El 'tweed' muestra su versatilidad y este invierno se adapta a todo tipo de prendas y estilos

El tweed vuelve a estar de moda y regresa con más fuerzas que nunca este otoño-invierno para reclamar su posición privilegiada en el armario de la mujer. Este tejido, que siempre se ha ligado a la elegancia y al estilo British, se adapta a las tendencias actuales para poder vestir a todo tipo de mujeres sin perder su identidad clásica. Este año veremos una mezcla perfecta entre lo moderno y la tradición gracias al uso que las firmas están haciendo de este material con mucha historia al que se le ha dado una nueva vida con diferentes siluetas y colores.

Estamos en una temporada en el que las texturas de las prendas tienen una relevancia muy importante. Por ello, el tweed ha destacado por su relieve único para aportar cuerpo y volumen a un estilismo. Lo pudimos comprobar hace meses sobre las pasarelas donde se convirtió en el eje principal de varias colecciones. Hoy llega en múltiples versiones ya que lo podemos encontrar en sus prendas clásicas, los abrigos y chaquetas, pero también en otros diseños como faldas y minivestidos e, incluso, en accesorios.

El tweed es una apuesta segura para esta temporada. Te servirá para conseguir un look profesional en el día a día y también es una opción interesante para lograr un estilismo elegante para una ocasión especial. Desde THE OBJECTIVE nos introducimos de lleno en el tejido estrella del invierno para que conozcas todo lo necesario para incluirlo en tus próximos outfits.

Del campo a la pasarela

Es natural que liguemos el tweed a la moda británica y es que su nacimiento se produjo en Reino Unido durante el siglo XIX. Si hoy es sinónimo de elegancia, sus orígenes son muy diferentes ya que fue creado como un material fuerte y resistente capaz de proteger de la humedad y del frío a los trabajadores que faenaban al aire libre.

El primer tweed estaba confeccionado en lana sin refinar y destacaba por su gran durabilidad. ¿De dónde proviene su nombre? Está bautizado así por el río Tweed que se encuentra entre Inglaterra y Escocia y que fue una zona muy importante en la producción de textiles durante esta época.

Con el paso de los años, la aristocracia inglesa empezó a fijarse en este tejido al descubrir su lado más elegante. Al percatarse de este cambio, Coco Chanel decidió adoptarlo durante los años 20 como una de sus señas de identidad transformándolo por completo con la creación de trajes femeninos. De esta manera, el tweed pasó a ser una materia prima más ligera y sofisticada.

Con esta revolución, el tweed dejó de ser un material para la elaboración de uniformes para hombres que trabajaban en el campo y se convirtió en uno de los tejidos más fascinantes para la mujer. A día de hoy, cuando ya ha pasado un siglo, se mantiene como sinónimo de elegancia y es uno de los tejidos más reconocibles.

Su consagración en las fashion weeks

Es bastante habitual ver desfilar al tweed en las pasarelas de otoño-invierno. La diferencia con otros años es que, en esta ocasión, ha tomado una posición mucho más dominante. Las grandes firmas de lujo han apostado por él y lo han reinterpretado para demostrar que es mucho más versátil de lo que creemos.

Una de estas firmas responsables de la tendencia del tweed no podía ser otra que Chanel. La firma lo mantiene durante décadas como una de sus insignias y su nueva colección no supone una excepción. Lo propone en chaquetas, faldas lápiz, grandes abrigos y minivestidos. En cuanto a colores, la muestra es amplia, desde los tonos pastes hasta llamativos colores como el fucsia. Todo ayuda a dar una imagen más joven que se consolida con otros cambios como los patrones más cortos, los detalles metalizados o la combinación de las prendas con bailarinas o botas altas.

Dior prefiere un estilo más sobrio donde los cortes son los protagonistas. La firma apuesta por los trajes de dos piezas o los abrigos largos donde se demuestra un dominio total de la sastrería. El tweed es único para aportar la esencia femenina en estas piezas de estilo masculino que son ideales para el día a día.

