National Geographic declara este pueblo salmantino como el mejor para visitar en enero
Casas de madera y piedra con coloridos balcones y su Plaza Mayor, donde la vida se desarrolla al aire libre

La Alberca, Salamanca. | Llegar sin avisar
La Alberca, situada en la Sierra de Francia, Salamanca, es un referente de la arquitectura popular española. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1940, este pueblo destaca por su bien conservado casco antiguo, con casas de piedra y madera, y un entramado urbano medieval.
Su belleza y autenticidad le han valido el reconocimiento de National Geographic como uno de los mejores destinos turísticos de España.
Una historia escrita en piedra
La historia de La Alberca se pierde en la bruma del tiempo, remontándose a la prehistoria. Las paredes de los numerosos canchales y riscos que rodean los valles de Lera y Las Batuecas guardan el testimonio de nuestros primeros habitantes. Pinturas rupestres, silenciosas testigos de un pasado remoto, nos hablan de cazadores y recolectores que habitaron estas tierras milenios atrás.
Con la llegada de la Edad Media, el destino de La Alberca comenzó a tomar forma. Durante los siglos XII y XIII, bajo el reinado de Alfonso IX de León, se produjo una intensa repoblación de la zona. Entre los nuevos pobladores destacaban colonos franceses, atraídos por las fértiles tierras y las oportunidades que ofrecía la región. Influidos por Don Raimundo de Borgoña, esposo de doña Urraca, hija de Alfonso VI, estos galos dejaron una huella imborrable en la cultura y el paisaje de la Sierra de Francia. Numerosos topónimos de origen francés, aún hoy presentes en la toponimia local, son un claro reflejo de esta influencia.
Cuando todo cambió
Sin embargo, sería en el siglo XV cuando se produciría uno de los acontecimientos más trascendentales en la historia de La Alberca: el hallazgo de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia. En 1434, la aparición de esta milagrosa imagen marcaría un antes y un después en la vida del pueblo. El santuario construido en su honor se convirtió rápidamente en un importante destino de peregrinación, atrayendo a fieles de toda la región. La Virgen de la Peña de Francia se convirtió en la patrona de La Alberca y su influencia se extendió por toda la Sierra de Francia.
La relevancia de La Alberca se vio aún más consolidada con la integración en el Camino de Santiago. Los peregrinos que recorrían la Vía de la Plata, una de las principales rutas jacobeas, encontraban en La Alberca un lugar de descanso y espiritualidad. El pueblo se convirtió así en un punto de encuentro de culturas y tradiciones, enriqueciendo su patrimonio y fortaleciendo su identidad.
Cómo es La Alberca
Pasear por las calles de La Alberca es como adentrarse en un cuento de hadas. Sus empedradas y sinuosas vías, que serpentean entre casas de madera y piedra con coloridos balcones, forman un entramado urbano de singular belleza.
El corazón palpitante de La Alberca es su Plaza Mayor, un espacio emblemático donde la vida del pueblo se desarrolla al aire libre. Rodeada de soportales y casas blasonadas, esta plaza ha sido testigo de innumerables acontecimientos a lo largo de los siglos. Hoy en día, sigue siendo el escenario de tradicionales mercados, fiestas y celebraciones que mantienen viva la esencia de la localidad.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, un majestuoso edificio del siglo XVIII, es otro de los monumentos más destacados de La Alberca. Su imponente torre, visible desde cualquier punto del pueblo, domina el paisaje. En su interior, un retablo barroco de gran riqueza ornamental y un púlpito de granito del siglo XVI nos hablan de la profunda religiosidad de sus habitantes y de su rico patrimonio artístico.
En las afueras del pueblo, la ermita del Humilladero, un pequeño templo de estilo popular, invita a la reflexión y al recogimiento. Situada en un entorno natural privilegiado, esta ermita ofrece unas vistas panorámicas espectaculares y es un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y la belleza del paisaje.

¿Cómo disfrutar de su naturaleza y senderismo?
Las Batuecas-Sierra de Francia, un tesoro natural enclavado en la provincia de Salamanca, ofrece a los amantes del senderismo una experiencia única. Con La Alberca como punto de partida, los visitantes pueden adentrarse en una intrincada red de senderos que serpentean a través de bosques frondosos, roquedos escarpados y valles recónditos.
Los bosques de la zona son un auténtico espectáculo para los sentidos. Castaños centenarios, robles majestuosos y alcornoques de corteza rugosa forman un mosaico vegetal que cambia de color con las estaciones. Entre la vegetación, es fácil avistar una gran variedad de aves, como el arrendajo, el carbonero común y, con un poco de suerte, el esquivo águila real.
El Valle de Las Batuecas es, sin duda, uno de los lugares más emblemáticos del parque natural. Sus paredes rocosas, horadadas por el paso del tiempo, crean un paisaje de gran belleza. Este enclave alberga un rico patrimonio arqueológico, con numerosos abrigos rocosos que atestiguan la presencia humana desde el Paleolítico. Las pinturas rupestres que adornan sus paredes son un testimonio del arte y las creencias de nuestros antepasados.
Otra ruta de gran interés es la que conduce a las antiguas minas de oro de El Cabaco. Imaginar a los antiguos mineros extrayendo el preciado metal mientras exploras los túneles y galerías abandonadas es una experiencia que te transportará al pasado. A lo largo de los senderos, se encuentran numerosos miradores naturales que ofrecen vistas panorámicas del paisaje. Desde ellos, es posible observar a otras especies emblemáticas de la fauna ibérica, como el lobo ibérico, el ciervo y el jabalí.
¿Cómo llegar a La Alberca?
- Desde Salamanca: toma la CL-512, luego la SA-210 y finalmente la SA-201. El viaje dura aproximadamente 1 hora y 5 minutos.
- Desde Plasencia: sigue la A-66. El recorrido te llevará alrededor de 1 hora y 25 minutos.