Los seis cócteles de moda premiados por 'bartenders' que puedes probar en Madrid
Estos espacios priorizan la autoría y una experiencia auténtica, alejándose de las modas pasajeras

Cócteles tendencia | Cedidas
Con la llegada del buen tiempo, las terrazas se llenan, las noches se alargan y la coctelería vive uno de sus momentos más vibrantes del año. En Madrid, dos espacios de referencia –Fluid y Pensión Mimosas– marcan el ritmo con seis propuestas de autor ideadas por algunos de los bartenders más premiados del país. Sabores florales, toques cítricos, texturas sedosas y un despliegue de creatividad líquida dan forma a los cócteles que prometen conquistar la temporada.
Fluid: arte, música y mixología en el corazón de Madrid
Fluid no es una coctelería al uso. Situado en pleno centro de la capital, este espacio artístico y multidisciplinar fundado por Marc Álvarez (ex elBarri, Sips Barcelona) y Juan Falcón (Bar Sauvage, CLUB SAUVAGE), se ha consolidado como uno de los templos de la coctelería de vanguardia. Su propuesta de primavera combina técnica, autoría y una apuesta clara por lo sensorial.
1. Fresa y saúco
Un cóctel tropical de sabor dulce y fresco, elaborado a partir de ginebra infusionada con orégano, vermut blanco, flor de saúco y un semipuré de fresas que se completa con vino Riesling. Un trago equilibrado y muy primaveral.

2. Apio y pomelo
Pensado para paladares que buscan intensidad, esta mezcla apuesta por el mezcal como base, combinado con zumo natural de apio y pomelo, licor de cítricos como la bergamota y el kumquat, y rematado con un borde de sal de gusano. Ideal para los amantes del perfil cítrico y del carácter del margarita clásico.
3. Pera y salvia
Refrescante y con gran complejidad aromática, este cóctel parte de una base de ginebra, agua de pera y salvia, y se eleva con un redestilado de pesto que aporta una original nota herbal.
Pensión Mimosas: reinvención del ‘speakeasy’ tradicional
Pensión Mimosas ha sabido consolidarse como una de las propuestas más rompedoras de la noche madrileña. Su fachada de pensión modesta oculta en realidad un espacio camaleónico donde coctelería, arte y diseño se dan la mano. Firmado también por Álvarez, Falcón y Alessio Beltrami, este local sorprende con una carta que reinventa clásicos y se atreve con combinaciones inéditas.
1. Ispahan
Inspirado en el emblemático postre francés, este cóctel es una delicada sinfonía floral y afrutada. La base de vodka se funde con el dulzor del licor de lichi, mientras que una soda de frambuesa y rosa aporta frescura y elegancia.
2. Jerezana
Una versión sofisticada del clásico rebujito andaluz. El licor de flor de saúco introduce un toque floral y dulce, el vino fino suma complejidad, y la soda de pera e hinojo completa un trago refinado, versátil y sorprendente.

3. Golden Cadillac
Reinterpretación contemporánea del mítico cóctel homónimo. Combina vodka, licor de vainilla y zumo de melocotón, y aplica la técnica del milkwash con leche infusionada en chocolate blanco. El resultado es un cóctel cristalino, con textura aterciopelada y un sabor goloso que no empalaga.

La cultura del cóctel como experiencia global
En los últimos años, la cultura del cóctel ha trascendido su papel tradicional como simple complemento gastronómico para erigirse en una experiencia global que fusiona arte, identidad y turismo. Esta transformación responde no solo al auge de la mixología como disciplina creativa, sino también a un cambio en las dinámicas sociales del consumo: beber ya no es únicamente un acto, sino una forma de vivir una historia, un territorio y una estética. Lo que antes era una escena reservada a bares clásicos, masculinos y muchas veces elitistas, hoy se ha democratizado y sofisticado a partes iguales, dando lugar a un fenómeno transversal que conecta ciudades, influencias culturales y generaciones.
Desde los rooftops neoyorquinos que reinterpretan clásicos con ingredientes locales, hasta los speakeasies de Tokio donde cada detalle evoca ritualidad, pasando por Ciudad de México —hoy epicentro de la reinvención del mezcal y el tequila—, Londres con su enfoque vanguardista y Barcelona con su marcada personalidad mediterránea, la coctelería se ha convertido en un reflejo del espíritu de cada urbe. En este mapa internacional, Madrid se posiciona como un actor protagonista: la capital española ha vivido un auge sin precedentes en su escena de bares, impulsado por una nueva generación de bartenders que entienden la barra como un espacio cultural. Con propuestas que van desde reinterpretaciones castizas de clásicos internacionales hasta menús sensoriales que exploran el terroir ibérico, Madrid no solo exporta talento, sino que atrae turismo especializado y se consolida como una parada obligada en las rutas globales del cóctel.