Calzado 'barefoot': la tendencia que apuesta por poner la máxima comodidad a nuestros pies
Esta corriente busca una experiencia similar a andar descalzo con diseños ligeros, planos y que no restan libertad al pie

Zapatilla barefoot con suela flexible | Gioseppo
En los últimos años, la moda comfy se han instalado definitivamente en nuestra forma de vestir y esa estética ha llegado también al mundo del calzado. El resultado es el estilo barefoot (pie descalzado) que ha pasado de ser algo reservado para los deportistas a ser una tendencia para todo tipo de clientes. Cada vez son más las personas que prefieren liberarse de las grandes suelas y los diseños rígidos para caminar de una forma más natural y, nunca mejor dicho, volver a tener los pies en el suelo
El calzado barefoot comenzó hace unos años como un movimiento para corregir la postura al andar. Sin embargo, poco a poco ha ido captando la atención de las firmas de moda que han apostado por este tipo de diseños y por ir aumentando la oferta con nuevos estilos. De esta manera, han aparecido nuevas marcas así como colecciones especiales en otras ya consolidadas. Estrategias que están demostrando que la comodidad no tiene por qué estar reñida con el estilo.
Aunque hoy en día es fácil escuchar hablar del calzado barefoot, lo cierto es que aún es un gran desconocido. ¿En qué consiste realmente? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Desde qué edad se pueden usar? Estas y muchas más preguntas van a ser respondidas por expertos en el sector que han charlado con THE OBJECTIVE sobre esta nueva corriente.
Cómo es el calzado ‘barefoot’
El calzado barefoot tiene un objetivo principal: permitir que el pie se mueva con total libertad dentro del zapato ofreciendo la sensación de andar descalzo gracias a una suela fina y flexible y una horma ancha. Es decir, un diseño que respeta completamente la anatomía natural del pie.

Mientras muchas marcas siguen añadiendo capas, estructuras y rellenos que nos desconectan del suelo, el barefoot hace lo contrario. Este estilo elimina lo innecesario para devolverle al pie su libertad. «Es el calzado el que se adapta al pie, y no viceversa», resumen desde Muris Brand, una firma especializada en este tipo de calzado. Para ellos, no es una moda pasajera ni una alternativa más y nos señalan los puntos clave que lo definen:
- Puntera ancha: se busca el máximo espacio para que los dedos de los pies puedan moverse y desarrollarse sin ningún tipo de limitación. Evitamos la presión e incomodidad de los acabados estrechos o en punta.
- Suela fina y plana: deben ser iguales por la parte delantera y la trasera. Es lo que se llama cero drop. Así conseguimos que al andar se tenga la sensación de ir descalzo.
- Flexibilidad y ligereza: garantizan la comodidad y la libertan de movimiento permitiendo que el pie adopte su forma natural.
«Además, es muy importante que tengan sistemas de cierre que permitan ajustar bien el calzado y plantilla extraíble que nos permita medir bien el pie», añade Irene García, CMO de Gioseppo Group.
Sus grandes beneficios
El calzado barefoot respeta la pisada natural del pie, por lo que caminas con la sensación de ir descalzo. Más allá de esta experiencia, se ha comprobado que se produce un aumento de la musculatura, mejorando su fuerza y resistencia. «Al eliminar la elevación del talón, la columna y la pelvis tienden a colocarse en una posición más neutra, favoreciendo una postura más natural y mejorando el equilibrio», explican desde la firma Muris.

La suela fina y flexible permite sentir mejor el terreno sobre el que se pisa lo que estimula los receptores nerviosos de la planta del pie y mejora la coordinación. «El cuerpo vuelve a su eje natural y se favorece el equilibrio y la conexión entre mente, cuerpo y movimiento», destaca Tatiana González, fundadora y CEO de BeFlamboyant, firma a la venta en Krack.
Además, la puntera ancha deja espacio para los dedos, lo que puede prevenir o aliviar problemas como juanetes o dedos en garra. «En resumen: más libertad, más fuerza y menos dolor a largo plazo», finaliza González.
Calzado para todos
Todos los públicos pueden beneficiarse del calzado barefoot. Sobre todo, es muy recomendable en niños. «En la infancia, actúa como una segunda piel que protege y no interfiere en el desarrollo natural del pie», recomiendan desde Muris. Desde que empiezan a caminar, ya deberían de utilizar estos modelos. Al no comprimir los dedos como en otros diseños, se evitan deformaciones. «Si comienzan sus primeros pasos con barefoot, es posible que no usen otro calzado durante su vida», aseguran desde Gioseppo.

El 99% de los bebés nacen con pies sanos pero aproximadamente el 70% de los adultos terminarán sufriendo problemas. «Permitir que los niños caminen con calzado barefoot, o directamente descalzos, favorece un desarrollo más sano y fuerte de su estructura ósea y muscular», explica Carlos Truyol, CEO y fundador de RIA Menorca.
En el caso de los adultos, los podólogos recomiendan comenzar con una transición. Nunca es tarde para llevarla a cabo pero ha de realizarse de manera gradual y consciente. «En Gioseppo contamos con modelos que tienen plantilla de transición y permiten esa adaptación en los adultos», señala Irene García.

