Layering japonés, el secreto de las asiáticas para tener la piel más envidiada del planeta
Las rutinas de belleza en Japón se basan en la aplicación de diferentes cosméticos siguiendo un orden específico
En el mundo del cuidado facial, la cultura asiática ha sido una fuente de inspiración constante. Desde occidente no paramos de mirar con envidia la piel de las japonesas y adoptamos las rutinas coreanas como si fueran una biblia de belleza. Sus ingredientes, cosméticos y cuidados se ponen de moda constantemente y lo que más está dando que hablar últimamente es el llamado layering japonés.
El layering facial japonés tiene sus raíces en las prácticas más antiguas del cuidado de la piel de Japón. Hablamos de rutinas que llevan siglos llevándose a cabo y es que en la cultura nipona el cuidado facial siempre ha jugado un papel muy importante. Las mujeres de esas latitudes llevan muchos años en búsqueda de la belleza natural, la armonía y el equilibrio por lo que su sabiduría ha pasado de generación en generación hasta convertirse en todas unas expertas.
Si queremos alcanzar un nivel profesional en esta técnica de cuidado de la piel para lograr un rostro inmaculado como el de las japonesas, hay que empaparse lo antes posible de toda la información que rodea al layering japonés. Por ello, desde THE OBJECTIVE hemos hablado con expertas en cosmética japonesa para saber en qué consiste esta rutina y qué necesitamos para llevarla a cabo a diario.
Qué es el layering japonés
Edurne Arraiza y Marta Peinador son expertas en la cosmética de Japón lo que les llevó a fundar la firma TSUKI Japanese Cosmetics con productos inspirados en la cultura de cuidados japoneses. Ellas nos enseñan en qué consiste el layering japonés y todos sus beneficios.
El layering japonés es un meticuloso método de cuidado de la piel que implica la aplicación de múltiples capas de productos específicos en nuestras rutinas de belleza, tanto por la mañana como por la noche. Este método se centra en nutrir y proteger la piel a través de la superposición estratégica de diferentes cosméticos. Esta suma de productos brindará unos importantes beneficios a largo plazo.
«Los pasos básicos del layering japonés no suponen más de quince minutos y los beneficios que aportarán a la piel bien merecen dedicarle un poquito de tiempo», defienden las expertas. Este sistema de cuidado japonés es muy personalizado porque utiliza productos específicos y con él nos podemos aprovechar de las siguientes ventajas:
- Una piel más limpia y protegida ya que se mejora la barrera cutánea
- Una mejor absorción de los cosméticos, lo que promueve una regeneración de la piel del rostro
- Una mayor hidratación
- La desaparición de imperfecciones como cicatrices y granitos y una mejoría en las líneas de expresión
- Una piel más firme, flexible y jugosa.
Primer paso: la limpieza
El primer paso será desmaquillar la piel haciendo uso de un aceite limpiador. Esta acción será siempre la primera pero solo se aplica en la rutina de noche para eliminar el maquillaje y las impurezas del día. Después, se debe aplicar un limpiador a base de agua para completar la doble limpieza.
¿Cómo se usa correctamente el aceite limpiador para desmaquillar? Desde TSUKI Japanese Cosmetics explican que, para aplicar el limpiador con base de aceite, debemos de tener la piel seca. Se trata de extender el producto sobre el rostro realizando un masaje relajante y haciendo hincapié en las zonas difíciles, como la nariz, ojos y labios. Cuando el producto se haya fundido con la piel, se humedecen ligeramente las manos con agua y comenzamos a emulsionar el producto mediante un ligero masaje. Por último, se aclara muy bien el rostro.
A continuación, se empleará el limpiador a base de agua. Este producto se debe aplicar en la rutina de mañana y noche. El objetivo es eliminar los restos de aceite del paso anterior y las impurezas que se hayan resistido. En ese caso, si es un jabón en crema debemos tener la piel y las manos húmedas y jabonar con un masaje que creará una espuma. Aquí también es importante insistir en las zonas difíciles.
Si optamos por un jabón en gel, no hace falta que el rostro esté húmedo. «Extendemos el producto con nuestras manos y aclaramos después con abundante agua tibia o fría, nunca caliente», aconsejan nuestras expertas en cosmética japonesa. Tras la limpieza secaremos la piel dando toquecitos suaves, nunca arrastrando, con una toalla que usaremos solamente para el cuidado del rostro y que debemos de lavar regularmente.
