Zapatos artesanales: cómo invertir en un par de calidad para que duren más de dos décadas
Los diseños realizados a mano mantienen viva la tradición del calzado en España y resultan más cómodos y sostenibles

Diseño de un zapato hecho a mano | Carmina Shoemaker
A la hora de elegir nuestro estilismo, los zapatos son un elemento clave para conseguir un resultado perfecto. Da igual que estemos hablando de moda para hombres o para mujeres, encontrar el par ideal no siempre es fácil. Muchas veces, nos gusta el diseño pero el modelo que encontramos no resulta de buena calidad y a los pocos días presenta un mal aspecto. Por eso, invertir en un calzado artesanal de calidad puede ser una excelente opción.
Actualmente hemos regresado al culto por la sastrería y la artesanía. El calzado no es una excepción y cada vez más clientes buscan un producto hecho a mano que, además de resultar más cómodo, sea una fórmula para marcar la diferencia. Esta distinción y exclusividad no se reduce solo a nivel estético sino que ofrece otras características para distinguirse como una apuesta por la sostenibilidad, la durabilidad o la innovación.
Si te seduce esta idea, hoy en THE OBJECTIVE te vamos a ofrecer más información sobre el calzado artesanal. Podrás descubrir sus ventajas sobre otro tipo de ofertas, conocer cómo se realizan este tipo de zapatos y empezar a adelantarte a las tendencias que veremos de cara a la próxima temporada.
Las ventajas de un calzado artesanal
Para poder empaparnos bien de este sector, con una gran tradición en nuestro país, contamos con la experiencia de Sandro Albaladejo de la firma Carmina Shoemaker. Para él, comprar este tipo de zapatos realizados a mano es una «inversión en calidad, confort y durabilidad». Este calzado artesanal es una apuesta por la tradición y excelencia y se convierte en un compañero durante muchos años gracias a la calidad de sus materiales y su fabricación.

Su durabilidad es tan alta que desde la firma han puesto en marcha el servicio Carmina Recrafted que consiste en dar la oportunidad al cliente de donar sus zapatos para darles una segunda vida. De esta manera, se fomenta un consumo más consciente y sostenible. Pero, ¿cuánto puede llegar a durar un zapato hecho a mano? El experto nos señala que su vida puede llegar a ser de varias décadas ya que algunos de sus clientes siguen usando los mismos pares desde hace más de 20 años. Uno de los secretos de esta longevidad es que estos diseños se pueden reparar y restaurar alargando su historia en comparación con un calzado industrial.
Para conseguir que los zapatos nos acompañen en nuestros caminos durante tanto tiempo, es necesario prestarles los cuidados necesarios. «La fórmula es alternar diferentes pares para dejar descansar la piel, utilizar hormas de madera para mantener la forma y absorber la humedad, y nutrir el cuero con productos de calidad», recomienda Albaladejo. Estos hábitos prolongan de forma significativa la vida del zapato. Además, podemos contar con los consejos de los equipos profesionales de este tipo de firmas dedicadas a una fabricación artesanal.
El valor de un zapato hecho a mano
Se podría decir que, desde que se comienza a preparar un zapato artesanal hasta que el par está listo para salir a la venta, pueden pasar entre 45 y 60 días. Durante todo este tiempo hay más de cien artesanos trabajando en alguna de las fases de su fabricación. «Seleccionamos y cortamos las pieles con minuciosidad, después expertas aparadoras llevan a cabo todo el montaje y cosido de la piel para, finalmente, pasar al proceso de montaje y fabricación donde nuestro equipo de artesanos lleva a cabo la fabricación manual», explican desde Carmina Shoemaker donde realizan todo este proceso en la isla de Mallorca desde hace generaciones.
Es fundamental trabajar con los mejores materiales disponibles. Como es normal, el coste de estas materias primas es mucho mayor que los utilizados en la fabricación en otras marcas. Ese coste se verá reflejado en el precio final que debe de pagar el cliente por el lujo de unos zapatos artesanales. El precio de un par puede oscilar entre los 400 o los 1.000 euros.

El precio depende mucho de cómo sea el modelo y las pieles utilizadas. «No es lo mismo un zapato en ante o becerro que uno en Shell Cordovan, uno de los materiales más exclusivos del mercado», explica el experto. Pero el millar de euros no es el techo que nos podemos encontrar en el mercado. Aún hay margen para más lujo si nos decantamos por pieles exóticas como el cocodrilo. En estos casos, el par podría estar valorado en unos 3.000 euros.
Un sector exclusivo
España es una de las referencias mundiales en la elaboración de calzado. Especialmente hay que destacar la zona de Levante donde existen varias firmas que realizan sus zapatos de manera artesanal desde hace décadas y que están muy bien posicionadas a nivel internacional.
Si nos fijamos más atentamente en los zapatos artesanales de la máxima calidad, las firmas españolas tienen sus principales competidores en países vecinos como Francia, Italia o Inglaterra. Son zonas donde también existe una tradición muy consolidada pero cuentan con un estilo diferente al español. «Desde mi punto de vista, estos países nos llevan ventaja en cuanto marca país. Creo que a nivel institucional se debería apoyar a la industria nacional para el fomento de la producción de valor añadido como han hecho nuestros vecinos europeos», defiende el experto.

Otro de los problemas a los que se enfrenta el sector es encontrar a manos profesionales para la ejecución de estos diseños. No es sencillo porque es un oficio que suele transmitirse de generación en generación y que requiere tiempo y paciencia. La solución que están encontrando las firmas es formar a las nuevas generaciones de artesanos para asegurar la continuidad. «En nuestra fábrica se jubilan artesanos que empezaron muy jóvenes, los cuales se traspasan el knowhow entre sí garantizando la continuidad y estabilidad de las técnicas necesarias para seguir garantizando la calidad», explica Albaladejo. Es toda una apuesta de futuro en la artesanía para la que es necesaria invertir en ella, protegerla y valorarla como se merece.
En qué fijarnos antes de comprar
A estas alturas ya hemos aprendido la importancia de adquirir un par de zapatos artesanales de la máxima calidad en el momento en que vayamos de compras. Los expertos aseguran que, a largo plazo, resulta mucho más ventajoso tener pocos zapatos buenos que varios de poca calidad. Lo mejor será ir poco a poco ir formando ese zapatero de lujo para así tener diferentes modelos para ir alternando.
Es innegable que, para comprar un nuevo diseño, lo primero que debe de suceder es que nos guste su estética. Pero no nos debemos dejar guiar solo por su imagen. Cuando hablamos de calzado resulta fundamental tener en cuenta también su durabilidad y su comodidad. Si nos fijamos en el primer aspecto, la calidad de las pieles, los acabados o el tipo de construcción nos van a indicar si nos encontramos ante un diseño que nos puede acompañar durante años. Respecto a la comodidad, debemos de saber que unos buenos zapatos, bien conservados, resultan más cómodos conforme va pasando el tiempo.

A la hora de elegir el diseño podemos dejarnos guiar por las tendencias del momento, pero tampoco deben de ser la única regla. Existen otros aspectos que debemos de sopesar como, por ejemplo, las necesidades personales o el clima. «Recomendaría empezar por un par de oxfords o mocasines en piel de becerro o ante. Como segunda opción, unos clásicos botines chelseas», propone el experto.
Ahora ya conocemos el valor que tienen unos zapatos artesanales, todo el trabajo que llevan detrás y cómo pueden convivir en nuestros armarios durante décadas. Muy buenas razones que nos deberían de convencer para invertir en ellos.