Al otro lado nos encontramos con firmas que prefieren su lado más alternativo. Saint Laurent o Balmain lo escogen para sus propuestas de noche con minifaldas, chaquetas muy cortas o vestidos ceñidos. Este nuevo estilo saca el lado más sensual y moderno de este tejido tan clásico.

También destacan otros jóvenes diseñadores que han innovado con el tweed. Lo proponen en una versión multicolor, con hilo metálicos o tejidos técnicos o ecológicos. Su objetivo es reconectar el tweed con la población más joven que se siente atraída por su textura pero no quiere renunciar a la comodidad.

Prendas en las que invertir

El tweed es capaz de incluirse en cualquier armario ya que su aspecto versátil puede encajar en diversos estilos. La pieza clave que siempre relacionamos con él es la chaqueta. Aunque se trate de una pieza clásica, podemos encontrar esta temporada nuevas versiones oversize o cortas, así como propuestas que sustituyen los botones por cremalleras y otros cierres menos corrientes. Es súper fácil de combinar ya que puede encajar tanto con vaqueros como con pantalones rectos pasando por otras piezas como leggings.

Para los meses más fríos, la mejor alternativa la encontraremos en los abrigos. Gracias al tweed, se vuelven lo más elegantes sin perder su función práctica de proteger contra las bajas temperaturas. Los mejores diseños son aquellos rectos o los que van entallados a la cintura al estilo batín. Los cinturones se llevan anchos para enfatizar la silueta.

Pero el tweed sirve para mucho más que para prendas de abrigo. Funcionan de maravilla en las faldas, tanto las más cortas como las de corte midi. De igual manera, lo podemos recomendar para vestidos de patrones rectos y oversize. Más atrevidos son los pantalones, aunque ya pueden verse como una alternativa a los diseños de punto con cortes rectos o acampanados.

Por último, no podemos dejar de hablar de los accesorios donde el tweed también convive a sus anchas. Es fantástico para complementos como bolsos de mano combinados con cadenas metálicas o cómodas bailarinas. Pero, además de en calzado o bolsos, también lo podremos encontrar en accesorios para el pelo, como pasadores o diademas, o en sombreros y guantes que darán un toque de tendencia a cualquier look.

Las mejores combinaciones

Hasta ahora, ya hemos aprendido que el tweed es versátil y que sus posibilidades van mucho más allá de la clásica chaqueta. Una de las mejores maneras de combinarlo en el outfit es mezclar su carácter elegante con piezas más informales como pueden ser unos pantalones vaqueros, unas sneakers o camisetas básicas de algodón. Este mix rebaja su formalidad y lo convierten en un tejido especial para el día a día.

Puedes recurrir al total look a través de un dos piezas. En esta vía, nada funciona mejor que los tonos neutros como el blanco, el negro o el gris. Si quieres darle un plus diferente, juega  a mezclarlo con tejidos totalmente diferentes, como el cuero o el satén. También estarás dando valor al conjunto si utilizas grandes joyas metálicas.

Y es que la mezcla de texturas es una fórmula ganadora. Una cazadora de cuero sobre un vestido de tweed, por ejemplo, es todo un triunfo. Nuestro tejido favorito empareja bien con otras prendas realizadas en materiales muy diferentes como el terciopelo, el punto o la seda. Esa riqueza de acabados son muy recomendables para los meses invernales.

Si buscas un aire más moderno y joven, deberías de elegir prendas de tweed con colores que se escapen de lo habitual. Encontrarás piezas multicolores o en tonos muy llamativos. Otra solución es aplicar al look este colorido a través de otras piezas y accesorios. Por último, debes de conjugar también los patrones. Si escoges una prenda de tweed con mucha estructura, debes de combinarla con otros elementos que tengan mucho movimiento.

Una prenda de tweed es una inversión que te durará durante muchos inviernos así que busca un diseño con el que te sientas favorecida porque estamos ante una de esas tendencias que nunca pasan de moda.