La Fontana di Trevi dejará de ser gratis en 2026: cuánto costarán las entradas y cómo comprarlas

La Fontana di Trevi dejará de ser gratis en 2026. El icono absoluto de Roma, segundo monumento más visitado de la ciudad solo por detrás del Coliseo, pasará a ser de pago para los turistas. El acceso para los romanos seguirá siendo gratuito y el precio de la entrada será de dos euros. Esta medida supone un giro histórico en la gestión de uno de los espacios más fotografiados del mundo y llega tras meses de debate político y técnico. El Ayuntamiento de Roma, en coordinación con la empresa municipal Zètema y la Superintendencia, ha decidido dar el paso con un doble objetivo, ordenar el flujo de visitantes y garantizar recursos para la conservación del monumento tardo barroco diseñado por Nicola Salvi. La decisión no es aislada. En julio de 2023 el Panteón introdujo un ticket de cinco euros y el precedente allanó el camino para que otros grandes símbolos de la ciudad adoptaran fórmulas similares. La Fontana di Trevi, que solo en los primeros seis meses del año superó los 5,3 millones de visitantes, se encontraba desde hace tiempo en el punto de mira de la administración.

¿Cuándo empieza el cobro, cuál será el precio y cómo se accederá al ticket?

El pago será obligatorio desde el 7 de enero de 2026, una vez finalizadas las festividades navideñas y el periodo de mayor presión turística asociado al Jubileo. El precio fijado es de dos euros por persona y solo se aplicará a los turistas. Los residentes en Roma podrán seguir accediendo de forma gratuita. El nuevo sistema permitirá el pago con tarjeta de crédito y se articulará mediante un dispositivo estable en la plaza. Aunque el Ayuntamiento no ha detallado todavía si habrá venta anticipada online, el modelo apunta a un sistema similar al de otros monumentos, con control directo en el acceso y posibilidad de integrar reservas en el futuro.

¿Cómo se controlará quién paga y quién puede entrar gratis?

Desde el pasado 22 de diciembre el acceso a la Fontana di Trevi ya está regulado. Solo 400 personas pueden permanecer de manera simultánea en el área más cercana al monumento. Para ello, la plaza cuenta con asistentes identificados con chalecos azules y silbatos, encargados de garantizar el flujo continuo de visitantes. Con la entrada en vigor del ticket, el dispositivo se reforzará con dos carriles diferenciados, uno para turistas y otro para romanos, delimitados por postes de latón que sustituirán a las actuales vallas provisionales. El control se realizará en el propio acceso, apoyado en la presencia física del personal municipal y en el pago electrónico, lo que permitirá distinguir de forma inmediata entre residentes y visitantes.

¿Habrá jornadas en las que el acceso vuelva a ser gratuito?

Por el momento, el Ayuntamiento no ha confirmado la existencia de jornadas gratuitas para turistas, como ocurre en algunos museos estatales. La prioridad, según el concejal de Turismo y Grandes Eventos, Alessandro Onorato, es disponer de una herramienta eficaz para contener la afluencia diaria y evitar situaciones de saturación difíciles de gestionar. La elección del calendario no es casual. Las autoridades han evitado implantar el pago en pleno pico navideño, cuando Roma registra cifras récord de llegadas y pernoctaciones. Solo entre el 23 y el 28 de diciembre se esperan más de 338.000 turistas, con un nuevo repunte previsto para Nochevieja, coincidiendo con el macroconcierto del Circo Máximo y la clausura de la Puerta Santa en la basílica de San Pedro.

¿A qué se destinarán los ingresos recaudados?

El impacto económico de la medida es considerable. Las estimaciones municipales sitúan la recaudación potencial en torno a los 20 millones de euros anuales. Una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que el Panteón ingresó más de 14,7 millones de euros en 2024 con menos visitantes que la Fontana di Trevi. Aunque el Coliseo sigue liderando el ranking con más de 100 millones de euros en ingresos, el margen de crecimiento del conjunto del Acqua Vergine es evidente. Los fondos obtenidos se destinarán, según el Ayuntamiento, a mejorar la oferta y los servicios turísticos y a financiar intervenciones urbanas de amplio alcance, desde el mantenimiento de infraestructuras hasta la restauración de fuentes históricas. Un modelo similar al del impuesto por estancia, que en 2024 aportó 200 millones de euros a las arcas municipales.

La iniciativa cuenta con apoyos transversales. El alcalde la ha definido como una acción concreta para frenar el desbordamiento turístico y la ministra de Turismo, Daniela Santanchè, defiende el sistema como una vía para rentabilizar el patrimonio y evitar la disneylandización de la ciudad. En un contexto de cambios en la financiación de Roma y de creciente presión sobre sus símbolos, la Fontana di Trevi se convierte así en el último emblema en sumarse a la era del ticket.