Rosalía y la moda: así ha evolucionado su forma de vestir con cada nuevo trabajo musical
Desde su pasado folclórico hasta su actualidad mística ha pasado por diversas etapas que han marcado tendencia

Rosalía con un vestido blanco de encaje | Gtres
En pocos años, Rosalía se ha convertido en una de las figuras más importantes de la música a nivel mundial. Su trabajo ha ido evolucionando conforme lanzaba nuevos proyectos pero esta transformación también es visible en su forma de vestir. Porque ella no solo es una cantante icónica, sus looks también despiertan admiración y tienen un espacio muy importante dentro de su carrera.
Desde sus inicios, donde el estilo flamenco estaba muy presente con volantes y elementos muy españoles, hasta su momento actual con un look mucho más pulido, ha sabido reinterpretar su imagen haciendo uso de toques futuristas, moteros o callejeros. Su vestuario se adapta a su momento musical y, lejos de utilizar las tendencias, las termina imponiendo.
A lo largo de su carrera, Rosalía ha sabido caminar por diferentes sendas dentro de la moda. Desde el folclore hasta vestidos de alta costura, pasando por el minimalismo místico o el streetwear. Con cada nuevo proyecto musical nos ha sorprendido con un cambio de imagen que ha funcionado como un fórmula más para canalizar su música hacia el público. En THE OBJECTIVE vamos a recorrer todas esas transformaciones para confirmar como la moda es una parte esencial dentro de su carrera.
Malamente
La evolución estética de Rosalía ha caminado de forma paralela a sus proyectos musicales. Así lo confirma Dominnico, una de las firmas en las que confío la cantante para el vestuario de la gira El mal querer. «Es muy importante utilizar la moda para apoyar la narrativa que se quiere contar», añade el diseñador alicantino que considera que Rosalía no solamente destaca por su talento musical, sino por el gran sentido de la moda que posee.

Existe una Rosalía anterior a su gran éxito Malamente. En 2017 lanzó el disco Los Ángeles donde defendía una estética de estilo clásico con apuntes flamencos. Utilizaba prendas modernas con guiños a la cultura española, como los estampados de lunares. Esta fórmula evoluciona rápidamente al año siguiente con el lanzamiento de su siguiente proyecto: El mal querer. Con la presentación del primer single, Malamente, la esencia flamenca empieza a presentarse de una manera más sofisticada y combinada con un estilo chandalero.
En su vestuario se empiezan a mezclar elementos tradicionales de la cultura española, como el flamenco, los toros o el fervor religioso, con toques de lo más urbano. Es el momento en que la cantante se pone en manos de diseñadores patrios como Palomo Spain o Dominnico. Con ello se viste con encajes, volantes, flecos y bordados mezclados con prendas deportivas. «Fue capaz de redescubrir los códigos estéticos de la cultura y el folclore de España», apunta Dominnico. El diseñador recuerda que la cantante lució en la gala MET del 2021 un mantón de Manila con el que quiso rendir homenaje a Lola Flores.
Otras de sus grandes referencias en esta época es el calzado de suela gruesa y, cómo no, sus nails arts. Suyas fueron las manicuras más recargadas vistas hasta ese momento repletas de figuras, colores y strass y que marcaron a toda la generación Z.
Estilo rachet
Con el lanzamiento en 2019 del single Con Altura, junto a J Balvin, Rosalía sorprendió con un cambio en su estilismo. Su nuevo estilo es más innovador y ecléctico y se rinde al rachet, una estética urbana y atrevida que se asocia con la cultura trap. Este estilo se caracteriza por la mezcla de prendas de firmas de lujo con ropa low cost.

