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El Vaticano pequeño español: en Ciudad Real e ideal para visitar en invierno

San Carlos del Valle, un tesoro arquitectónico, su iglesia domina la Plaza Mayor una de las más grandes de España

El Vaticano pequeño español: en Ciudad Real e ideal para visitar en invierno

San Carlos del Valle, Ciudad Real. | Saber Sabor

A tan solo dos horas de Madrid, en la provincia de Ciudad Real, se encuentra San Carlos del Valle, un destino que te sorprenderá. Su iglesia del Santísimo Cristo del Valle, con su cúpula que recuerda al Vaticano, y su espléndida plaza mayor son un claro ejemplo del barroco español. Un lugar perfecto para los amantes de la historia y el arte.

San Carlos del Valle

Un tesoro arquitectónico que te transporta en el tiempo. Su iglesia, con su imponente cúpula y sus cuatro torres, domina la plaza mayor, una de las más bellas de España. El Ayuntamiento, con su balcón corrido, y la antigua hospedería completan este conjunto monumental.

Pero la belleza de San Carlos del Valle va más allá de sus edificios. Situado entre las sierras de Alhambra y Cristo-Bailones, ofrece unas vistas panorámicas espectaculares, especialmente desde el Cerro Gordo, que te dejarán sin aliento.

La trayectoria de esta iglesia

El primer registro histórico fiable de San Carlos del Valle nos lleva a la ermita de Santa Elena, construida probablemente en los siglos XII o XIII. Esta ermita, hoy desaparecida, albergaba una imagen del Santo Cristo del Valle, que se convirtió en objeto de gran veneración y peregrinación.

La creciente devoción hacia el Santo Cristo impulsó la construcción de una nueva ermita y dependencias para acoger a los peregrinos. Así, alrededor de esta nueva ermita, comenzó a surgir un asentamiento que poco a poco fue tomando forma de pueblo.

La independencia y el nuevo nombre

En el siglo XVIII, gracias a la importancia religiosa del lugar y a la creciente población, San Carlos del Valle logró su independencia de la villa de Membrilla. El rey Carlos IV, en reconocimiento a la devoción de sus habitantes, otorgó al pueblo su nombre actual y le concedió numerosos privilegios.

La arquitectura de San Carlos del Valle es un fiel reflejo de su historia. Su plaza mayor, una de las más bellas y grandes de España, es el corazón del pueblo. La iglesia, construida en el siglo XVIII, destaca por su planta de cruz griega. El ayuntamiento, con su balcón corrido, y la antigua hospedería completan este conjunto monumental.

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Además de su rico patrimonio histórico, San Carlos del Valle se encuentra en un entorno natural privilegiado, rodeado por las sierras de Alhambra y Cristo-Bailones. Este entorno ofrece numerosas posibilidades para realizar actividades al aire libre, como senderismo, ciclismo o simplemente disfrutar de la naturaleza.

¿Qué ver alrededor de San Carlos del Valle?

La naturaleza rodea San Carlos del Valle, ofreciendo un sinfín de posibilidades para los amantes del aire libre. El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, con sus cristalinas aguas y su rica biodiversidad, es un destino obligado. Si prefieres la montaña, la Sierra de los Madres y la Sierra de Alcaraz te esperan con sus senderos y vistas panorámicas.

Su iglesia, dedicada al Santísimo Cristo del Valle, es un impresionante edificio barroco que domina la plaza mayor. A lo largo del año, se celebran numerosas fiestas y romerías en honor a su patrón.

Además de su patrimonio histórico y natural, San Carlos del Valle ofrece una amplia oferta cultural y gastronómica. Podrás visitar el Museo de la Miel, conocer las tradiciones artesanas de la zona o degustar los platos típicos de la Mancha, como el gazpacho manchego o el pisto.

San Carlos del Valle. Foto: Turismo Castilla – La mancha

Platos típicos que puedes comer en San Carlos del Valle

  • Migas manchegas: un plato contundente y reconfortante, elaborado con pan duro remojado, aceite de oliva, ajo y pimentón. Se suele acompañar de huevo frito y longaniza.
  • Gachas: un plato humilde pero nutritivo, hecho con harina de almorta o trigo, agua y sal. Se puede acompañar con leche, miel o azúcar.
  • Pisto manchego: un revuelto de verduras, como pimiento, tomate, calabacín y cebolla, cocinado a fuego lento. Es un plato perfecto para compartir.
  • Asadillo: similar al pisto, pero con un toque más ahumado, ya que se suele hacer con pimientos asados.
  • Caldereta: un guiso de carne, generalmente cordero o conejo, con patatas, verduras y especias.
  • Gazpacho manchego: una sopa fría y refrescante, elaborada con pan duro, tomate, pimiento, ajo y aceite de oliva.
  • Conejo al ajillo: un clásico de la cocina manchega, sencillo pero delicioso.
  • Arroz con conejo: otro plato muy popular, ideal para los amantes de la caza.
  • Perdiz en escabeche: un plato tradicional que se suele preparar en las fiestas y celebraciones.
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