Segunda paso: tónico, sérum y contorno de ojos
El tónico se debe aplicar también en la rutina de mañana y de noche. Para las japonesas es un producto básico del cuidado de la piel porque sirve para equilibrar su pH y la prepara para la absorción de los productos posteriores. Este paso se considera muy importante después de la doble limpieza ya que nuestra piel queda desprotegida.
Tras la limpieza, y con el rostro seco, aplicaremos unas cuatro cinco gotas de loción. Las japonesas aplican este producto con las manos, ejerciendo una leve presión sobre el rostro que ayuda a su absorción. Lo ideal es dejar que la piel absorba por completo la loción, lo que puede ser cuestión de unos segundos.
El siguiente cosmético en entrar en escena es el sérum que se aplica por la mañana y por la noche. Los sérums son un concentrado de ingredientes activos que tratan problemas específicos como la hidratación, luminosidad y firmeza. Antes de pasar al siguiente paso, que será la crema hidratante, debemos dejar que el sérum se absorba completamente. Mientras tanto, «podemos aprovechar para aplicar el contorno de ojos», aconsejan las expertas.
La piel alrededor de los ojos es más delgada y delicada que la del resto del rostro, por eso es importante hidratar y proteger la zona de agresiones externas. Debemos elegir cosméticos que nos sean muy agresivos ya que se trata de una zona muy sensible. El contorno de ojos se debe aplicar de fuera hacia dentro, es decir, desde el rabillo del ojo hacia el lagrimal.
Tercer paso: crema hidratante y protección solar
La crema hidratante se encarga de sellar la hidratación y proporcionar una barrera protectora y la utilizaremos por la mañana y por la noche. Este cosmético lo usamos para nutrir e hidratar en profundidad pero tampoco es necesario aplicar demasiado producto. «Con una perla será suficiente para todo el rostro y cuello», aconsejan las expertas en cosmética japonesa.
El uso del protector solar es esencial durante el día para proteger la piel de los daños causados por los rayos solares. En Japón no hace falta recordarlo a todas horas y a lo largo del año porque la protección solar es un producto básico en los cuidados de belleza para las japonesas. Este producto requiere de mayor cantidad que del resto de cosméticos y, además, es necesario reaplicarlo a lo largo de la jornada, sobre todo si vamos a estar expuestos al sol.
A la hora de aplicar el protector solar debemos tener en cuenta que la piel va a necesitar un tiempo para absorberlo y crear esa película protectora. Por lo tanto, lo recomendable es usarlo entre 20 y 30 minutos antes de exponernos al sol. Podemos aplicar maquillaje después sin ningún problema, aunque también podemos optar por maquillaje que tenga SPF incluido y así ahorrarnos este tiempo de espera.
Cuidados auxiliares
Además de estas rutinas diarias que practicaremos por el día y por la noche, existen una serie de cuidados adicionales que complementan al layering japonés. En función de cuáles sean las necesidades de nuestra piel, nos decantaremos por unos u otros.
Una o dos veces a la semana podemos llevar a cabo un peeling. Se realiza después de la doble limpieza y con esta práctica conseguiremos que nuestra piel esté más limpia y pueda absorber de manera óptima los productos y tratamientos que apliquemos en nuestras rutinas.
También, una o dos veces por semana, podemos sustituir el sérum por una mascarilla. Existen diferentes formatos como las mascarillas tissue, mascarillas en crema, mascarillas de arcilla natural o mascarillas iluminadoras de oro.
Está demostrado que realizar un automasaje facial estimula los músculos del rostro y así eliminamos la concentración de líquidos y potenciamos la producción natural de colágeno y elastina. Día sí y día no, puedes aprovechar el momento de aplicar la crema hidratante para darle a tu rostro este cuidado. Existen diversas herramientas para realizar un automasaje facial. Las más conocidas son las piedras Gua Sha de diferentes minerales o los cepillos roller.
Ahora que ya conoces todas las fases que componen las rutinas de belleza de las japonesas, es el momento de incorporar en tus cuidados los pasos que hasta ahora no formaban parte de la tuya.