Piel seca o deshidratada: aprende la diferencia para aplicarle los cuidados que necesita
Tener una piel seca o vivir una época de falta de hidratación son problemas diferentes con soluciones distintas
Picores, descamación, sensación de tirantez o un tono más apagado son indicadores de que algo no está funcionando como debería en nuestra piel. Estos síntomas suelen ser una señal de alarma de estar ante una piel seca o deshidratada. Detectarlo a tiempo y combatirlo de manera eficaz es necesario para solucionarlo rápidamente.
Una piel seca no es lo mismo que una deshidratada. Lo primero que debemos aprender es a diferenciarlo de manera correcta para así elegir la solución idónea. David Fernández Polo, de la firma Paula’s Choice España, aclara que «aunque son términos que se suelen utilizar indistintamente, cada uno tiene un significado diferente y necesidades distintas». La seca es un tipo de piel y, por lo tanto, una condición que no puede modificarse. Este tipo se caracteriza por no ser capaz de producir suficiente sebo. La deshidratación, sin embargo, es una condición que podemos experimentar cualquiera. Hace referencia a alteraciones en la barrera cutánea causadas por pérdida de agua.
Si sientes que tienes este tipo de problemas, es urgente que sepas si es que posees una piel seca o si estás sufriendo un episodio de deshidratación. Desde THE OBJECTIVE te damos todas las claves que necesitas para saber diagnosticarlo correctamente y te damos los mejores tratamientos para cualquiera de los dos casos.
Características de una piel seca
La piel seca es uno de los cinco tipos principales que existen. Los otros son piel grasa, normal, mixta y sensible. Este tipo se caracteriza por producir menos sebo que la normal o grasa. La genética suele ser la responsable de que tengamos la piel seca, pero también puede empeorar por diversos factores internos y externos. Entre ellos se incluyen la exposición a climas extremos, ya sea por el frío o por el calor.
También influyen ciertos tratamientos médicos, el proceso natural de envejecimiento o el uso de cosméticos muy secantes. Otras de las posibles causas para que tengamos una piel seca tienen que ver con nuestros hábitos diarios. Uno de ellos es optar por duchas con agua excesivamente caliente.
La piel seca es una condición biológica y no se puede modificar. Sin embargo, aunque no tengamos este tipo de piel de primeras, podemos derivar en ella con el paso de los años, sobre todo después de cumplir los cuarenta. A partir de esa edad, nuestro organismo puede producir menos sebo de lo habitual y que caigamos en esta sección.
¿Cómo saber si tenemos la piel seca? Los signos más habituales es que tenga una textura áspera y que sea muy común que vivamos episodios de descamación. Además, podemos fijarnos en otros rasgos como que tengamos las líneas de expresión más marcadas o notemos una sensación de tirantez poco habitual.
Cómo detectar una piel deshidratada
La piel deshidratada es una afección temporal que indica que no está siendo capaz de retener el agua en ese momento. Una piel sana contiene alrededor de un 30% de agua. Este porcentaje es esencial para mantener su elasticidad, firmeza y resistencia. La deshidratación suele deberse a daños en la barrera protectora provocada por diversos factores externos, como un clima extremadamente frío y seco, una dieta insuficiente en agua o el uso de cosméticos con ingredientes irritantes como algunos tipos de alcoholes, fragancias o aceites esenciales.
Con frecuencia solemos pensar que la deshidratación es una problemática exclusiva de las pieles secas, y nada más lejos de la realidad. Las mixtas y grasas también pueden sufrir deshidratación. Por ejemplo, si al observar tu piel ves que está seca por debajo y con una capa grasa por encima, lo más probable es que tengas deshidratación.
Si sospechas que tienes piel deshidratada, fíjate en alguna de estas señales. La piel suele presentarse irritada, escamosa y, a veces, con un aspecto blanquecino. Sufre de una falta de elasticidad y su textura es áspera y rugosa. Por último la persona con una piel deshidratada también puede notar tirantez y picor.
Cómo cuidar la piel seca
Aunque es un tipo de piel, y no un episodio pasajero, aplicar a diario ingredientes emolientes y reponedores ayudará considerablemente a fortalecer la barrera y suministrar los elementos clave que necesitamos. Los resultados al hacerlo se verán de forma muy rápida.
Si la piel de tu cara es seca y no le das los cuidados necesarios, no estará protegida contra los agentes externos como el sol. Eso producirá a largo plazo que los signos de envejecimiento aparezcan antes de lo que deberían. Por eso, hay que seguir una buena rutina de cuidado como la que nos recomienda a continuación la marca Nivea.
El primer paso será la limpieza. Hay productos como jabones, tónicos faciales y desmaquillantes que generan mucha espuma y tienen mucho alcohol. Estos cosméticos son peligrosos porque pueden disolver los aceites naturales de tu piel y destruir su barrera protectora. Es mejor limpiar tu piel con productos extra suaves, como una leche limpiadora.
La exfoliación es un asunto aún más delicado. No debes exfoliarte demasiado porque resecarás la piel aún más. Como alternativa puedes utilizar un exfoliante suave una vez por semana para eliminar las células muertas y permitir que tus otros cosméticos penetren mejor.
Los sérums son excelentes para sellar la hidratación en tu piel. Busca aquellos que contengan vitamina C o ácido hialurónico, ya que son ingredientes humectantes que inyectan agua y ayudan a reducir la aparición de arrugas y líneas de expresión.
Tampoco podemos olvidar la piel del resto del cuerpo. Asegúrate de que el agua de la ducha no sea demasiado caliente porque es mala para la película protectora y puede resecar la piel aún más. La hidratación será clave así que debes ser muy constante e hidratar cada día con productos nutritivos específicos para pieles secas.
Cómo recuperar la hidratación
Si estás viviendo una época de deshidratación en la piel, lo primero que tendrás que hacer es revisar tus productos cosméticos para identificar si estas utilizando algún ingrediente irritante. Si es así, sustitúyelo por componentes suaves que sean antioxidantes y capaces de reponer la hidratación y restaurar la piel.
En el caso de que esté usando un exfoliante granulado o un cepillo de limpieza, sustitúyelo por un exfoliante liquido sin aclarado AHA o BHA. Con esta alternativa llevarás a cabo una exfoliación más suave que está demostrado son más efectivas para calmar las pieles secas, reforzar su barrera y mantener los niveles necesarios de hidratación.
Durante el día, no olvides nunca terminar tu rutina con un protector solar de amplio espectro que también sea hidratante. No solo protegerás tu piel de los nocivos efectos de los rayos solares, sino que además podrás aportar a tu piel un plus de elementos hidratantes y restauradores.
Desde Garnier también nos recuerdan que si tenemos una piel deshidratada es fundamental que vigilemos la alimentación para recuperar las reservas de agua. Beber la suficiente agua, mantener una dieta rica en verduras y frutas, y limitar el consumo de fritos y otras comidas perjudiciales contribuirán a recuperar el buen estado de la piel.
En cuanto al rostro, también hay que mantener una buena rutina y cumplir con los pasos esenciales, tanto por la mañana como por la noche. Esas rutinas deben contener una limpieza diaria, la aplicación de la crema hidratante y otros pasos recomendables según nuestro tipo de piel.