La ruta francesa que acaba en una cascada y que está a cinco horas de Barcelona
Este pueblo tiene unas preciosas vistas desde su mirador y una senda que acaba en una cascada monumental

La Casacade de Vis en Saint‑Laurent‑le‑Minier, Francia. | Canva
El sur de Francia alberga algunos de los paisajes más sobrecogedores de Europa, combinando costa e interior en un mosaico natural único. National Geographic destaca una ruta que encarna la esencia de esta diversidad: la visita al pueblo de Saint‑Laurent‑le‑Minier y su emblemática piscina natural junto a la Cascade de Vis.
Más allá del atractivo estético, esta ruta ha sido merecedora de una declaración de Monumento Natural desde 1972, debido a su peculiar cascada semicircular, obra hidráulica del siglo XVIII. En este entorno privilegiado, se entrelazan antiguas estructuras, rutas de dificultad moderada y un entorno natural fresco, lo que convierte el lugar en uno de los principales candidatos para ser la más impresionante del sur de Francia, según la visión de National Geographic.

Saint-Laurent-le-Minier
Saint‑Laurent‑le‑Minier se encuentra en el departamento de Gard, en la confluencia del macizo central y las montañas de las Cévennes, en pleno corazón de Occitania, a unas dos horas en coche desde la frontera española. El destino comienza en el pequeño pueblo, donde se puede estacionar en zonas habilitadas durante el verano, previo pago de una tarifa.
Este pueblo francés cuenta con un castillo, el Château de Saint‑Laurent‑le‑Minier, construido en 1664, que preside el enclave con su presencia imponente y su arquitectura historicista. Aunque no abre al público, su silueta sobre el puente de piedra del río Vis configura una imagen postal que define este rincón rústico de la Francia rural.
La Cascade de Vis
El elemento central de la ruta lo constituye la Cascade de la Meuse, más conocida como la Cascade de Vis, un salto de agua que se desploma en forma de media luna perfecta, formado artificialmente por una presa del siglo XVIII. Fue erigido entonces para activar molinos y batanes, además de abastecer al cercano Château de Saint‑Laurent‑le‑Minier, edificado en 1664.
Las aguas turquesas del río Vis crean una piscina natural de ensueño, cuyo esplendor se aprecia tanto desde la base como desde el propio pueblo. Aunque las temperaturas son frías, resultan perfectas para un chapuzón en verano. Aunque las autoridades de la zona recomiendan ir con precaución, puesto que está prohibido acercarse a la cascada desde arriba o debajo. Además, hay un tramo de 700 metros a lo largo del río, que pertenece a propiedades privadas.
Senderismo
La ruta ofrece varias opciones de senderismo:
- Un sencillo paseo por el bosque que permite llegar a un mirador situado sobre las impresionantes Gargantas del Vis, ofreciendo vistas panorámicas del cauce del río.
- Para aquellos que están acostumbrados a hacer senderismo, hay una ruta de 9,5 kilómetros que asciende hasta la Cueva d’Anjeau, en el pico del mismo nombre.
- Y para senderistas profesionales, a unas decenas de kilómetros se encuentra el circo de Navacelles, considerado el cañón más grande de Europa.
Recomendaciones
La orilla del río Vis, cubierta de césped y sombra, ofrece un espacio cómodo para colocar toallas, descansar y contemplar la cascada. Aunque la profundidad no es excesiva, se recomienda extremo cuidado debido al agua fría, las corrientes y la fragilidad del acueducto en la margen izquierda. Y debido a su popularidad, sobre todo en verano, se aconseja llegar temprano o bien a última hora de la tarde, cuando la luz crea efectos dorados sobre la cascada y el número de bañistas disminuye.
Por todo ello, National Geographic ha seleccionado esta ruta como la más impresionante de la región. Ya que, se puede disfrutar de su piscina natural, la cascada semicircular y los caminos boscosos, lo que constituye una escapada recomendada para quienes buscan desconectar.