Desde Krack también señalan que son una opción excepcional para personas que pasan muchas horas de pie o que buscan aliviar molestias en la espalda o rodillas. El barefoot también es muy usado por deportistas que buscan mejorar su rendimiento físico o simplemente en personas que buscan una forma de caminar más consciente y natural.
Comodidad y diseño en un solo par
La tendencia barefoot comenzó en el calzado deportivo con un diseño bastante técnico. Sin embargo, las marcas han ampliado su horizonte y ya podemos encontrar propuestas como sandalias, mocasines, botas o bailarinas. «Uno de nuestros principales objetivos es demostrar que barefoot y diseño no están reñidos. Hemos desarrollado modelos con un diseño más elegante y que respetan todos los principios del calzado barefoot», exponen desde RIA Menorca.

Los tacones quedan fuera de juego ya que uno de los principios del barefoot es que el pie esté en contacto con el suelo y la pisada sea lineal. Sin embargo, si podremos encontrar zapatos de vestir cómodos y saludables diseñados para ocasiones más formales. «Durante mucho tiempo se ha asociado el calzado barefoot con un diseño poco atractivo, pero esa idea está cambiando. Hoy en día es posible crear zapatos que respeten la forma natural del pie sin renunciar a la estética», explican desde la firma Muris.
Sin embargo, hay que estar alerta ante los fraudes. Algunos modelos se etiquetan como barefoot, por moda o marketing, pero no respetan los criterios básicos como el cero drop, la flexibilidad de la suela o el espacio en la puntera. «El calzado barefoot no está reglado oficialmente a día de hoy. Inescop está avanzando en este sentido analizando 23 marcas nacionales para establecer estas reglas oficiales», nos informa Irene García de Gioseppo.

Para identificar que estamos ante un calzado verdaderamente barefoot, desde RIA Menorca nos invitan a comprobar tres elementos clave:
- Que el zapato sea completamente plano
- Que pueda doblarse fácilmente con una mano
- Que el pie pueda moverse libremente dentro del calzado
También es recomendable confiar y comprar en marcas que estén comprometidas abiertamente con la filosofía barefoot.
El cliente ‘barefoot’
La comercialización del calzado barefoot es algo bastante reciente. La mayoría de las firmas consultadas comenzaron a idear sus primeras colecciones en 2021, después de que la pandemia pusiera sobre la mesa la importancia de vestir de manera más cómoda. Tras meses de diseño, esos primeros pares salieron a la venta en 2023.
Algunas firmas, como Mustang, se pusieron en manos de expertos para diseñar los primeros prototipos. «Hace ya tres años que empezamos a desarrollar, junto con el Doctor Juanjo López, los primeros pares. En aquella ocasión fue para la colección de niños. Desde entonces hasta ahora, hemos ido puliendo detalles, creciendo en tallas y, sobre todo, acercando el barefoot a las tendencias más actuales», afirman desde la marca.

Si consultamos por el perfil del cliente, un gran grupo son los padres, sobre todo mujeres de entre 30 y 55 años que buscan una opción saludable para sus hijos. Muchos de ellos se animan después a comprar pares también para ellos. «Cada vez más jóvenes se suman a esta tendencia, especialmente en el ámbito deportivo al incorporarlo en sus entrenamientos en el gimnasio. Así que esperamos que, poco a poco, esta generación también comience a integrarlo en su día a día», aseguran desde Muris. Además, el cliente suele coincidir en tener una preocupación por el medio ambiente y con una mentalidad abierta a nuevas formas de consumo.
El futuro del calzado
La gran pregunta es saber si el barefoot será una moda pasajera o se afianzará con el paso de los años. «Temporada tras temporada, el volumen de venta de este tipo de producto está creciendo. Cada vez más, la gente está enfocada a buscar un calzado que mejore su salud sin renunciar al estilo y la moda», confirman desde Mustang.
Ha pasado de ser una tendencia alternativa a convertirse en una opción sólida dentro del sector del calzado. «Cada vez existen más opciones de calzado barefoot por lo que creemos que en los próximos años poco a poco se irá imponiendo al calzado convencional. También creemos que en unos años habrá mucha más información sobre sus beneficios, así que apostamos a que el mercado seguirá creciendo», aseguran los expertos de Muris.

Con estos comentarios, parece que en las próximas temporadas seguirán aumentando los diferentes estilos de calzado barefoot para adaptarse a todos los momentos de la vida y no solo a un contexto casual o deportivo. Para los responsables de Krack: «el barefoot está evolucionando hacia el diseño y veremos más variedad estética».
Además, también es importante señalar que la innovación en materiales sostenibles, biodegradables y de origen local marcará el futuro del sector. «En RIA Menorca ya trabajamos en nuevas colecciones que combinan barefoot, sostenibilidad y artesanía, con diseños más versátiles y opciones para toda la familia», explican desde la marca, lo que consolida la idea de que más allá de ser una tendencia, el barefoot ha venido para quedarse en nuestras vidas.
