Soy periodista y como amante de la lectura te recomiendo estos cinco libros para 2026

Desde que era pequeña, tanto leer como escribir ha sido algo muy mío. Cada noche, antes de dormir, mi madre y yo leíamos juntas, era nuestro momento de calma y de viajar a otros mundos antes de apagar la luz. Con los años, esa costumbre se quedó conmigo y se convirtió en un refugio. Hoy, da igual, si el viaje es corto o largo, siempre me llevo un buen libro en la mochila. Y es que leer es mucho más que pasar el rato. Es un momento de autocuidado, solo para ti, en el que te metes de lleno en una historia y te olvidas de todo lo demás, mientras aprendes casi sin darte cuenta.

Hoy me apetece compartir con vosotros cinco libros muy especiales para mí, lecturas que recuerdo con mucho cariño y que disfruté de principio a fin. Son historias que me acompañaron en distintos momentos, que me hicieron desconectar, reflexionar y sentir, y que por una razón u otra siempre termino recomendándolos.

‘Dime quién soy’ de Julia Navarro

Julia Navarro logra con esta obra crear un relato lleno de misterio y secretos familiares que engancha desde la primera página. Dime quién soy no es solo una novela histórica, sino un viaje a través de distintas épocas y lugares que nos muestra cómo las decisiones de una persona pueden afectar a generaciones enteras. La lectura de este libro me enseñó la importancia de entender las raíces y la historia personal, y cómo nuestra identidad está formada por las experiencias y las historias que heredamos.

‘Marina’ de Carlos Ruiz Zafón

Zafón, conocido por su habilidad para combinar misterio y emoción, nos ofrece en Marina un relato que mezcla adolescencia, romance y aventuras en la Barcelona gótica y mágica que tanto caracteriza su obra. Este libro me enseñó a disfrutar de la belleza de la narrativa detallada y a valorar la construcción de mundos que parecen tangibles. Además, me permitió recordar la fuerza de la amistad y la importancia de enfrentar los miedos, aprendizajes que aplico cada día para gestionar mi propia vida de manera más consciente.

‘Nada es tan terrible’ de Rafael Santandreu

Rafael Santandreu, con un enfoque completamente diferente, nos lleva por el camino del desarrollo personal y la psicología práctica en Nada es tan terrible. Este libro se convirtió en una guía para replantear los problemas cotidianos, aprender a relativizar y enfrentar las dificultades con mayor resiliencia. Gracias a sus reflexiones y tips, he podido manejar mejor el estrés de mi día a día, valorar lo que realmente importa y aplicarlo a situaciones reales, mejorando mucho mi bienestar emocional.

‘El club de las cinco de la mañana’ de Robin Sharma

La disciplina y la gestión del tiempo son los ejes de El club de las cinco de la mañana, todo un clásico a día de hoy. Aunque no me levanto a las 5 am, sí aplico su enfoque de organización y prioridades desde las 6.30 am. Robin Sharma propone aprovechar las primeras horas del día para crear hábitos que impulsen nuestro crecimiento personal y profesional. Incorporar algunas de sus técnicas me ha ayudado a estructurar mejor mi rutina, mantener el foco en mis objetivos y aprovechar el tiempo de manera consciente, algo esencial en una vida que a veces va a toda prisa y en automático.

‘Pídeme lo que quieras’ de Megan Maxwell

No podía dejar de mencionar a Megan Maxwell y su saga más conocida, Pídeme lo que quieras. Fueron los primeros libros que leí de ella; me los regalaron en un cumpleaños y desde entonces me atraparon por completo. La trilogía combina romance, pasión, erotismo y evolución personal, mostrando cómo los personajes aprenden de sus errores y se transforman a lo largo de la historia. La protagonista, al igual que muchas de las creadas por Megan Maxwell, es una mujer inquieta, independiente y con ganas de vivir siendo ella misma, un recordatorio siempre necesario. Leer estos libros me enseñó que la vida puede ser intensa y emocionante, y que siempre es posible crecer y reinventarse, incluso en lo que toca al corazón y las emociones.

La lectura, para mí, es un espacio donde no solo me evado del ritmo frenético de mi día a día, sino que también aprendo constantemente, algo que me apasiona. Cada libro me ofrece una perspectiva nueva, una técnica diferente o un aprendizaje cultural que puedo aplicar en mi vida cotidiana. Gracias a la lectura, he desarrollado una versión más consciente y empática de mí misma, y continúo encontrando en cada historia una oportunidad para crecer y comprender mejor el mundo y a las personas.