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Belleza

Cuando la papada preocupa: los cinco tipos más habituales y sus mejores tratamientos

Dependiendo de la causa de su aparición se recomienda recurrir a diferentes soluciones para corregir su aspecto

Cuando la papada preocupa: los cinco tipos más habituales y sus mejores tratamientos

Especialista analizando el cuello de una paciente | Freepik/prostooleh

La papada es una de las imperfecciones que más preocupan y una de las razones más comunes para recurrir a un tratamiento de medicina estética para ponerle solución. Aunque se suele ligar a personas con sobrepeso, lo cierto es que todos podemos ser víctimas de ella, ya que no entiende de edad o género. La papada puede aparecer por un aumento del peso, pero también debido a la edad o problemas hormonales. Sí, una persona joven también puede sufrirla y es que un gesto tan común como usar el móvil puede acelerar su aparición.

Además, existe un error generalizado en las rutinas de belleza y es centrar los cuidados en la piel del rostro pero olvidarnos la zona del cuello. Sin embargo, esta área es una de las que más sufren con el paso de los años y donde más afectan los agentes externos. También hay que tener en cuenta que la genética influye mucho en esta afección. Hay personas que son más propensas al descolgamiento de la piel y que, por muchos cuidados que apliquen, deben de terminar recurriendo a profesionales médicos.

Si es un tema que te preocupa, lo primero que debes de saber es que no todas las papadas son iguales. Eso también significa que no existe una solución generalizada, ya que cada caso tiene un tratamiento más recomendable. Desde THE OBJECTIVE te vamos a mostrar los cinco tipos que existen para que puedas clasificar tu problema y encontrar la solución más eficaz.

Sus principales causas

Para conocer en profundidad esta imperfección estética, lo primero de todo será saber exactamente a qué nos estamos enfrentando. Para ello, hemos recurrido a la facialista Marta García, directora de los centros estéticos con su propio nombre ubicados en Oviedo. Ella nos explica que la papada «es una acumulación de tejido debajo del mentón que puede estar compuesta por grasa, flacidez de la piel, retención de líquidos, descolgamiento muscular o por la combinación de estos factores».

Especialista explorando la papada de una paciente. (Fuente: Freepik/DCStudio)
Especialista explorando la papada de una paciente. (Fuente: Freepik/DCStudio)

Como ya hemos aprendido, aunque suele asociarse al sobrepeso, también aparece en personas delgadas porque existen otras causas como la genética, el envejecimiento o una postura inadecuada. Dependiendo del tipo de papada, habrá que buscar un tratamiento u otro en función de las necesidades de cada paciente.

La papada grasa

La llamada papada grasa o adiposa es una acumulación localizada de grasa en la zona baja del mentón que suele aparecer en personas con sobrepeso, aunque también puede ser producida por culpa de la genética. Tiene un aspecto voluminoso, es blanda y no suele presentar mucha flacidez.

Para este tipo de papadas, la especialista recomienda dos tecnologías. En primer lugar, la Criolipólisis Criocuum, que elimina la grasa con frío controlado. Se suelen realizar cuatro sesiones que tienen una duración de una hora y que suelen llevarse a cabo de manera mensual. En cada una de las sesiones se elimina un 30% de la grasa localizada.

Transcurridos estos cuatro meses de tratamiento, se continúa con una sesión de HIFU 7D. Esta fase suele durar 40 minutos aproximadamente por sesión y consiste en un ultrasonido focalizado de última generación. Se utiliza para tensar y reafirmar el tejido que, tras la eliminación de la grasa, se encontrará menos turgente. Se recomienda repetir el tratamiento al año siguiente como método de mantenimiento.

Criolipólisis en la zona del cuello. (Fuente: Clínica Marsella)
Criolipólisis en la zona del cuello. (Fuente: Clínica Marsella)

En algunos casos, dependiendo sobre todo de la edad del paciente y su posible falta de tonificación inicial, se puede unir la criolipólisis con una radiofrecuencia. Con esta combinación se va a lograr que el tejido se vaya tensando conforme vaya eliminándose la grasa.

La papada flácida

Este tipo de papada suele aparecer en los pacientes a partir de cumplir los 40 o 50 años y se debe a una pérdida de colágeno y elastina propia de la edad. La piel se ve más suelta y descolgada y, en la mayoría de los casos, no suele deberse a una acumulación de grasa.

