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Dónde tener (o no) una primera cita en Madrid, según la escritora Inma Benedito

En una entrevista reciente, la autora de ‘Too match’ desvela sus rincones favoritos para un encuentro romántico

Dónde tener (o no) una primera cita en Madrid, según la escritora Inma Benedito

Madrid | Canva

En tiempos en los que las aplicaciones de citas dictan parte del ritmo emocional de las ciudades, saber dónde tener una primera cita puede marcar la diferencia entre el entusiasmo y el desastre. La escritora Inma Benedito, autora del libro Too match, lo tiene claro: el lugar importa, pero lo que más cuenta es lo que ese sitio dice de la ciudad, y de uno mismo. Durante una entrevista reciente, Benedito compartió su visión sobre los mejores y peores lugares para tener una cita en Madrid. Con su característico tono irónico y directo, no solo ofreció recomendaciones, sino que dejó entrever una mirada crítica sobre la evolución reciente de la capital.

El peor lugar: donde el precio eclipsa el encanto

A la hora de señalar el lugar menos indicado para una cita, Benedito no dudó: “El peor sitio, yo diría que cualquier lugar en el que te cobren 4 euros por un doble”, sentenció. Una frase tan rotunda como reveladora, que alude directamente al proceso de gentrificación y turistificación que viven barrios tradicionales de Madrid. Pagar precios desorbitados por lo cotidiano —como una caña o un doble— no solo rompe el encanto de una cita, también distorsiona el alma de la ciudad. Detrás de esa crítica, hay una reivindicación clara: el romanticismo no tiene por qué pasar por lo caro ni lo instagrameable. Al contrario, los buenos encuentros suelen tener como escenario lo auténtico, lo vivido, lo que aún resiste.

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El mejor lugar: los márgenes con memoria

Cuando se le pide un lugar ideal para una cita, Benedito responde con cautela. “No voy a decir uno porque no me gustaría gentrificar mis lugares favoritos de Madrid”, reconoce, consciente del poder que tiene una recomendación hoy en día. Pero sí deja pistas: habla del Puente de Segovia, de las Vistillas ahora que se acerca San Isidro, y de las callejuelas del Madrid de los Austrias. Lugares que conservan historia, aire castizo y una belleza que no necesita filtros. Son rincones con encanto, pero también con memoria: escenarios perfectos para una conversación que fluya, para un paseo sin prisa, para dejar que lo inesperado ocurra sin interferencias.

Una ciudad que se transforma (y se resiste)

Benedito escribe desde un Madrid que cambia, pero también se resiste a desaparecer bajo la presión del turismo, los precios inflados y la pérdida de identidad. Su mirada, aguda y melancólica, retrata una ciudad vivida desde dentro, donde el amor (o sus restos) se cuelan entre plazas escondidas, bares sin nombre y caminatas al anochecer. En Too match, esa sensibilidad ya estaba presente: un libro que mezcla autoficción, humor y confesión para narrar el caos emocional de las citas, los ex que no desaparecen del todo y los deseos lanzados al universo con más fe que lógica.

Pero Too match es mucho más que un ejercicio de nostalgia sentimental. Es una oda al desamor con forma de libro, un diario de citas fracasadas, un First Dates que siempre termina mal. Una especie de Sexo en Nueva York castizo y desencantado, sin zapatos de diseñador ni brunches de ensueño: más bien con cañas a cuatro euros y mensajes sin responder. Benedito firma una serie de relatos para grinchs del amor, para quienes alguna vez se sintieron solos en compañía, o ilusionados por alguien que no recordaba su apellido. Es también un retrato generacional nítido: una historia de amor y duelo en los tiempos de Tinder, escrita con ironía, ternura y crudeza. Y tal vez —solo tal vez—, como ella misma sugiere, sea también una excusa para seguir usando la app.

El origen del libro está en una herida que muchos reconocerán. “Mi exnovia eligió la mañana de un seis de enero, día de Reyes, para romper conmigo”, confiesa Benedito en uno de los relatos. “Un día después me…” —y la historia continúa, como tantas otras en las que el corazón se rompe mientras la ciudad sigue latiendo. Así, cuando Inma Benedito habla de citas, no habla solo de geografía. Habla de cómo habitamos nuestras emociones y nuestros barrios. Y de cómo, a veces, el lugar perfecto no es el más bonito, sino el que aún no ha sido devorado por el algoritmo o la especulación.

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