran esta pérdida, favoreciendo un envejecimiento prematuro.

4. Tener niveles bajos de magnesio

El Dr. Olmos asegura que la deficiencia de magnesio compromete la calidad del sueño, ralentiza el metabolismo y aumenta la vulnerabilidad al estrés oxidativo, factores todos que propician el envejecimiento celular.

5. Exponerse mal al sol

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El médico advierte de que tanto la deficiencia como la exposición excesiva al sol pueden resultar perjudiciales. Así, la falta de vitamina D debilita huesos y sistema inmunitario, mientras que la radiación intensa acelera la fotoenvejecimiento de la piel, tal y como han demostrado las investigaciones. Lo ideal, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE, es de unos 30 minutos.

6. Sedentarismo

No hacer ejercicio de forma regular desgasta la musculatura, empeora la circulación y reduce la capacidad antioxidante natural del cuerpo. Contrariamente, la actividad física mantiene las células en un estado óptimo y refuerza mecanismos reparadores, tal y como han afirmado estudios como este, publicado en Nature.

7. Consumir alcohol habitualmente

Beber alcohol con frecuencia promueve inflamación sistémica, deshidrata la piel y daña neuronas, acelerando tanto el envejecimiento cutáneo como cognitivo. Los estudios han demostrado que bebedoras frecuentes (unas 8 copas a la semana) suelen tener arrugas faciales más marcadas, pérdida de volumen en el tercio medio y dilatación de capilares, evidenciando un envejecimiento cutáneo diferenciado.

La buena noticia, insiste el Dr. Olmos, es que todos estos factores son reversibles con ajustes sencillos en el día a día. Todo es ponerse, desde ya, claro.

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