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Envejecimiento visual: cómo prevenir, detectar y manejar sus efectos con el paso del tiempo

Adoptar hábitos saludables desde jóvenes y mantener un seguimiento oftalmológico regular son las mejores estrategias

Envejecimiento visual: cómo prevenir, detectar y manejar sus efectos con el paso del tiempo

Dra. María Cristina Bohórquez | Cedida

El envejecimiento es un proceso natural que afecta a todos los órganos de nuestro cuerpo, incluidos los ojos. La visión, uno de nuestros sentidos más preciados, experimenta cambios graduales que pueden impactar significativamente nuestra calidad de vida si no los atendemos adecuadamente. Comprender estos cambios y saber cómo abordarlos es fundamental para mantener una buena salud visual a lo largo de los años. Para profundizar en este tema, desde THE OBJECTIVE hemos contactado con la Dra. María Cristina Bohórquez, oftalmóloga especializada en retina de IMO Grupo Miranza, quien nos explica las claves para entender, prevenir y manejar el envejecimiento visual. Los primeros indicios de este proceso comienzan a manifestarse alrededor de los 40 años, siendo la presbicia o vista cansada el síntoma más frecuente.

Según detalla la especialista, «los signos más recientes de envejecimiento visual se aprecian en el cristalino y se manifiestan con la incapacidad de enfoque de cerca, generando lo que conocemos como vista cansada o presbicia». Esta condición se presenta inicialmente como dificultad para leer textos pequeños, necesidad de alejar los objetos para enfocarlos correctamente, y fatiga visual tras actividades que requieren visión de cerca, síntomas que tienden a progresar con el tiempo, haciendo inevitable el uso de gafas de lectura o ayudas visuales específicas.

El impacto de los hábitos diarios en la salud visual

La Dra. Bohórquez señala que «la exposición a pantallas, principalmente en formato tableta o móvil, tiende a incrementar la miopía en personas jóvenes, al permanecer largos periodos de tiempo estimulando la visión cercana». Para contrarrestar estos efectos, la especialista recomienda no exceder su uso y combinarlo con actividades al aire libre y que requieran visión lejana. La regla 20-20-20 es especialmente útil: cada 20 minutos, mirar durante 20 segundos un objeto situado a 20 pies de distancia (aproximadamente 6 metros).

Respecto al tabaquismo, la Dra. Bohórquez advierte que «el tabaquismo tiende a afectar la circulación en todo el cuerpo y zonas como la retina, con vasos tan pequeños, tienden a comprometerse un poco más». En pacientes con degeneración macular asociada a la edad (DMAE), la experta es clara: «se aconseja dejar el tabaco para evitar mayores complicaciones asociadas a la enfermedad».

El envejecimiento es un proceso natural que afecta a todos los órganos de nuestro cuerpo, incluidos los ojos.

La alimentación como aliada de la salud visual

Una nutrición adecuada desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la salud ocular. Como destaca la Dra. Bohórquez, «cada vez somos más conscientes de la importancia de la alimentación en nuestra salud. En general, el consumo de un alto contenido de vegetales será siempre bien recibido por nuestro cuerpo, especialmente nuestros ojos, ya que aportan un contenido de vitaminas y minerales que son clave para el correcto funcionamiento de nuestra retina». Los alimentos ricos en antioxidantes, como las verduras de hoja verde, los frutos rojos, y aquellos que contienen omega-3, pueden ayudar a proteger contra el daño oxidativo que contribuye al envejecimiento ocular. La luteína y zeaxantina, presentes en espinacas, col rizada y huevos, son especialmente beneficiosas para la salud macular.

¿Cómo prevenir el envejecimiento visual?

La prevención del envejecimiento visual debe comenzar desde edades tempranas. Establecer rutinas saludables incluye protegerse de la radiación ultravioleta usando gafas de sol con filtro UV adecuado, mantener una distancia apropiada al leer o usar dispositivos digitales, y asegurar una iluminación adecuada durante las actividades que requieren esfuerzo visual. La Dra. Bohórquez enfatiza que «la salud de la retina se puede vigilar con controles periódicos por parte de nuestro oftalmólogo. En términos generales un chequeo cada dos años aproximadamente nos mantendrá seguros que las cosas marchan bien».

Avances tecnológicos en detección temprana

La tecnología médica actual ofrece herramientas cada vez más sofisticadas para la detección precoz de enfermedades relacionadas con el envejecimiento visual. Según la Dra. Bohórquez, «en la actualidad, el desarrollo tecnológico con pruebas y exámenes es cada vez más útil para el estudio de enfermedades retinianas y la detección temprana de las mismas. Las pruebas más habituales para la detección precoz de la DMAE son la realización de una tomografía ocular coherente y la fotografía de fondo de ojo». Estos avances han revolucionado la capacidad de los oftalmólogos para detectar cambios sutiles antes de que se manifiesten síntomas perceptibles, mejorando significativamente el pronóstico de muchas enfermedades oculares.

Para aprovechar al máximo estas tecnologías, a partir de los 40-50 años aumenta la importancia de los controles oftalmológicos regulares. La especialista recomienda que a partir de los 40 a 50 años, si no existen enfermedades conocidas, se recomiendan controles oftalmológicos cada dos años. Ante la presencia de alguna lesión en la retina, la recomendación es realizar controles al menos una vez al año, añadiendo que la frecuencia exacta será determinada por el oftalmólogo según la patología específica. El envejecimiento visual es inevitable, pero sus efectos pueden minimizarse significativamente con prevención adecuada, detección temprana y manejo apropiado.

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