Las prendas evolución y el aire español se aparca para abrazar los estampados imposibles y los grandes logos. Además, los cortes asimétricos y sus uñas extralargas mantienen una estética que empieza a ser personal y reconocida a nivel mundial. Así, la cantante consigue construirse una imagen que mezcla el vestuario propio del barrio y el polígono con unos aires más latinos.
«En esa época se ve una moda más ostentosa, bastante más descarada, más colorida, más fantasiosa», explica Dominnico. Además de sus famosas uñas, es en esta época cuando Rosalía es un sinónimo de la moda deportiva más fashion. Su armario se llena de prendas como mallas o sudaderas muy amplias y el chándal se vuelve un imprescindible convirtiéndose en la actualización de las folclóricas de los años 90.
El efecto motomami
Otra gran revolución en el estilo de Rosalía la encontramos una vez superada la era COVID. En 2022 lanza un nuevo disco con el título de Motomami y, desde su portada, ya se puede ver la evolución estilística de la artista. En ella aparece desnuda con un casco que es el preámbulo de su era motera donde su forma de vestir gira hacia botas altas, monos de piloto de carreras, prendas de cuero muy ceñidas, cazadoras de estilo biker y grandes gafas de pantalla.
Además de este estilo motero, durante esta época la cantante juega también con la estética oriental. Cuando se deja de lado los pantalones y monos de cuero, se buscan las faldas tableadas de estilo college o los vestidos semitransparentes.

En el aspecto beauty, el cabello empieza a tomar protagonismo. Ese estilo japo que se deja ver en su vestuario tiene una sintonía en sus peinados donde los moños y las trenzas toman la delantera. Entre estos peinados, los más icónicos son aquellos que colocan dos pequeños recogidos, uno a cada lado de su cabeza, al más puro estilo años noventa.
Misticismo minimal
Rosalía acaba de arrancar hace unas pocas semanas un nuevo proyecto musical. A estas alturas de su carrera, no nos sorprende que lo haga con una renovación estilística. La revolución en este caso es absoluta y el blanco parece que será su eje principal. De este color acudió a varios desfiles durante la fashion week de París donde hasta mostró como el vello de sus axilas lucían ese mismo color.
Todo era un aperitivo de la portada de su nuevo disco Lux en el que la artista aparece vestida de blanco con un look inspirado en el hábito de una monja. El vestuario se compone de una camisa de fuerza en este impoluto color que evoca una nueva época mística de la cantante donde parece que las referencias al universo religioso y espiritual van a ser constantes.

En esta nueva senda religiosa, Rosalía ha decidido vestir con prendas de líneas sencillas y tejidos vaporosos y las reminiscencias religiosas se trasladan en detalles como los velos o las coronas angelicales. Estas últimas, lejos de ser un accesorio más, han llegado a cambiar su peinado en el que ha sorprendido a todos con la decoloración de un halo rubio. Un elemento de lo más singular que rápidamente se volvió viral e imitado por todo tipo de seguidores alrededor del mundo.
No todo es ascender a los cielos. En esta nueva época, lo que pretende Rosalía es mostrar el contraste entre lo divino y lo terrenal. Por ello, cuando no viste de blanco pasa al bando contrario y escoge looks en total black. Un buen ejemplo fue el estilismo escogido para la celebración de los últimos premios de 40 Principales donde la artista lució un top de plumas junto a una falda de tiro bajo y unas maxigafas de pedrería, todo bañado en la máxima oscuridad del negro.
La Rosalía del futuro
Es seguro que la Rosalía actual no será su última versión y que en los próximos años veamos nuevas evoluciones en su estilismo. Por un lado, podría seguir con una estética conceptual como la defendida en las últimas semanas. Es una manera de unir su vestuario a su música, como si la ropa fuese otro tipo de lenguaje con el que expresarse.
Siempre a la última, tampoco sorprendería ver como sus looks empiezan a incorporar novedades en tecnología incluyendo prendas inteligentes. En estos revolucionarios diseños se trabajan con tejidos que pueden reaccionar a la luz o al movimiento. Son elemento muy visuales que podrían dejar con la boca abierta en sus conciertos. En este terreno también se podría jugar con prendas impresas en 3D que se pueden moldear, incluso, en el mismo cuerpo de la artista.

Otro campo a explorar nos llevaría a una vía absolutamente contraria en la que Rosalía abrace la artesanía y la tradición. Podría vestirse con prendas realizadas con materiales sostenibles o con piezas recicladas. Sería una nueva estética en la que los colores reflejarían una gama cromática natural y en la que podría hacer guiños a técnicas artesanas de culturas de cualquier punto del planeta.
Otra opción sería quedarse en un minimalismo absoluto donde Rosalía prescinda de cualquier tipo de adorno y detalle vistiendo con prendas muy sencillas de un único color y patrones arquitectónicos. Sería una declaración de intenciones en donde nada eclipsaría a lo verdaderamente importante: su arte.
