Consigue que el perfume dure más tiempo sobre tu piel con los mejores trucos de expertos

El perfume es mucho más que un simple accesorio o una fase de nuestra rutina diaria de belleza. Es una manera de expresar quiénes somos y conseguir un aroma personal y reconocible es capaz de transmitir recuerdos y emociones. Elegir el perfume perfecto puede ser toda una odisea pero, una vez conseguido, tenemos otro objetivo que nos obsesiona y es que la fragancia dure en nuestra piel durante toda la jornada.

Uno de los dilemas más comunes entre los amantes de la perfumería es la duración del perfume. Como nos acostumbramos rápidamente a su olor, no lo llegamos a percibir y nos surge la duda de si los demás también lo notarán. Eso nos puede hacer caer en el error de usar demasiado producto y, en esos casos donde se utiliza un producto de autor o de una firma de lujo, esta acción supone todo un derroche económico.

Según un estudio de la empresa Statista, el 70% de los consumidores considera la duración del perfume un factor clave al elegir una fragancia. Si eres de los que se preocupa por cómo aprovechar al máximo cada pulverización, desde THE OBJECTIVE te vamos a demostrar que no todo depende del producto que escojamos. También existen una serie de trucos y advertencias con los que conseguiremos prolongar durante más horas la fragancia sobre nuestra piel.

Trucos para que el perfume dure más

Alargar la vida del perfume no es nada complicado. Desde la firma especializada Equivalenza nos confirman que existen unos pequeños gestos diarios con lo que podremos sacarle más partido a nuestra compra porque lograrán que dure más tiempo. Entre estos cambios que debemos de introducir en nuestra rutina hay algunos trucos y recomendaciones muy útiles que debemos de tener en cuenta a diario.

El primero de ellos es hidratar la piel antes de pulverizar el perfume. Se consigue aplicando una loción corporal tras la ducha, cuando los poros aún están abiertos. Esta acción ayudará a fijar mejor la fragancia pero hay que tener muy en cuenta que esta loción hidratante no puede tener su propio aroma.

Tan importante como escoger un buen perfume, es saber donde aplicarlo. El truco está en hacerlo en los llamados puntos de pulso. Eso significa que debes repasar zonas como las muñecas, el cuello o detrás de las orejas. ¡Ojo! Aunque lo hayas visto mil veces, nunca debes de frotar las muñecas entre sí después de pulverizar el perfume. Con este gesto se pueden alterar las moléculas de su composición.

El perfume debe impregnar tu piel, eso significa que no debes aplicarlo sobre la ropa. Pulverizarlo sobre tejidos puede llegar a dañar las fibras de las prendas. Esta idea también debes de aplicarla al cabello. El perfume puede resecarlo así que, si quieres tener un aroma agradable en tu melena, debes usar productos específicos para el pelo como los hair mists o brumas capilares.

También es importante dónde almacenemos los frascos. ¿Tienes tu perfume favorito en el baño? Esperamos que no porque sería otro de los errores más comunes. La humedad afecta a la fórmula del perfume así que lo mejor es conservarlo en un lugar fresco y seco donde esté cobijado también de la luz y el calor.

La cantidad necesaria

Miguel Bartolomé, Brand Manager de Isolée, nos explica que no existe una regla exacta sobre cuántas pulverizaciones son las adecuadas ya que depende mucho del gusto cada persona. «La forma en la que nos perfumamos dice mucho de nosotros», comenta el experto. Aunque no haya una norma general, sí que debemos de tener en cuenta algunas puntualizaciones que nos sirvan de referencia.

En el caso de de los aceites esenciales y esencias puras, se deberían de usar solo una o dos gotas. Para extractos, también bastarían con una o dos pulverizaciones. En el caso de los Eau de Parfum, lo que comúnmente llamaríamos perfumes, habría que ampliar a tres o cuatro toques. Por último, para las colonias nos recomiendan entre cinco o seis pulverizaciones. Para Miguel, la clave está en sentirse cómodo: «Haz lo que te haga sentir mejor. Si quieres ser el centro de atención, aplica más. Si prefieres mantener el misterio, usa menos». 

Por último, para los más creativos, Bartolomé sugiere explorar el layering. Es una técnica que consiste en combinar diferentes fragancias para crear un aroma único y personal. Además, aconseja utilizar mists capilares que complementen el perfume de la piel. Este tipo de productos ayudan a aumentar la proyección de la fragancia pero no dañan el cabello.

Dónde y cuándo aplicar el perfume

Si lo que buscamos es que nuestra fragancia dure más, existen unos lugares estratégicos en los que aplicarla. Se trata de los puntos de pulsación que incluyen las muñecas, el cuello, detrás de las orejas, el interior de los codos y detrás de las rodillas. Son zonas que generan calor, lo que ayuda a que el aroma se libere y proyecte mejor. 

Aunque los más puristas insisten en aplicar el perfume justo después de la ducha, cuando la piel está limpia y los poros abiertos, la realidad es que a veces nos es imposible utilizarlo en esos momentos. No hay que preocuparse porque existen otros muchos factores que pueden influir como son el pH de la piel, la alimentación o los hábitos personales. Además de que la piel esté bien limpia, debe de estar hidratada. «La piel seca absorbe el perfume como una esponja, haciendo que el aroma se evapore rápidamente. En cambio, una piel bien hidratada actúa como una base sólida que prolonga la duración de la fragancia», explica el experto.

Otra gran recomendación es escoger productos de calidad ya que estas firmas incluyen procesos de maceración para que sus propuestas duren más. Para que nos hagamos una idea, son técnicas que tratan el perfume como si fuera un vino, dejándolos madurar hasta obtener el aroma que se busca.

Además, debes de tener en cuenta que el perfume puede evolucionar a lo largo del año debido al clima. El verano pide aromas más frescos y ligeros y, con el calor y el sudor, es más fácil que el olor pueda evaporarse más rápido. Eso significa que, una fragancia que te encante en invierno puede no tener el mismo efecto cuando suben las temperaturas. Por este motivo, es recomendable cambiar de perfume cuando arranca una nueva temporada.

Los errores a evitar

A la hora de utilizar un perfume existen algunos pecados muy comunes que debemos de aprender a desterrar. Desde Isolée nos señalan los más comunes:

• Aplicar demasiado producto: más cantidad no siempre significa más duración. «Tu fragancia debe ser como una conversación interesante, no un ruido molesto para quienes te rodean», recuerdan desde la firma de perfumería.
• Frotar las muñecas: ya hemos aprendido antes que este gesto tan clásico rompe las moléculas del perfume, lo que produce que se reduzca su eficacia. 
• Usar fragancias caducadas: por si no lo sabías, el perfume no dura eternamente. Si el frasco lleva años acumulando polvo en el armario, es hora de renovarlo.
• Ignorar el contexto: cada ocasión requiere una fragancia. Igual que sucede con el vestuario o el maquillaje, no es el mismo aroma el que buscas para el día a día que el que escogerías para un momento especial. No elijas un aroma solo porque está de moda, busca el que mejor refleje tu personalidad. 

Cuidar tu aroma también es una forma de cuidarte a ti mismo. Con pequeños gestos, y los productos adecuados, es posible disfrutar de tu fragancia favorita durante más tiempo. No existen reglas universales, pero sí principios que pueden ayudarte a sacar el máximo partido a tu aroma favorito. Desde elegir la cantidad adecuada hasta aplicarlo en puntos claves, cada detalle cuenta para maximizar su duración y proyección.