Para corregir este tipo de papada, la doctora recomienda el uso de radiofrecuencia fraccionada con la que se va a conseguir estimular la producción de colágeno. El resultado de este cambio es que el tejido se va a volver a compactar a la dermis con un aspecto reafirmado y tenso y definiendo de nuevo la zona de la mandíbula.

Uso de radiofrecuencia en el cuello. (Fuente: Clínica Fit)
Uso de radiofrecuencia en el cuello. (Fuente: Clínica Fit)

Se suelen realizar en torno a cuatro sesiones de radiofrecuencia y, lo ideal, es que estén espaciadas con un plazo de tiempo de un mes. El precio de un pack de cuatro sesiones suele estar alrededor de los 1.900 euros y, cada una de ellas, tiene una duración de 40 minutos.

En las semanas intermedias podemos combinarlo con otros tratamientos. Por ejemplo, «en caso de ser una persona de avanzada edad, probablemente se necesite combinar este tratamiento con HIFU para dar un buen soporte al tejido», explica la doctora Marta García. Otras propuestas que se pueden llevar a cabo en la clínica como acción complementaría sería el láser de tensado de la piel, los rellenos o los hilos tensores.

La papada mixta

Puede ocurrir que nuestro caso sea una mezcla entre los dos tipos de papadas anteriores. Son aquellas que mezclan la grasa y una pérdida de tonificación presentando una piel flácida. En este caso, el tratamiento ideal también será combinado alternando los diferentes métodos que hemos visto anteriormente.

Antes y después de un lifting de cuello. (Fuente: IEMEC Clinic)
Antes y después de un lifting de cuello. (Fuente: IEMEC Clinic)

En los casos más graves estos tratamientos no lograrán un resultado perfecto, por lo que es más recomendable derivar al paciente a otras intervenciones como pueden ser un minilifting quirúrgico o un lifting cervicofacial.

La papada muscular

Se denomina muscular a aquella papada que se produce por el descolgamiento o debilitamiento del platisma que es el músculo plano, delgado y superficial que va desde la mandíbula hasta la parte alta del cuello. Con el paso del tiempo, este músculo pierde tonificación y se separa en dos bandas verticales que genera el aspecto de que la piel cuelgue debajo del mentón.

Esta papada no está causada por la grasa ni por un exceso de piel, sino por la pérdida de tensión del músculo encargado de sostener el cuello y la parte baja del rostro. Se produce en personas mayores de 45-50 años que terminan presentando un cuello poco definido. A simple vista puede confundirse con flacidez o grasa, pero el origen es muscular.

Dependiendo del grado de descolgamiento del músculo, se recomendará un tratamiento u otro. Lo más habitual es recurrir al HIFU (Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad) porque es capaz de producir una contracción muscular importante y, además, genera colágeno. En estos casos, también se suele recomendar combinar este sistema con el uso del Botox. Aplicado en puntos estratégicos del músculo, lo relaja para evitar que se vean esas bandas verticales.

Tratamiento HIFU en la papada. (Fuente: Maribel Yébenes)
Tratamiento HIFU en la papada. (Fuente: Maribel Yébenes)

Otra opción, para los casos más avanzados, sería recurrir a la cirugía estética llevando a cabo un lifting cervical o platismoplastia. Esto es así porque en estos pacientes se necesita reposicionar el músculo.

En este tipo de papada se hace aún más importante añadir ejercicios de tonificación cervical y facial. El experto informará de cuáles son los más específicos para fortalecer el músculo y mejorar el soporte del cuello.

La papada por postura

Últimamente, se está hablando mucho de la papada que aparece por la postura o el gesto. Se la conoce como tech neck porque se debe, sobre todo, al uso de los dispositivos digitales. El resultado es la aparición de un doble mentón que desdibuja por completo el contorno del rostro y nos envejece.

Esta papada es la que suele afectar más a los jóvenes, ya que no se debe a la edad, sino a la postura de pasar muchas horas con la cabeza mirando hacia abajo. Tiene un aspecto de pliegue suave y puede ir acompañada de una pequeña acumulación de líquido o grasa y de una flacidez precoz.

El uso de los dispositivos digitales acelera la aparición de papada. (Fuente: Freepik/pch.vector)
El uso de los dispositivos digitales acelera la aparición de papada. (Fuente: Freepik/pch.vector)

Para poner solución a estas papadas, la Dra. Marta García recomienda el uso de radiofrecuencia. Además, será fundamental un cambio de hábitos, corrigiendo la mala postura, realizando ejercicios de tonificación cervical y llevando a cabo de manera regular masajes reafirmantes y drenantes.

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