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Nutrición

El aviso de una nutricionista: cuando compres jamón al corte, fíjate en la etiqueta

A la hora de elegir alimentos, muchas veces nos dejamos llevar por la apariencia o por la confianza de lo artesanal

El aviso de una nutricionista: cuando compres jamón al corte, fíjate en la etiqueta

Canva

Cuando compramos alimentos, tendemos a confiar en su apariencia, precio o procedencia como indicadores de calidad. Sin embargo, en productos como el jamón cocido, estas señales pueden ser engañosas.

Blanca García, reconocida nutricionista, ha lanzado una advertencia clara: “no te fíes de los jamones al corte de carnicería”, insistiendo en que siempre debemos consultar la etiqueta para conocer realmente lo que estamos comprando.

La trampa de la apariencia y el corte artesanal

El jamón cocido al corte suele parecer más fresco, natural y artesanal que los productos envasados. Sin embargo, esta apariencia puede esconder una larga lista de aditivos que disminuyen la calidad nutricional del producto.

Blanca García señala que, a menudo, los jamones al corte son de los peores en cuanto a composición, ya que incluyen ingredientes que pueden ser perjudiciales para la salud.

Por ello, la próxima vez que compres jamón al corte, no te dejes llevar únicamente por la confianza en la carnicería o su apariencia tentadora.

Pregunta siempre por la etiqueta o el listado de ingredientes, pues ahí se encuentran las verdaderas claves para tomar una decisión informada.

Lo que no ves: los aditivos del jamón cocido

Es uno de los puntos más preocupante en muchos jamones cocidos, especialmente los que se encuentran al corte. Entre ellos destacan:

  1. Nitritos (E249-E252): estos conservantes se usan para prolongar la vida útil del producto y mantener su color rosado. Sin embargo, los nitritos han sido clasificados como potencialmente cancerígenos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, pueden contribuir a la inflamación intestinal y otros problemas de salud a largo plazo.
  2. Carragenatos (E407): se añaden para mejorar la textura del jamón cocido, pero se asocian con problemas digestivos, inflamación y sensibilidad intestinal en algunas personas.
  3. Fosfatos como el trifosfato sódico (E451): estos aditivos permiten retener agua, lo que hace que el jamón cocido sea más jugoso y pese más, pero pueden desequilibrar el metabolismo del calcio y afectar la salud ósea. Además, en dosis altas, están relacionados con problemas de hiperactividad.

El porcentaje de carne: una verdad a medias

Algunos productos destacan un alto porcentaje de carne, como 85% o incluso 90%, lo que puede parecer una buena señal al momento de la compra. Aun así, Blanca García, la nutricionista experta, advierte que este porcentaje no siempre es indicativo de calidad.

Embutidos

Aunque un contenido cárnico elevado puede ser atractivo y dar la impresión de que estamos consumiendo un producto natural y nutritivo, es fundamental ir más allá de esta cifra y revisar detenidamente la lista completa de ingredientes.

En muchos casos, estos jamones alardean de un alto porcentaje de carne, pero a cambio incorporan aditivos nocivos que pueden afectar nuestra salud.

Ingredientes como nitritos, carragenatos o fosfatos son comunes en estos productos y, aunque no se destacan en la etiqueta, están presentes para mejorar el sabor, la textura y la conservación, muchas veces a costa de la calidad nutricional.

Estos aditivos, lejos de ser inocuos, pueden causar desde problemas digestivos hasta complicaciones en el metabolismo, haciendo que el consumo de estos jamones no solo sea menos saludable, sino que incluso anule los supuestos beneficios de un alto contenido de carne.

¿Qué buscar en un jamón cocido de calidad?

No todo son malas noticias. Es posible encontrar jamones cocidos que prescinden de estos aditivos artificiales. Los mejores suelen utilizar:

  • Conservantes naturales: especias, vinagre o fermentos naturales.
  • Ingredientes simples: agua, carne de cerdo, sal y, en algunos casos, una pequeña cantidad de azúcar.
  • Alternativas ecológicas: algunos supermercados ofrecen opciones orgánicas con ingredientes mínimos y sin aditivos dañinos.

¿Cómo elegir un buen jamón cocido?

Al momento de comprar, ten en cuenta:

  1. Lee siempre la etiqueta: prioriza productos con listas de ingredientes cortas y claras.
  2. Evita aditivos dañinos: busca jamones que no contengan nitritos, carragenatos o fosfatos.
  3. Compara opciones: a veces, las marcas ecológicas o envasadas tienen mejor composición que los jamones al corte.
  4. Confirma la frescura: si compras al corte, pregunta por el tiempo de exposición del producto y revisa si ha sido almacenado adecuadamente.
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