Cremas cosméticas: así debes aplicar tus productos para que sean realmente efectivos
Despeja todas tus dudas sobre cómo usar algunos cosméticos para que la piel absorba todas sus propiedades
En todas las rutinas de belleza las cremas juegan un papel fundamental. Su aplicación puede parecer muy sencilla de primeras y no necesitar mucha explicación. Sin embargo, conforme vamos utilizándolas nos surgen una serie de dudas sobre si lo hacemos de la manera correcta. Los cosméticos pueden ser muy efectivos pero, si no los aplicamos bien, podemos estar perdiendo gran cantidad de sus propiedades.
¿Podemos poner una crema sobre otra sin anular sus efectos? ¿Es mejor extender la crema con los dedos o utilizando un disco de algodón? ¿Cuánto tarda la piel en absorber este tipo de cosméticos y cómo se puede mejorar y hacer más rápida su absorción? Estos son solo algunos ejemplos de esas dudas habituales que nos surgen cuando nos disponemos a aplicarnos un cosmético.
Para poder resolverlas y quedarnos tranquilos de que hacemos todo correctamente, desde THE OBJECTIVE hemos consultado con una serie de expertos en el sector. Estos especialistas nos van a detallar todos los aspectos que hay que tener en cuenta para obtener los mejores resultados y beneficios para nuestra piel.
El orden correcto
En los cuidados diarios que le damos a nuestra piel, lo más habitual es utilizar varios cosméticos. ¿Puede ser negativo utilizar una crema sobre otra? «En principio, no hay ningún problema, pero es importante tener en cuenta la forma cosmética de cada producto ya que debemos aplicar primero el producto más ligero», explica María Ángeles Girón, de la firma Nezeni Cosmetics.
Sin embargo, lo que sí que es recomendable es saber qué función tiene cada crema para no estar utilizando dos productos que tengan los mismos objetivos. También resulta fundamental «asegurarnos de que no incluyen principios activos que, al mezclarse, puedan provocar una reacción adversa como irritación», señala Girón. Entre estas mezclas peligrosas podemos encontrarnos, por ejemplo, con activos como el alfa hidroxiácidos o el retinol que no deben ser mezclados con otros ingredientes como la vitamina C.
La especialista aconseja dejar que se absorba la primera crema por completo antes de aplicar la siguiente. Respecto de la forma de aplicación, Girón recomienda recurrir primero a aquellos productos que sean más ligeros y después usar los de mayor viscosidad. Pero existen algunas excepciones. «Cuando aplicamos una crema con ácido hialurónico, aunque sea en forma de sérum, podría reducir la eficacia del producto aplicado después, sobre todo si está indicado para pieles acneicas», indica la experta. Por este motivo, siempre es conveniente dejarse asesorar por un profesional en el caso de tener dudas.
El serum se debe aplicar después de haber limpiado el rostro, sobre la piel limpia y seca. Con una pequeña cantidad es suficiente y se aplica realizando un pequeño masaje en la zona. A continuación, es el momento de aplicar las cremas hidratantes. «Nunca hay que aplicar un sérum encima de una crema», recalca García Garrido.
Utilizar las herramientas adecuadas
No todo es el orden de aplicación, también es importante saber cómo usar las cremas. Briyi Pérez, maquilladora de la firma Gentleman Cosmetic, recomienda utilizar los dedos para extender la crema. Aunque no es muy aconsejable extraer la crema del tarro directamente con los dedos, si que se considera bueno usarlos para aplicar los productos y masajear la piel en toda la zona de aplicación. Lo único que debemos de tener siempre en cuenta en tener una higiene adecuada y lavarse bien las manos para no contaminar el cosmético que vayamos a usar.
En este terreno, también hay excepciones. «Hay determinados productos, como las mascarillas faciales, que por su textura es más aconsejable aplicarlos con alguna herramienta tipo espátula», señala la experta. «El momento ideal para aplicar la crema es por la noche, si bien existen algunas específicas para otros momentos del día», añade la maquilladora.
