Aitana Ocaña, 26 años: «Este es mi rincón favorito y donde encuentro la paz»
Es un lugar donde descansa cuerpo y mente un refugio en el que la artista siente que puede simplemente ser

La cantante Aitana. | Europa Press
Aitana Ocaña, con apenas 26 años, ha consolidado una carrera musical de un éxito fulgurante. Sin embargo, entre concierto y concierto, la artista encuentra el refugio perfecto en un pequeño rincón de Euskadi. Zarautz, con su bonita playa, su paseo marítimo y sus dunas es según la cantante su rincón predilecto. Ya que, es allí, en donde logra desconectar y reencontrarse consigo misma.
Desde el primer momento en que se planta frente a la inmensidad del Cantábrico, Aitana encuentra la paz que necesita entre concierto y concierto. El rumor de las olas, el sol poniente y el suave murmullo de sus aves le regalan esos instantes de serenidad que, como ella misma dice, «ponen en pausa el tiempo».

Zarautz el rincón favorito de la artista
Y es precisamente en Zarautz donde Aitana recarga pilas siempre que su trabajo se lo permite. Su larga playa bañada por el Cantábrico, la más extensa del País Vasco, ejerce en ella un efecto casi terapéutico, según comentó la artista a una amiga durante su paseo por la playa de Zarautz, tal y como se puede ver en el documental sobre su vida que emitió Netflix.
La amplitud del arenal, el paseo marítimo que plagado de restaurantes vascos y bares de pinchos, y la posibilidad de hacer surf hacen que este pueblo vasco encaje con el estilo de vida de una artista como ella, a la que le encanta hacer surf para desconectar.
Zarautz, el rincón favorito de Aitana
Zarautz está situado en la comarca de Urola Costa, en la provincia de Guipúzcoa, en el norte de España. Se encuentra a unos 20 kilómetros al oeste de San Sebastián, lo que la convierte en un precioso destino costero cercano a la capital guipuzcoana.
¿A qué debe su nombre el pueblo?
Su nombre (en euskera, Zarautz) y en (castellano, Zarauz), tiene orígenes inciertos, pero varias teorías etimológicas convergen en elementos naturales. Una de ellas vincula el topónimo a la palabra vasca zara o txara, que designa un tipo de matorral (jaral) típico de suelos arenosos, señalando que el nombre aludiría a un “jaral puro” o similar. Otras hipótesis, como la interpretada desde zara(h)ots (“jaral frío”), sugieren connotaciones similares, evidenciando su conexión con la vegetación costera.
La Reina de las Playas
Zarautz ostenta el nombre de La Reina de las Playas, debido a su gran playa de casi 2,8 kilómetros de longitud, la más larga del País Vasco y una de las más grandes del Cantábrico. Esta distinción refleja no solo su extensión, sino también su importancia como símbolo costero y atracción turística.
Qué visitar en Zarautz
El entorno de Zarautz cuenta con una bonita arquitectura histórica:
- Casco antiguo: recorre Kale Nagusia, admira la Torre Luzea del siglo XV, el mercado municipal y la iglesia gótica de Santa María la Real.
- Palacio de Narros: un palacete del siglo XVI rodeado de jardín inglés, residencia veraniega de Isabel II y otros personajes distinguidos.
- Mirador de Santa Bárbara y parque Montetxio: desde allí se puede ascender a una ermita y disfrutar de panorámicas sobre el mar y los viñedos.
- Photomuseum (Museo de Fotografía y Cine de Zarautz): ubicado en Villa Manuela, con exposiciones permanentes sobre fotografía y cine.
- Anillo Verde Azul: una ruta circular de unos 11 kilómetros que une el bosque de Zingira, ubicado en el parque Vista Alegre. Este camino para senderistas atraviesa los humedales, la ermita de Santa Bárbara y el biotopo protegido de Iñurritza, accesible para todos y con multitud de especies de aves.
Otros pueblos que ver en San Sebastián
A pocos kilómetros de San Sebastián, hay varias localidades con encanto como: Getaria, un pueblo pesquero ideal para degustar pescado fresco y txakoli, que además está muy cerca de Zarautz. Zumaia, es otro municipio famoso por sus asombrosos flysch, acantilados y playas pintorescas. Además, la costa vizcaína cuenta con otras joyas en las proximidades de San Sebastián como el Monte Igueldo, la playa de Ondarreta y el Peine del Viento.
Este rincón vasco es el escenario perfecto para que la artista desconecte del mundo exterior y practique uno de sus deportes favoritos, el surf.