Matthieu Blazy es el nuevo diseñador de Chanel: sus seis hitos en Bottega Veneta
¿Estamos ante un genio de la creatividad?
Matthieu Blazy acaba de ser anunciado como la nueva cabeza creativa detrás de Chanel, tomando el relevo de Virginie Viard, quien mantuvo viva la esencia de la maison tras la era de Karl Lagerfeld. Blazy, quien se incorporará oficialmente a principios de 2025, se enfrenta al desafío de reimaginar la moda de Chanel mientras colabora con un equipo de diseño casi mítico, formado por mentes que llevan décadas trabajando en la casa. Su primera colección (que aún no ha sido anunciada) ya está generando rumores: ¿seguirá la narrativa clásica o romperá el molde como lo hizo en Bottega Veneta?
Blazy no llega con un título cualquiera; ha sido nombrado director de las Actividades de la Moda, un término que parece ampliar su rol más allá de lo creativo. Este cambio estratégico promete redefinir cómo se concibe el liderazgo en la industria. Antes de reinar en Bottega Veneta (donde deslumbró entre 2021 y 2024), pasó por casas como Raf Simons, Celine y Maison Margiela, dejando un rastro de genialidad silenciosa. Para entender lo que podría traer a Chanel, basta con mirar seis momentos clave de su reinado en la casa italiana, cada uno como una pista para lo que vendrá bajo su mirada visionaria.
Trato de textiles
Uno de los gestos más memorables de Matthieu Blazy en Bottega Veneta fue su maestría con los textiles, en particular su capacidad para transformar la piel en algo completamente inesperado. Un ejemplo icónico: su denim que, en realidad, era cuero. Bajo su dirección, la casa italiana —reconocida mundialmente por su trabajo artesanal con piel— dio un giro inesperado al utilizar técnicas avanzadas para lograr que la textura y el acabado imitaran a la perfección el aspecto desgastado y casual del vaquero.
El resultado no era simplemente una prenda, sino una ilusión perfectamente orquestada: desde el ligero deslavado hasta las costuras que parecían remachadas a máquina, todo estaba hecho a mano. Esta mezcla de alta artesanía y engaño visual redefinió el concepto de lujo contemporáneo, llevándolo más allá de los materiales y hacia una idea de innovación que desafía las expectativas. ¿Podría Chanel estar a punto de recibir su propio giro inesperado con esta sensibilidad disruptiva?
El bolso Kalimero
Cuando Matthieu Blazy tomó las riendas de Bottega Veneta, una de las preguntas clave era si lograría mantener el nivel de obsesión que Daniel Lee había generado con los bolsos de la casa, desde el Pouch hasta el Cassette. Su respuesta fue el «Kalimero», un bolso que no solo reafirmó su visión, sino que se convirtió en un nuevo ícono de la firma.
El Kalimero es una oda a la artesanía, con una estructura de bucket bag que combina funcionalidad y lujo sin esfuerzo. Lo que lo hace realmente especial es su construcción: elaborado utilizando la técnica en cuero intrecciato, una insignia de Bottega, pero presentado de una manera más relajada y «rústica» por decirlo de alguna forma. El diseño parece haber sido trenzado a mano con una precisión casi escultórica, y su forma fluida evoca modernidad sin sacrificar la herencia de la casa. Con su diseño atemporal y un aire práctico, pero sofisticado, Blazy demostró que podía tomar un desafío colosal y convertirlo en un triunfo silencioso, con una pieza que ya es codiciada por coleccionistas y amantes de la moda. ¿Qué reinterpretaciones de los clásicos de Chanel podrían nacer bajo su dirección?
Empoderar los icónicos
El intrecciato es más que una técnica en Bottega Veneta; es prácticamente su ADN. Bajo Matthieu Blazy, este trabajo de piel trenzada alcanzó nuevas alturas. Mientras que otros directores creativos habían jugado con él como un símbolo de la herencia de la casa, Blazy lo transformó en un lenguaje contemporáneo, cargado de innovación y profundidad conceptual.
Lejos de limitarse a los accesorios, el intrecciato invadió el ready-to-wear con propuestas que desafiaron las expectativas. Desde chaquetas que parecían tejidas como cestas hasta botas y pantalones que combinaban estructura y fluidez, Blazy rompió con la idea de que esta técnica era solo decorativa. Cada pieza tejida contaba una historia: la del savoir-faire artesanal llevado al límite, de cómo algo profundamente arraigado en el pasado puede ser revolucionario en el presente. Con Chanel, donde el tweed es tan emblemático como el intrecciato en Bottega, la pregunta es inevitable: ¿qué vuelta le dará Blazy al tweed en la maison parisina?
Nuevo intrecciato
Blazy no solo honró el intrecciato como símbolo de Bottega Veneta, sino que lo reinventó con una sensibilidad que marcó su propio capítulo en la historia de la maison. Su intreccio efecto foulard fue una de las innovaciones más aplaudidas: una versión del emblemático tejido que, lejos de ser rígida y precisa, adquirió un aire desenfadado y artesanal, casi como si la piel hubiese sido anudada y trenzada a mano con la espontaneidad de un pañuelo de seda.
