Buscando vestido de novia: ocho errores muy comunes en los que resulta muy peligroso caer
El vestido es uno de los elementos más importantes para la novia pero hay detalles a tener en cuenta antes de elegirlo
Vestido de novia | Sophie et Voilá
Dentro de todos los elementos que forman parte de una boda, el vestido de novia es, sin duda, uno de los más importantes. Es algo más que un simple vestido, será el foco de atención durante la celebración (y mucho más allá) siendo estudiado y comentado al milímetro por todos los invitados. Por ello, acertar con el diseño perfecto con el que sentirse favorecida es una de las mayores preocupaciones para una novia.
Elegir el vestido de novia adecuado no es una tarea fácil así que muchas mujeres inician la búsqueda con mucho tiempo de antelación. Lo primero es tener clara la inspiración que mejor encaje con el estilo de cada novia y luego buscar la firma de moda o el diseñador idóneo para que ese vestido soñado se haga realidad.
Durante este proceso de realización o adaptación de un vestido de novia, al igual que en muchos de los componentes que forman parte de una boda, se pueden cometer errores que, tiempo después, harán que la protagonista del día se lamente de su elección. Para que no sea tu caso, desde THE OBJECTIVE te vamos a dejar claros los errores más comunes a la hora de elegir un vestido de novia.
1) Imitar a otras novias
La diseñadora belga afincada en España, Valérie Moreau, con más de dos décadas de experiencia en el sector nupcial, nos va a señalar los ocho fallos más comunes que se repiten en los preparativos del vestido de novia aportando los tips necesarios para evitarlos.
El primer error es tener una idea muy clara de cuál queremos que sea el vestido de novia porque queremos copiar un diseño concreto que hemos visto a una celebrity o a otra novia. Es bueno tener las ideas claras, pero debemos de tener en cuenta si la morfología del modelo que hemos tomado como referencia se asemeja a la nuestra. Es muy importante entender que una silueta puede favorecer a un tipo de mujer, pero no a todas.
«Por ejemplo, una modelo de 1’80 metros, con tacones, que lleva un vestido corte sirena, no podrá lucir exactamente igual que una chica que mide 1’50, porque ese corte posiblemente la hará más bajita. Un vestido de silueta evasé o recta la estilizará más», explica la experta.
2) No confiar en el propio instinto
Es muy recomendable dejarse asesorar por los expertos y profesionales que nos vamos a encontrar en las tiendas o en los ateliers de vestidos de novia. Sin embargo, es importante cerciorarse de que los argumentos que nos ofrecen sean claros y los entendamos porque también puede pasar que nos aconsejen un estilo de vestido que realmente no nos gusta.
«En algunas tiendas podrían empujarte hacia algo que no te favorece, simplemente porque les venga mejor quitarse de encima algún modelo…», comenta la diseñadora. Así que, aunque es bueno tener en cuenta la opinión de los demás, siempre es interesante dejarte guiar por lo que te marca tu instinto.
3) No tener en cuenta el escenario
También es importante tener presente en todo momento el lugar en el que se va a celebrar la boda. No solo determinará el estilo que debe tener el diseño del vestido, también nos ayudará a elegir determinados motivos prácticos.
Si la ceremonia tiene lugar en un jardín o en la playa no es aconsejable un vestido que tenga mucha cola porque se ensuciará en los primeros minutos de la ceremonia. Además, cuando se celebra al aire libre, es mejor prescindir de velo. El viento puede jugar una mala pasada y molestar mucho, tanto a la novia como a los invitados cercanos. Los expertos que te asesoren con el vestido te aconsejarán sobre cuestiones que jamás te habrías planteado como que si se elige tejido de terciopelo se debe de forrar para que el vestido no se quede pegado en la alfombra de la iglesia.
4) Olvidar el estilo de celebración
Uno de los elementos primordiales a la hora de diseñar el vestido es saber si la ceremonia se realizará en una iglesia o en un juzgado. Si es religiosa, existen una serie de protocolos a tener en cuenta como los escotes pronunciados o dejar al descubierto los hombros. Si es tu caso, debes de optar por algún tipo de prenda para cubrir el cuerpo ya que la Iglesia cuenta con sus propias normas no escritas de etiqueta.
5) Pensar solo en la parte delantera
Esta cuestión es algo en lo que siempre caemos a la hora de comprar cualquier prenda. Sin embargo, en el vestido de novia la espalda cobra un protagonismo inigualable. ¿Has pensado que durante toda la ceremonia todos los invitados van a verte de espaldas?
Cuando realices las pruebas, fíjate siempre en cómo es el diseño de la zona trasera y confirma que te sienta fenomenal. Además de las miradas del momento, no querrás que ningún video o fotografía de la ceremonia te recuerde de por vida que olvidaste este sencillo truco.
6) No conocer los tejidos disponibles
Una de las mayores preocupaciones para una novia es que el vestido siempre esté impoluto. No solo hablamos de manchas, las arrugas también pueden jugarnos una mala pasada y hay tejidos que se arrugan con un simple gesto involuntario. Antes de elegir modelo, piensa cómo va a ser el día de la boda con aspectos como dónde te vas a vestir o qué vehículo utilizarás para llegar a la ceremonia.
Si puede haber riesgo de que se pueda arrugar el vestido, lo mejor es escoger un tejido versátil. Crep, muselinas o un tul que no sea de seda son fantásticas opciones. Sin embargo, en el lado contrario nos encontraríamos con materiales a evitar como el mikado o la organza.
7) Combinar los colores
La novia siempre tiene la exclusividad de utilizar el color blanco pero puede suceder que la ceremonia se celebre entre dos mujeres. ¿Qué se debe hacer en estos casos? «Si sois dos novias y vais de blanco, hay que combinar los tonos para que sean similares. En fotografía y en directo, dos blancos distintos, se ven extraños», recomienda la experta.
De la misma manera, también hay que tener en cuenta otros elementos como, por ejemplo, las joyas. Aunque no lo creas, si una novia opta por la plata y la otra por el dorado, la unión no combinarán muy bien cuando se encuentren juntas. Así que, en estos casos, nunca está de más conocer un poco cómo irá vestida tu pareja… aunque estemos tentando a la suerte.
8) Pensar en un único diseño
«No podemos diseñar el vestido de novia como algo estático y rígido», recomienda Valérie Moreau. Eso significa que las novias tienen el privilegio de poder contar con la posibilidad de ir sorprendiendo a lo largo de su boda e ir cambiando de estilismo para sentirse cómodas en todo momento.
Debemos pensar en todas las fases de la ceremonia: un traje para la iglesia o ceremonia, otro para el banquete y otro para la fiesta. Eso no significa tener tres diseños como es habitual entre las celebrities, podemos elegir un modelo que tenga elementos que puedan quitarse o sean convertibles. Piensa que con una cola enorme será imposible que puedas bailar toda la fiesta así como en otros detalles como que por la noche bajan las temperaturas y quizás tengas frío si llevas el escote o los brazos al descubierto.
