El pueblo de Londres que parece sacado de un cuento de hadas perfecto para visitar en verano
Si estas vacaciones te apetece desconectar y descubrir un destino fuera de España, este lugar es una opción que no puedes dejar pasar

Castle Combe | iStockphoto
A menos de dos horas de Londres, perdido entre suaves colinas verdes y carreteras rurales, hay un lugar que parece resistirse al paso del tiempo. En Castle Combe, las casas no tienen antenas, las calles no tienen semáforos y el silencio no es un lujo, sino la norma. Este pequeño pueblo, considerado por muchos como el más bonito de Inglaterra, es un destino perfecto para quienes buscan desconectar del ritmo frenético de la ciudad y adentrarse en un escenario que bien podría pertenecer a una novela clásica o una película de época.
Un pueblo que no parece real
Con apenas unos 340 habitantes, Castle Combe es uno de esos lugares que cuesta creer que existan. Las casas, construidas con la característica piedra color miel del suroeste inglés, conservan su estética medieval con una armonía visual que sorprende a cualquier visitante. No hay carteles comerciales, ni rótulos modernos que rompan la atmósfera. Cada ventana, cada maceta, cada muro está colocado con una delicadeza casi artística. El resultado: un entorno de postal que ha enamorado a cineastas, fotógrafos y viajeros por igual. No es casualidad que películas como Stardust o War Horse hayan elegido este lugar como escenario. Incluso Steven Spielberg rodó aquí parte de uno de sus filmes, fascinado por su autenticidad y belleza natural. Pasear por sus calles es como caminar por un plató a cielo abierto, solo que todo es real y está en uso.
El mejor momento: el verano
Aunque Castle Combe es encantador en cualquier época del año, en verano alcanza un nivel de esplendor difícil de describir. Las flores cubren los muros, los jardines están en plena floración, y los rayos del sol bañan las fachadas de piedra con una luz dorada que lo vuelve aún más mágico. Es en estos meses cuando sus senderos rurales invitan a ser explorados y cuando el simple hecho de sentarse junto al riachuelo a leer un libro se convierte en un plan perfecto. El clima agradable también permite disfrutar de las terrazas de los pequeños cafés y pubs del pueblo. Uno de los más recomendables es el White Hart, donde se puede degustar una comida tradicional británica en un entorno que mezcla historia y calidez local.

¿Cómo llegar a Castle Combe?
Castle Combe se encuentra a poca distancia de Bath y Bristol, dos de las ciudades más fascinantes del suroeste inglés. También está relativamente cerca de Stonehenge, lo que lo convierte en una parada ideal dentro de una ruta más amplia por esta parte del país. Llegar en coche es la mejor opción, ya que permite disfrutar del paisaje rural de los Cotswolds en todo su esplendor.
Un viaje en el tiempo: historia viva en cada rincón
Más allá de su apariencia de cuento, Castle Combe guarda una rica herencia histórica. Su iglesia, St. Andrew’s, construida en el siglo XIII, alberga un reloj medieval que sigue funcionando y que es considerado uno de los más antiguos de Inglaterra en uso. A pocos pasos, el antiguo Market Cross, una estructura del siglo XIV, marca el centro del pueblo y recuerda los días en que este lugar era un próspero mercado de lana. Otro punto destacado es el Manor House, una mansión del siglo XIV convertida hoy en hotel de lujo, rodeada de jardines impecables y con un campo de golf integrado. Es ideal para quienes desean vivir la experiencia completa de hospedarse en una residencia señorial con todas las comodidades modernas.
A pesar de su tamaño reducido, Castle Combe también es conocido en el mundo del automovilismo por su circuito, situado a las afueras del pueblo. En él se celebran competiciones y eventos durante todo el año, lo que añade un toque sorprendente a esta localidad tan tranquila. Este contraste entre la calma del pueblo y la emoción de las carreras crea una combinación única, donde la tradición y la modernidad conviven sin estorbarse. Es también un punto de interés para quienes buscan algo diferente dentro del turismo rural.