Este enfoque aportó un contraste interesante entre lo orgánico y lo sofisticado, llevando el intrecciato a un terreno más raw, pero manteniendo intacta su elegancia. Los bolsos creados con esta técnica parecían obras únicas, cada uno con pequeñas imperfecciones que celebraban el trabajo manual y la textura natural del cuero. Con esta reinterpretación, Blazy no solo reafirmó el poder del legado de la casa, sino que lo conectó con un público contemporáneo que busca autenticidad y artesanía con carácter. ¿Será este ojo por la transformación sutil lo que redefina los códigos clásicos de Chanel?
Bolsos XL
Los bolsos XL se convirtieron en uno de los gestos más lúdicos y memorables de Matthieu Blazy durante su etapa en Bottega Veneta. Con un enfoque jocoso, pero impecablemente ejecutado, Blazy llevó la tendencia de los bolsos sobredimensionados a un nuevo nivel, transformando piezas icónicas en versiones maximizadas que combinaban funcionalidad y un irresistible deseo de poseerlas.
Cada temporada, las proporciones crecieron: shoppers en intrecciato que parecían diseñados para una escapada de fin de semana, bolsos de mano del tamaño de una almohada y bolsos hobo que rozaban lo escultural. Blazy logró que estos bolsos extragrandes, a pesar de sus dimensiones exageradas, mantuvieran un aire de lujo refinado, apto tanto para la pasarela como para la vida cotidiana. Su dominio de las proporciones no solo lo hizo pionero de esta tendencia, sino que también elevó el concepto del bolso como un statement piece absoluto. ¿Será este juego de escalas parte de la narrativa que implemente en Chanel?
Diseños esculturales
Bajo la dirección de Blazy, las piezas de pasarela en Bottega Veneta se convirtieron en verdaderos laboratorios de experimentación artesanal. La piel, ya un sello distintivo de la casa, fue llevada a extremos poco convencionales: tratada con éxito como si fueran otros textiles, moldeada en rejillas ligeras o incluso trenzada en estructuras que parecían desafiar la gravedad. Estas piezas iban más allá, rozando lo arquitectónico, y cada detalle contaba con la mano evidente de los artesanos que trabajaban en ellas.
Pero Blazy no se limitó a la piel. Introdujo materiales inesperados que dialogaban con este lujo táctil: rejillas metálicas, tejidos ultraligeros y acabados que simulaban fragilidad, pero que escondían una construcción robusta. En la pasarela, estos elementos no solo sorprendían por su belleza, sino también por su capacidad de transformar prendas utilitarias en piezas de arte funcional. Con Chanel, una casa igualmente obsesionada con el savoir-faire, esta sensibilidad artesanal promete abrir un nuevo capítulo donde lo hecho a mano cobra protagonismo con un giro contemporáneo.
De compras:
A la hora de invertir en piezas claves de la era de Blezy en Bottega (antes de su movida a Chanel), estos son mis Linda’s Picks:
El Knot Clutch: Una elección clásica pero con el efecto foulard que lo hace sentir fresco y relevante. Es una inversión segura y con esa magia que trasciende tendencias. Sin duda, una joya para cualquier colección.
Botines Canalazzo: Estoy obsesionada. Son arte puro para los pies y me encanta cómo Blazy combina lo escultórico con lo funcional. Si hay una pieza que dice «statement sin gritarlo», son estos botines.
Andiamo en chocolate: El color chocolate no solo es elegante, sino que tiene una versatilidad que pocos tonos alcanzan. Además, el Andiamo en ese tamaño medio lo hace perfecto tanto para el día a día como para ocasiones más formales. Definitivamente un must.
La chaqueta negra: ¿Un básico eterno con un guiño al intrecciato? Imposible resistirse. Es el tipo de pieza que eleva cualquier outfit sin esfuerzo, y ese detalle en el cuello es un toque tan Blazy: discreto pero cargado de intención.
Bolso Hop XL en ante verde oliva: Este me ganó con el tamaño y el color. El verde oliva es un comodín inesperado, neutro pero con carácter, y en ante lo imagino con una textura deliciosa. Es de esos bolsos que parecen decir: «Sí, soy práctico, pero también cool».
Si tuviera que elegir uno (lo cual es casi cruel), creo que me quedaría con el Hop XL en verde oliva. Es impactante, versátil y tiene esa vibra de ser una pieza de culto. Aunque esos Canalazzo me tienen soñando también. ¿Tú ya tienes algún favorito o todos son inevitables?
Las piezas clave de Matthieu Blazy en Bottega Veneta no solo redefinieron el lujo contemporáneo, sino que dejaron un legado tangible antes de su paso a Chanel. Desde bolsos icónicos hasta prendas cargadas de innovación artesanal, cada creación es una inversión atemporal que encapsula una era de sofisticación discreta pero inolvidable. ¿Cuál será el próximo objeto de deseo bajo su dirección en la maison francesa? Solo el tiempo lo dirá.