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Olvídate de las begonias y las orquídeas: la planta del mismo color y menos cuidados

La gloxinia tiene un tiempo de reposo tras la floración, lo que la hace ideal para los que no están siempre en casa

Olvídate de las begonias y las orquídeas: la planta del mismo color y menos cuidados

Una gloxinia. | Canva

Las begonias y las orquídeas son plantas muy delicadas que a menudo requieren de atención. Por eso, muchos buscan alternativas como la gloxinia, una planta con flores vistosas, colores intensos y fácil mantenimiento.

También llamada la gloxinia del florista, proviene de Brasil y tiene una apariencia similar a la violeta africana, aunque con una gama de colores más amplia, como el morado, el rojo, el rosa, el blanco e incluso el azul violáceo.

Gloxinia. Canva
Gloxinia. Canva

La gloxinia

La gloxinia es una planta perenne de entre 20 y 40 centímetros de altura, con hojas carnosas y aterciopeladas que emergen en forma de roseta desde el tubérculo subterráneo. Sus flores, generalmente acampanadas y aterciopeladas, surgen en tallos erguido y pueden alcanzar los 10 centímetros de diámetro.

Tipos de gloxinias

Aunque el término gloxinia engloba varias especies del género Gloxinia en botánica, en horticultura se refiere principalmente a Sinningia speciosa. Este nombre se mantiene como sinónimo común incluso cuando el verdadero género botánico es diferente. Dentro de este grupo, existen numerosas variedades e híbridos con pétalos veteados, con bordes blancos o de tonalidades sólidas, que van desde el rosa hasta el púrpura intenso.

Cuidados de la gloxinia

La gloxinia necesita luz natural abundante, las orientaciones este u oeste son ideales. La luz demasiado intensa puede quemar flores y hojas. En cuanto a la temperatura, lo óptimo está entre 18ºC y 24°C durante el día, y ligeramente más fresca por la noche sin permitir que descienda por debajo de los 15°C. Se recomienda un sustrato ligero, aireado y bien drenado. Una mezcla ideal es turba con perlita y vermiculita o arena gruesa, similar a la utilizada para violetas africanas.

Riega aproximadamente una vez por semana, usando agua templada (2–3 °C por encima de la temperatura ambiente) y evitando mojar hojas y flores para prevenir manchas marrones y hongos. El método ideal es riego por capilaridad: coloca la maceta sobre un plato con agua y retírala en cuanto la superficie del sustrato esté húmeda o tras 15–20 minutos.

Durante la floración y crecimiento, aplica un fertilizante líquido con mayor fósforo cada 14 días, pero siempre diluido a la mitad de la dosis. En periodo de reposo (otoño e invierno), reduce la frecuencia a una vez al mes o suspende por completo. Las flores pueden durar hasta ocho semanas, es recomendable retirar las flores marchitas cortando justo por debajo del tallo floral para estimular una nueva floración.

La gloxinia puede verse afectada por ácaros, trips, pulgones u hongos si el entorno está seco o el sustrato demasiado húmedo. Revisa las hojas con frecuencia y trata plagas emergentes con jabón potásico o aceite de neem; evita pulverizar las hojas para prevenir hongos como oídio.

Con un ciclo de floración que puede durar hasta ocho semanas y la posibilidad de rebrotar en temporadas futuras, la gloxinia se convierte en tu planta ideal. Olvídate de las preocupaciones, con la gloxinia tendrás unas flores grandes y además, con mucho estilo.

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