Existen también algunas herramientas para aplicar cremas en el rostro. Podemos hablar de rodillos faciales fríos o masajeadores. También es aconsejable enfriar algunos cosméticos en el frigorífico porque, usados en frío, ayudan a calmar la irritación y reducir la inflamación, facilitando la absorción de los ingredientes activos.
Ana Torrens, farmacéutica y responsable científica de HD Cosmetic Efficiency, indica que las cremas deben de aplicarse siguiendo dos tipos de movimientos. Los primeros serán circulares y ascendentes y con ellos lograremos estimular la microcirculación de la piel y que los cosméticos se absorban mejor. También se puede realizar un masaje suave. Con esta segunda técnica los ingredientes activos penetran mejor por lo que lograremos mejorar la eficacia del tratamiento.
Prevenir una posible alergia
El primer paso al utilizar una crema debe de ser siempre leer atentamente su modo de empleo y aplicación. El fabricante está obligado a incluirlo en el packaging del producto y, de esta manera, podemos identificar si en la composición hay algún ingrediente al que seamos alérgico.
Cuando se tiene una alergia a un componente cosmético es muy fácil darse cuenta porque aparecen signos en la piel como rojeces, irritación, descamación o granitos. Para poder prevernirlos, nada mejor que aplicar primero una pequeña cantidad de la crema en alguna zona pequeña del rostro o el antebrazo. Pasados unos quince minutos, si no ha habido una reacción en la piel, podemos utilizar el cosmético con plena confianza.
Cómo mejorar la absorción
«La manera en que la piel absorbe un cosmético es un proceso que involucra una interacción entre la química del producto y la biología de nuestra piel. Está influenciado por varios factores como el tipo de cutis y los ingredientes activos que contiene», explica Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Nezeni Cosmetics. Estas interacciones son las que determinan la rapidez en que se absorbe una crema así como su eficacia.
Para mejorar la absorción del producto, Sáenz recomienda «masajear suavemente la crema sobre la cara con movimientos circulares». También se pueden dar golpecitos con la yema de los dedos. Esta segunda técnica está especialmente indicada para la zona de los ojos.
Previa a la aplicación, tener la piel perfectamente limpia resulta fundamental. Hay que realizar una limpieza facial tanto por el día como por la noche. Solo de esta manera lograremos eliminar la suciedad, grasa o restos de maquillaje o sudor. Se debe hacer con un limpiador suave que respete el pH natural de la piel y no comprometa su barrera protectora.
Además de estas limpiezas diarias, una o dos veces por semana hay que realizar una exfoliación. Podemos elegir entre los exfoliantes químicos con ácidos suaves o los físicos que contienen pequeñas partículas. Este proceso sirve para eliminar las células muertas de la superficie de la piel lo que facilita la absorción de las cremas.
La experta recomienda también aplicarse la crema con la cara húmeda, por ejemplo, después de ducharse o al lavarse la cara. En esos momentos los poros están abiertos y la piel es más receptiva. Por último, aconseja evitar la sobresaturación. «Aplicar demasiada cantidad de cremas satura la piel, impidiendo una absorción adecuada y dejando un residuo graso que impide que el maquillaje se asiente», asegura.
Más allá del rostro
Dependiendo de la zona en la que apliquemos la crema, los movimientos deben de realizarse de manera u otra. En el caso del cuello, se hará con una aplicación de forma descendente. Por el contrario, en el escote realizaremos movimientos ascendentes desde el centro del pecho hacia los lados. En los hombros, lo ideal será aplicar la crema mediante masajes suaves y circulares.
Una de la zonas más conflictivas, y en la que se cometen más errores, son las manos y los pies. «En estas extremidades es importante que la crema llegue a todos sus rincones, extendiéndola bien y ejerciendo un poco de presión a modo de masaje en el caso de los pies», explica Saénz.
La aplicación de las cremas en piernas y brazos «siempre debe efectuarse de arriba hacia abajo y extendiendo bien el producto», añade. Hay que ser rigurosos para no dejar ninguna parte libre de crema y aplicarla acompañada de un masaje. Por último, los codos y las rodillas son zonas que tienden a la sequedad porque su piel es más áspera y dura. Es por ello que necesitan de una mayor hidratación y atenciones así que pueden precisar de más cantidad de producto y nunca olvidarnos de ellos.